Nuevas subidas de la luz en el horizonte: el choque entre Argelia y Marruecos encarecerá el gas

El Gobierno asegura que el enfrentamiento entre Argelia y Marruecos no repercutirá en el suministro de gas natural a España y que, por lo tanto, no habrá repercusión en el precio de la luz. Pero los informes diplomáticos trasladados a Pedro Sánchez no confirman esa tesis. Todo lo contrario. Argelia plantea ya la posibilidad de un corte o reducción del suministro de gas natural a través del gasoducto que pasa por territorio de Marruecos con el fin de evitar el pago a Rabat. Pero ese tubo riega a España. Y su restricción forzaría a nuestro país a tener que traer gas por medio de barcos, con su consiguiente incremento de los costes. Y ese coste se pagaría en el recibo de la luz.

El gasoducto en cuestión es el denominado como Magreb-Europa (GME). Se trata del tubo que distribuye gas natural procedente de Argelia a España. Pero ese gasoducto tiene un condicionante: pasa por territorio marroquí. Y eso lo convierte automáticamente en una peligrosa moneda de cambio que afecta de pleno al recibo de la luz español.

El ministro de Energía argelino, Mohamed Arkab, ya ha confirmado que a partir de otoño su Gobierno tiene la intención de distribuir todo el gas que exporta hacia Europa a través del gasoducto Medgaz. Ese predominio del segundo tubo, que une España y Argelia a través del mar de Alborán, supondría la inutilización del gasoducto GME, justo cuando el acuerdo de uso de este tubo finaliza en octubre y las condiciones no parecen las más proclives para una renovación a pleno funcionamiento.

En resumen: uno de los dos tubos que nutren España se vería limitado.
Arkab ha dejado una puerta abierta. Ha asegurado que esa decisión no debe limitar el suministro de gas a nuestro país. Pero el problema es de costes: esa limitación del tubo que pasa por Marruecos supondría la necesidad de tener que utilizar barcos para el transporte del gas, un mecanismo mucho más caro, y esos costes se trasladarán al precio final y, por lo tanto, al recibo de la luz.

Hay que recordar que el recibo de la luz en España está regulado en base al esquema de precio marginalista. Es decir, el último kW introducido en el mix de energías consumidas es el que determina el precio final de todo el recibo de la luz. Y el último kW que entra es, precisamente, el del gas natural. Traducido: que si sube el gas, sube todo el recibo de la luz en su parte referida al consumo energético.

Argelia quiere privar del ingreso del gas a Rabat

El GME tiene capacidad para transportar más de 8.000 millones de metros cúbicos de gas natural a España y Portugal. Marruecos cobra un 7% del precio como peaje por el paso del gasoducto por su territorio. Argelia quiere privar de ese ingreso a Rabat. Pero el enfrentamiento tendrá consecuencias para España en el coste del transporte del gas.

Y todo ello, cuando el precio de la luz ya está desbocado en España.
Hay que recordar que el recibo de la luz se ha convertido en una de las peores pesadillas de los españoles. Y del propio Pedro Sánchez, que no sabe ya cómo esquivar este enorme problema económico y político sin renunciar a la inmensa recaudación fiscal que logra por los impuestos sobre la energía.

El precio de la luz, de hecho, se ha disparado un 188% en el último año ante la pasividad del Ejecutivo de Pedro Sánchez, según datos de OMIE. El precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista ha pasado de valer 46,01 euros el megavatio hora (euros/MWh) el pasado 1 de septiembre de 2020 a superar los 140,23 euros MWh este miércoles.

Este contexto de subidas en el ‘pool’ eléctrico está marcado por el incremento en los precios de los derechos de CO2 y del gas natural, a los que se ha unido el incremento de la demanda por las altas temperaturas y una menor contribución de las renovables, especialmente la eólica por la ausencia de viento.

De hecho, la factura de la luz de un usuario medio en agosto será «la más cara de la historia». Hasta la fecha, los cinco recibos más elevados han sido los 88,66 euros del primer trimestre de 2012 (con el IVA al 18%), los 87,81 euros de enero de 2017, los 85,34 de julio de 2021, los 83,55 euros de septiembre de 2018 y los 82,13 euros de mayo de 2021 -en todos los casos con el IVA al 21%.