La Policía alerta del resurgimiento de ATA, herederos de ETA detenidos con manuales de explosivos

Pese a que en los últimos meses el Ministerio del Interior está protagonizando el mayor traslado de presos etarras condenados por terrorismo de la historia de España, hay algunos para los que esta concesión es todavía insuficiente. Se trata de ATA, el movimiento por la amnistía y contra la represión, que como su nombre indica no busca que se les facilite la vida a los terroristas condenados, sino que directamente se les conmuten las penas por la puesta en libertad inmediata. En uno de sus últimos golpes contra ATA, la Policía Nacional detuvo hace unas semanas a varias personas en Navarra relacionados con esta escisión radical de EH-Bildu. En esa operación coordinada por los servicios de Información policiales se encontró documentación preocupante: manuales para fabricar explosivos y cócteles molotov.

Hasta ahora los miembros de ATA eran considerados por las fuerzas policiales los herederos de la violencia callejera, la kale borroka, ejercida por los sectores más jóvenes y alejados de la política de la izquierda abertzale. De hecho, las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por OKDIARIO inciden en el error que se ha podido cometer por parte de algunos sectores de menospreciar y no tomar lo suficientemente en serio a esta organización. La violencia es violencia, no necesita llevar apellidos como callejera, explican estas mismas fuentes.

Lo más curioso es que de un tiempo a esta parte, sobre todo desde que existen acuerdos y conversaciones entre diversos Gobiernos socialistas, empezando por el central, y EH-Bildu, lejos de calmarse estos sectores violentos juveniles han aumentado su presión y actos violentos no sólo desligándose, sino criticando abiertamente al partido de la izquierda abertzale con representación en varios parlamentos, incluido el Congreso de los Diputados.

Al primero al que ataca esta organización es a Arnaldo Otegi, al que responsabilizan de poner fin a los atentados de ETA, hecho con el que están en total desacuerdo, y a quien tildan de tibieza a la hora de gestionar determinados pactos políticos. Directamente acusan a Otegi y a su partido de «venderse por un puñado de votos». Lo hicieron en concreto al referirse a un terrorista en huelga de hambre en Murcia, Patxi Ruiz, partícipe del asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero. Según ATA, ni Otegi ni EH-Bildu estuvieron a la altura a la hora de apoyar a este asesino condenado.

Estrategia y liderazgo

Sin embargo, en las últimas fechas los defensores de la amnistía a los etarras condenados han ido un paso más allá, lo que preocupa especialmente a las policías que investigan sus actos. Durante 2020 los violentos callejeros pasaron de quemar cajeros y atacar sedes de partidos políticos de forma errática y puntual a protagonizar una oleada de hechos violentos muy organizados que delataban preparación, estrategia y liderazgo.

Uno de esos episodios más graves se produjo en Pamplona a finales del año pasado cuando varios de estos violentos tomaron literalmente algunas calles de la ciudad emboscando directamente a la Policía con tácticas de guerra de guerrillas. No se quedaron allí y llegaron a atacar a ciudadanos que mostraban su desacuerdo con la cartelería que colocaban en las calles pidiendo la liberación inmediata de los presos de ETA e incluso acorralaron a varios de ellos en un banco donde buscaron refugio y que los violentos reventaron literalmente a pedradas.

Pero si ha habido un hito que ha preocupado especialmente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha sido encontrar algo más que pasquines en una de las últimas operaciones contra esta línea violenta heredera de las premisas de ETA. En Navarra, hace unas semanas, se detuvo a diez personas pertenecientes a ATA. Entre sus pertenencias se hallaron instrucciones para la fabricación de explosivos y el esquema para elaborar cócteles molotov.

La operación se cerró acusando a todos los detenidos por delitos de amenazas, sabotaje y atentado a agente de la autoridad. Desde ese momento la Policía ha extremado su atención sobre este grupo fundado en su inicio por decenas de miembros de ETA a los que la vía del arrepentimiento y el perdón por los crímenes cometidos les parecía como poco un insulto contra sus ideales.

Por si a alguien a estas alturas le queda alguna duda es pertinente repasar qué dijeron los miembros de ATA tras la detención de los miembros de los CDR que se grabaron manipulando explosivos y cuyos vídeos ha revelado OKDIARIO.

«Desde nuestro movimiento queremos solidarizarnos con los encarcelados, así como con sus familiares. Igualmente, queremos denunciar que la Guardia Civil, con permiso de la Audiencia Nacional española, les haya incomunicado. La incomunicación es, en sí misma, un tipo de tortura, pero queremos expresar nuestra preocupación por el trato que los detenidos hayan podido recibir en Tres Cantos. El cuartel de Tres Cantos es un centro de tortura».

Y añaden: «El pueblo de Catalunya, al igual que Euskal Herria, se encuentra militarmente ocupado. Nos imponen por la fuerza ser españoles o franceses. Exigimos la libertad de Catalunya, de Euskal Herria y de todos los otros pueblos ocupados por estos dos Estados. ¡Fuera de aquí!».

Si a lo anterior se le suma un manual para fabricar explosivos es mucho más fácil entender la preocupación policial.