Los socios de Sánchez en la marcha proetarra: Podemos, Junqueras y Otegi exigen excarcelar a los presos

Podemos y los partidos que apoyan al Gobierno de Pedro Sánchez -ERC, JxCAT, PNV y Bildu- han participado este sábado en la manifestación convocada por la plataforma de apoyo a los presos de ETA, Sare, para reivindicar beneficios penitenciarios para los etarras. Bajo el lema ‘En marcha, en el camino a casa’, la manifestación ha contado con la presencia de Arnaldo Otegi, quien se ha convertido en uno de los socios preferentes del presidente socialista. También han asistido el líder de ERC, Oriol Junqueras; la ex presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, y los ex consejeros Raül Romeva y Josep Rull, indultados por el Gobierno de Sánchez.

La convocatoria -que reclama «consolidar el cambio de la política penitenciaria»-tiene lugar apenas unos días después de que Otegi reconociese abiertamente ante militantes de su partido que la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado está ligada a la excarcelación de presos terroristas. «Tenemos a 200 presos en la cárcel, y si para sacarlos hay que votar a favor de los Presupuestos, pues votamos. Así de alto y de claro os lo digo», aseguró en un encuentro en Eibar.

El dirigente de Bildu considera que, gracias al Gobierno socialcomunista, «es el momento» para exigir gestos hacia los presos. «Vamos a darlo todo, vamos a ponerlo todo. Necesitamos tiempo para preparar al pueblo, necesitamos solucionar el tema de los presos. Necesitamos fortalecer nuestra posición y eso requiere tiempo», insistió en la intervención, recogida en exclusiva por El Correo.

Bildu se ha convertido en un aliado de primer orden para Pedro Sánchez. El presidente socialista ya se apoyó en los proetarras para sacar adelante las actuales cuentas públicas y negociará también las del próximo año. Además, cabe recordar que Sánchez fue investido gracias a la abstención de Bildu y ERC.

La formación vasca ya logró que el Gobierno acercase a la totalidad de los presos etarras a cárceles próximas al País Vasco y Navarra. Pero ahora su pretensión es «obligar al Ejecutivo a que cambie la ley» para poder ponerles en libertad, como ha admitido el propio Otegi. Según sus cálculos, esto «puede ocurrir en seis años».

También esta semana, el PSOE dio un paso más para tratar de blanquear a los proetarras celebrando la declaración de Otegi, el lunes, en la que reconocía el «dolor» de las víctimas de ETA aunque sin condenar en ningún momento la violencia. «Cuando uno sabe lo que cuesta dar un paso en ese mundo valora positivamente ese reconocimiento que los demócratas llevan años reclamando», aplaudió el ex lehendakari y secretario de Memoria Democrática del PSOE, Patxi López. Desde el Gobierno se defendió además la interlocución con Bildu para sostener a Sánchez en La Moncloa porque «hay que tener un respeto absoluto por todas las representaciones parlamentarias y el Congreso supone la extensión de la representación de la ciudadanía».

Desde el PNV, antes de la marcha, se ha pedido a Sánchez la derogación de la «legislación excepcional» que, en su opinión, se aplica a los presos de ETA, al considerar que la reinserción facilitará que los etarras «hagan una revisión crítica de su propio pasado».

Los organizadores critican lo que consideran una «vulneración de derechos» de los presos etarras por mantenerles en cárceles alejadas de sus lugares de origen y dificultar su acceso al tercer grado y la libertad condicional. Además, exigen que puedan disfrutar ya de permisos carcelarios.

Increpan a las víctimas

Al inicio de la marcha se han producido momentos de tensión cuando varios manifestantes han increpado a gritos de «fascistas» a miembros del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) que habían desplegado dos pancartas en las que aparecían tachadas las palabras «presos políticos» y «gudariak» (soldados) sustituyéndolos por el término «asesinos».

Antes de participar en la manifestación, Junqueras ha celebrado que el País Vasco «sigue en este momento un camino por el que siempre ha apostado» Cataluña, «que es el camino del diálogo, de la negociación y el acuerdo para la resolución del conflicto político que tiene planteado la sociedad catalana con el Estado español y también la sociedad vasca». Un «diálogo» en el que participa el Gobierno de Pedro Sánchez, rehén de sus socios separatistas para mantenerse en el poder.

Además, Junqueras ha asegurado que «es un placer volver al País Vasco después de cuatro años de ausencia forzosa», en alusión al tiempo que ha estado en prisión tras ser condenado por impulsar el ‘procés’.