Las vacaciones del presidente

Sánchez gastará al menos 67.000 € en el Falcon para sus vacaciones en plena crisis

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(Vídeo: OKDIARIO)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez está desde este miércoles en Lanzarote para disfrutar de la primera parte de sus vacaciones. El presidente socialista se aloja en el palacio de La Mareta, un regalo del Rey Hussein de Jordania a Juan Carlos I. Además, como es habitual en él, se ha desplazado a la isla en Falcon, su medio de transporte preferido. Ese gusto por el avión presidencial ha sido motivo de polémica en numerosas ocasiones, y también el secretismo con el que el Gobierno trata de ocultar los desplazamientos del presidente, protegidos bajo el «secreto de Estado». 

Sánchez, junto a su mujer Begoña Gómez y sus hijas, aterrizó el miércoles al mediodía en la isla. Tienen previsto repartir su tiempo de relax entre Lanzarote y Doñana, en Huelva, otro de su destino de vacaciones. Allí aprovechan la finca de Las Marismillas, como en su día hicieron otros presidentes. El socialista no convocará de nuevo una reunión de su Consejo de Ministros hasta el 25 de agosto, cuando está previsto que retome su agenda política, por lo que tiene tres semanas por delante sin agenda. Sólo interrumpirá su descanso para el habitual despacho con el Rey en Palma de Mallorca. Una cita que se prevé en torno al 12 de agosto.

En total, el Falcon realizará varios vuelos para traer y llevar a Sánchez a sus destinos: Lanzarote, Palma y Huelva, con ida y vuelta a Madrid, según ha sido habitual en otras ocasiones. El coste de estos desplazamientos superará los 67.000 euros. El cálculo se basa en la cifra oficial de 5.600 euros por hora de vuelo que se ha dado por el momento como oficial, y que no ha sido desmentida por el Ejecutivo. Lo previsto es que la familia Sánchez-Gómez permanezca en Lanzarote una semana, se desplace a Madrid, vuele a Palma y de ahí, de vuelta a Madrid para seguir sus vacaciones en Doñana.

Un palacio ‘real’

La finca en la que el presidente ya descansa, en plena crisis epidemiológica y económica por el Covid-19, es un complejo de más de 30.000 metros cuadrados, que, como todo en Lanzarote, no escapa al influjo del gran artista local e internacional de la isla, César Manrique, que la diseñó y la decoró. Regalo de Hussein de Jordania  al Rey Juan Carlos, ahora acoge a un presidente que consiente los ataques a la Corona.

Con acceso directo al mar, la finca la integran diez bungalows, de una y dos plantas de altura, el principal, con dos dormitorios, piscina y distintas terrazas. Además, cuenta con gimnasio, otras dos piscinas, pista de tenis, cancha de baloncesto y una amplia zona ajardinada de 10.000 metros cuadrados. El edificio reproduce la arquitectura tradicional de las islas Canarias, de estilo colonial, con paredes blancas y numerosos balcones.

Se trata de un palacio con especial significado en este momento, en plena crisis entre los socios del Gobierno de coalición en el debate sobre la Monarquía. Fue un regalo del Rey Hussein a Juan Carlos I, hasta que la Casa Real la entregó a Patrimonio nacional bajo el reinado de Don Felipe para un uso institucional por los intereses de España. No obstante, Sánchez la utiliza de forma estrictamente personal.

La mareta
Vista aérea de La Mareta.

Para el descanso estival del presidente, se han realizado este año varias obras. En concreto, se ha levantado un muro para ocultar de la vista una de las piscinas y otras zonas de recreo para blindarla de miradas indiscretas

Patrimonio Nacional ha realizado una serie de adaptaciones técnicas en el vallado de la exclusiva finca de 30.900 metros cuadrados. Concretamente en la zona norte del perímetro, el más expuesto a las miradas indiscretas, ya que colinda con una vía de tránsito público.

Un «secreto de Estado»

Desde Moncloa se han protegido con celo los viajes del presidente a bordo del Falcon y de otros medios, como el helicóptero Súper Puma.

La respuesta ante las nsistentes peticiones de información, por parte de Transparencia y de la oposición, siempre ha sido la misma: que se trata “materia clasificada”. 

El Gobierno acostumbra a resumir su negativa en un párrafo predeterminado: «Según acuerdo de Consejo de Ministros por el que se clasifican determinados asuntos y materias con arreglo a la Ley de Secretos Oficiales, adoptado en su sesión de fecha 28 de noviembre de 1986, de conformidad con las facultades que al efecto confieren a dicho Alto Órgano los artículos 3 y 4 de la Ley 9/1968, de 5 de abril, reguladora de los Secretos Oficiales, modificada por la Ley 48/1978, de 7 de octubre, se otorga con carácter genérico la clasificación de secreto a «los informes y datos estadísticos sobre movimiento de (…) aeronaves militares».

En otras ocasiones, y a preguntas de OKDIARIO, el Ejecutivo se ha negado a facilitar información sobre estos viajes alegando que los costes «no se pueden disociar» o, directamente, que son «medios de Defensa». 

Desde que llegó a La Moncloa, el gusto por el Falcon por parte de Pedro Sánchez ha estado en el centro de la polémica. Cabe recordar, por ejemplo, que recurrió a este medio de transporte para asistir a un concierto de su grupo favorito en el Festival Internacional de Benicassim (Castellón). Además, Sánchez recurrió al helicóptero oficial para acudir a la boda de su cuñado, en La Rioja.

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