Sánchez evita reprender a Iglesias por sus furibundos ataques a periodistas que informan sobre el ‘caso Dina’

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado criticar los ataques de Pablo Iglesias a la prensa por las informaciones que implican al vicepresidente del Gobierno en el caso Dina. No sólo eso. Sánchez, veladamente, ha lanzado un dardo contra Iglesias al asegurar que él también ha sido objeto de críticas desfavorables por parte de algunos medios de comunicación y nunca ha entrado a valorar esas apreciaciones.

El giro judicial que ha dado el caso Dina, en el que Iglesias ha pasado de ser víctima a posiblemente ser imputado, incomoda en Moncloa. La alianza de Gobierno entre Pedro Sánchez e Iglesias tiene muchas aristas y la imagen del vicepresidente del Gobierno está bastante deteriorada en estos momentos por las revelaciones que se están realizando en una de las piezas separadas del caso Villarejo.

Sánchez no quiere que le salpique una posible imputación de Iglesias, pero tampoco quiere enfadar a su principal aliado en el Gobierno socialcomunista, por eso, responde con equidistancia a las preguntas que han formulado los periodistas este lunes en la rueda de prensa que ha tenido lugar con motivo del viaje a Lisboa del jefe del Ejecutivo.

Los ataques por parte de Iglesias a periodistas como el director de OKDIARIO, Eduardo Inda, al que llamó recientemente «tipejo» o a Vicente Vallés y a medios como El Mundo o El Confidencial son un incendio para Moncloa. Mientras Sánchez pone tierra de por medio asegurando que  «nunca he valorado procesos judiciales abiertos», elude reprender a su socio de Gobierno por la campaña que Podemos ha orquestado contra los medios de comunicación.

Pedro Sánchez ha recordado que él ha sido también objeto de críticas desfavorables por parte de algunos medios de comunicación y nunca ha entrado a valorar esas apreciaciones, pero ha dado una larga cambiada para evitar referirse a las palabras de Iglesias asegurando que tampoco se iba a pronunciar cuando las críticas se dirigen a «un colega del Gobierno».

En realidad, la pregunta que le había hecho la periodista no versaba sobre las críticas de medios de comunicación a Iglesias, sino sobre los señalamientos por parte de Podemos a periodistas y medios de comunicación, un comportamiento censurado por asociaciones profesionales de la prensa.

Iglesias y Dina

El juez que investiga esta pieza separada del caso Villajero retiró a Iglesias la condición de perjudicado en la causa tras haber acreditado que el líder de Podemos tuvo en su poder la tarjeta del teléfono de Dina Bousselham y tardó meses en devolvérsela.

Es más, desde el momento en que la tarjeta del móvil le fue devuelta a Pablo Iglesias a través del Grupo Zeta –adonde había llegado de manera anónima– hasta que Iglesias se la entregó a Bousselham, el dispositivo resultó dañado, mientras por el camino se publicó parte del contenido en medios de comunicación.

Para intentar aclarar estos hechos y comprobar la posible comisión de un posible delito de daños informáticos, el magistrado Manuel García Castellón ha solicitado una orden internacional de investigación ante las autoridades de Reino Unido para obtener datos de la empresa a la que se dirigió Dina Bousselham para recuperar el contenido de la tarjeta.

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