Las cuentas de Podemos

Podemos admite que varios grupos municipales tienen «caja de tesorería» al margen del partido

Irene Montero
Pablo Iglesias e Irene Montero. (Foto: Europa Press)

Podemos reconoce que varios de sus grupos municipales en los ayuntamientos tienen una «caja de tesorería» al margen de la estructura general partido. En la memoria de sus cuentas anuales de 2019, recién publicada, informa de que les han instado a poner fin a estas prácticas.

«Podemos, sus grupos políticos y coaliciones no manejan fondos en efectivo, no obstante, se ha detectado en unos pocos grupos municipales en coalición de nueva creación en este ejercicio que se han dotado de caja, por lo que ya se les ha instado a cerrarla y que trabajen como el resto de la organización», se lee en la página 21 del documento.

Ante esas cuantías de, presumiblemente, dinero en efectivo que escapan del control del aparato morado, los contables de Podemos ya han dado orden a sus correligionarios para que estos grupos municipales renuncien a esa operativa y trabajen como el resto del partido.

Extracto de las cuentas anuales de Podemos.

Pérdida del 50%

En este sentido, explican que a 31 de diciembre de 2019 el efectivo líquido depositado en bancos del que dispone Podemos es de 10.667.671 euros. Supone un importante retroceso en comparación con 2018 cuando en este mismo concepto de recursos líquidos los de Pablo Iglesias disponían de 20.530.6111 euros.

Podemos, como ya era habitual, evita tener trato con los bancos tradicionales. La memoria asegura que el grueso de su caja está depositada en Triodos Bank (más de seis millones de euros del total). En segundo lugar aparece la célebre Caja de Ingenieros, una entidad independentista a la que ya recurrió Iglesias e Irene Montero para obtener su hipoteca en condiciones ventajosas para comprar su vivienda de Galapagar. Ya en un segundo plano, con cantidades mucho menores, figuran CaixaBank, Caja Zamora, Cajasiete o Caixa Colonya.

Denuncia de una ‘caja B’

Estos grupos municipales que actúan por libre con cajas de tesorería propias no se pueden confundir con la ‘caja B’ denunciada por el ex abogado de Podemos José Manuel Calvente. Ante la Guardia Civil alertó de la existencia de una ‘Caja de solidaridad de Podemos’ que fue creada en 2018 por iniciativa de Rafa Mayoral, secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular del partido, que entrega dinero sin control.

Se nutre de donaciones mensuales de los cargos públicos estatales de la formación y estos fondos –atendiendo a su reglamento– deberían destinarse a «donaciones a colectivos, entidades, procesos litigiosos o cajas de resistencia de colectivos en movilización y o huelga que pueda haber abiertas».

Pero la realidad no es así. El abogado purgado descubrió irregularidades en el uso por parte de Rafa Mayoral de estos fondos. «La misma está siendo utilizada como una ‘caja B’ del partido para realizar donaciones de forma indiscriminada y sin control legal a supuestas entidades opacas y sin identificar», expone la denuncia. Una de estas entidades opacas sería la asociación denominada #404 Comunicación Popular.

El denunciante detectó una petición sospechosa de 50.000 euros por parte de esta asociación de la que entonces  no constaba fecha de constitución, razón social o los datos de la persona física que tramitaba la petición del dinero a nombre de esta entidad. Este colectivo resultó estar controlado por Cristian Luis Navarro Marrero, asistente en España de la agrupación de Podemos en el Parlamento Europeo.

Indemnizaciones y otros pagos

Las grandes indemnizaciones a los trabajadores despedidos o el sospechoso pago a la tía de Pablo Iglesias por la compra de la nueva sede de Podemos no aparecen en ninguna de las 273 páginas de las que consta la memoria contable del partido en relación al cierre del ejercicio 2019.

Sede nueva de Podemos
Sede nueva de Podemos.

Por todo ello cabe pensar que las cuentas que presentan los de Iglesias son cifras maquilladas para ocultar los escándalos y chanchullos que la prensa ha ido desvelando. En los últimos meses a través de una persona que conocía los engranajes internos del partido. Ya no son investigadores de fuera del partido a quien Podemos colocaba sistemáticamente el sambenito de ‘las cloacas del Estado’. Ahora es alguien que ha salido del partido purgado.

Además, cabe destacar que hasta 2017 Podemos contrataba a una empresa que ejercía labores de auditoria independiente. Sin embargo, desde entonces, los morados prescindieron de este control. Concluyeron que esa fiscalización externa no era necesario. Consideran que con el control general que hace el Tribunal de Cuentas a todos los partidos es suficiente.

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