Iglesias exige marcas «de prestigio» y servicio «de primera categoría» para la cafetería del Ministerio

El vicepresidente ha criticado en varias ocasiones los privilegios con los que cuentan los diputados en la cafetería del Congreso

Pablo Iglesias Cafetería ministerio
Pablo Iglesias exige "servicio de primer nivel" en su cafetería

«Servicio y consumiciones de primer nivel» y «productos de marcas de reconocida calidad y prestigio». Éstas son las características concretas que Pablo Iglesias exige para la cafetería de su Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

El contrato, publicado en la Plataforma de Contratación del Estado, tiene por objeto la prestación de los servicios de restauración en la cafetería- comedor y venta automática mediante máquinas expendedoras en el edificio de Paseo del Prado 18-20 de Madrid, donde se sitúa el Ministerio de Iglesias.

A pesar de haber criticado en varias ocasiones los privilegios con los que cuentan los parlamentarios en la cafetería del Congreso de los Diputados, el líder de Podemos quiere que el servicio ofrecido en sus dependencias sea «de primera categoría». Así lo refleja en el pliego de la licitación donde se especifican las características que la empresa adjudicataria debe cumplir.

Las condiciones generales apuntan que el «servicio a prestar, así como la calidad de los artículos y consumiciones que se ofrezcan al público, deberán ser equivalentes a los de una cafetería de primera categoría, según la reglamentación vigente y a los de un restaurante de buen nivel y calidad». Además, concreta que los «productos que se utilicen para el servicio deberán pertenecer a marcas comerciales de reconocida calidad y prestigio».

Pliego de la cafetería

Por otro lado, se exige incluso el tipo de mantelería que ha de colocarse en caso de «comidas especiales» que deberá ser «de tela» y no de papel como sí se hará en el caso de comidas normales.

Los menús del Ministerio

Tal y como refleja el pliego, la empresa adjudicataria deberá ofrecer diariamente las siguientes propuestas de restauración.

Un menú del día compuesto por un primer plato, un segundo, un postre, una bebida y un pan. En el primer plato será obligatorio ofrecer una oferta de verduras, en el segundo una de pescado y en el postre se deberá incluir fruta o yogur. Respecto al pan, se prohíbe establecer un límite de consumo y debe haber opción de pan blanco o integral. La bebida también queda regulada y los trabajadores del ministerio podrán optar con su menú a una botella de agua, una cerveza de 33 cl., una cerveza sin alcohol, un vino de mínimo 20 cl. o un refresco.

Además, se exige que los usuarios puedan repetir sin recargo del primer plato que hayan elegido siempre que sea de cuchara.

También estarán en la carta otras opciones como platos combinados, comida para llevar o servicio de venta automática mediante máquinas expendedoras.

Cuando Iglesias lo criticaba

En el año 2015, la ex diputada del Partido Popular Celia Villalobos y el ahora vicepresidente Pablo Iglesias protagonizaron un rifirrafe a cuenta de los bajos precios de las consumiciones a disposición sus señorías. 

Villalobos espetó a Iglesias que esperaba tomarse con él «muchos cafés» en la cafetería del hemiciclo. «¿Con esos gin-tonics a dos euros? Igual prefiero tomármelo fuera», atacó el candidato. «Aquí no tomamos gin-tonic, tomamos café», zanjó la diputada.

Un año más tarde, como diputado, Iglesias lanzó otro ataque sobre los privilegios de los políticos en la cafetería de la Cámara. «Mi primer desayuno en la cafetería del Congreso. Barrita con tomate, café con leche y refresco 2,45 €. Más barato que en la Facultad», publicó en un mensaje de Twitter.

Ahora, como vicepresidente Pablo Iglesias parece haber cambiado de parecer y exige para su cafetería del Ministerio unas características mucho más allá de las ofertadas en la facultad de cualquier universidad.

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