Podemos reconoce en sus cuentas que grupos municipales morados operan con cajas B desde 2019

Podemos reconoce en sus cuentas anuales de 2020, que acaba de hacer públicas, que grupos municipales del partido operan con cajas B desde 2019. La formación morada subraya que a estos concejales que operan al margen de la contabilidad oficial se les ha instado a cerrar esas cuentas y que se unan al sistema oficial.

OKDIARIO ya informó hace un año que los técnicos de Podemos habían detectado estas irregularidades en sus delegaciones en varios ayuntamientos. Sin embargo, de nuevo ahora vuelven a incidir en sus documentos internos que estas malas praxis continúan dándose.

«Pese a que Podemos y sus Grupos Políticos y coaliciones no manejan fondos en efectivo unos pocos Grupos Municipales en coalición mantienen un pequeño saldo de caja, por lo que se les ha instado, al igual que en 2019, a cerrarla definitivamente y que trabajen como en el resto de la Organización», reflejan ahora en sus cuentas. Evitan decir en qué consistorios se han localizado estos métodos que no encajan en las normas internas.

En las cuentas de 2019 detallaban que Podemos había detectado grupos municipales»que se han dotado de caja, por lo que ya se les ha instado a cerrarla y que trabajen como el resto de la organización». Ahora aluden a este párrafo de nuevo.

Ante esas cuantías que escapan del control del aparato morado, los contables de Podemos ya han dado orden a sus correligionarios para que estos grupos municipales renuncien a esa operativa y trabajen como el resto del partido.

En el mismo apartado de las cuentas, explican que a 31 de diciembre de 2020 el efectivo líquido depositado en bancos del que dispone Podemos es de 12.032.585 euros. Se recuperan ligeramente tras un bajón importante de 2018 (20.530.6111 euros de tesorería) a 2019 (10.667.671 euros en recursos líquidos).

31 bancos

Por otra parte, llama la atención que Podemos declara tener cuentas en 31 entidades bancarias. El grueso, casi 5 millones está en la entidad alternativa Triodos Bank. También aparece la célebre Caja de Ingenieros (706.987 euros), una entidad independentista a la que ya recurrieron Iglesias e Irene Montero para obtener su hipoteca en condiciones ventajosas para comprar su vivienda de Galapagar. Ya en un segundo plano, con cantidades de menor cuantía, figuran Fiare, CaixaBank, Caja Zamora, Cajasiete, Caixa Colonya o Paypal.

Estos grupos municipales que actúan por libre con cajas de tesorería propias no es lo mismo que la ‘caja B’ denunciada por el ex abogado de Podemos José Manuel Calvente. Ante la Guardia Civil alertó de la existencia de una ‘Caja de solidaridad de Podemos’ que fue creada en 2018 por iniciativa de Rafa Mayoral, entonces secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular del partido, para gestionar dinero del partido sin controles.

Ese fondo para organizar manifestaciones, guerrillas digitales, etc. se nutría de donaciones mensuales de los cargos públicos estatales de la formación y estos fondos –atendiendo a su reglamento– deberían destinarse a «donaciones a colectivos, entidades o procesos litigiosos». El abogado purgado denunció que «la misma está siendo utilizada como una ‘caja B’ del partido para realizar donaciones de forma indiscriminada y sin control legal a supuestas entidades opacas y sin identificar». Una de estas entidades opacas sería la asociación denominada #404 Comunicación Popular.

El denunciante detectó una petición sospechosa de 50.000 euros por parte de esta asociación de la que entonces no constaba fecha de constitución, razón social o los datos de la persona física que tramitaba la petición del dinero a nombre de esta entidad. Este colectivo resultó estar controlado por Cristian Luis Navarro Marrero, asistente en España de la agrupación de Podemos en el Parlamento Europeo. No obstante, el juez Juan José Escalonilla ha archivado esa pieza del caso Neurona.

Indemnizaciones

Las grandes indemnizaciones a los trabajadores despedidos o el sospechoso pago a la tía de Pablo Iglesias por la compra de la nueva sede de Podemos tampoco aparecen en ninguna de las 256 páginas de las que consta la memoria contable del partido en relación al cierre del ejercicio 2020.

Por todo ello cabe pensar que las cuentas que presentan los de Iglesias son cifras maquilladas para ocultar los escándalos y chanchullos que la prensa ha ido desvelando. En los últimos meses, además, a través de dos personas que conocía los engranajes internos del partido desde dentro: los abogados José Manuel Calvente y Mónica García.

Además, cabe destacar que hasta 2017 Podemos contrataba a una empresa que ejercía labores de auditoria independiente. Sin embargo, desde entonces, los morados prescindieron de este control. Concluyeron que esa fiscalización externa no era necesaria. Consideran que con el control general que hace el Tribunal de Cuentas a todos los partidos es más que suficiente.