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Moncloa teme que Podemos ponga en peligro los Presupuestos con su exigencia fiscal del «todo o nada»

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. (Foto: Pool)
Joan Guirado

A cara de perro. Así vaticinan que será la negociación entre el PSOE y Unidas Podemos para lograr la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado antes de acabar el mes de septiembre. En Ferraz y en el núcleo duro de Pedro Sánchez vislumbran «una dura batalla» con los podemitas en lo que se refiere a impuestos y materia social. Los morados encararán la negociación con una posición de máximos difícilmente asumible por el PSOE. El partido de Ione Belarra es consciente de lo que se juega con estos Presupuestos.

Tal es así que pese a que Hacienda dará comienzo al trámite de aprobación de las cuentas públicas a finales de este mes, con un pleno monográfico sobre economía en el Congreso, la negociación con Podemos y sus socios separatistas no empezará hasta septiembre. El Gobierno quiere dejar reposar el mes de agosto para encarar en septiembre el diálogo con los de Yolanda Díaz, cuando prevé aprobar los Presupuestos.

Los morados se han fijado como prioridad la revisión del sistema fiscal e impositivo este mismo año. Algo que en Moncloa descartan por completo. «Es hora de modernizar la economía y apostar por la recuperación, pero no de subir impuestos», apostillan desde el entorno de Sánchez. Una opinión que dista mucho de «la necesidad de afrontar esta desigualdad de forma urgente» que defienden sus socios de Podemos. Los de Díaz quieren que la reforma se inicie ya para sacar tajada en las elecciones municipales y autonómicas de 2023.

El precedente del año pasado durante la negociación de las cuentas, que se salvaron in extremis con la firma de Pedro Sánchez y el ex vicepresidente segundo Pablo Iglesias, horas antes de su convalidación, hacen prever que la tensión vuelva a aflorar en el seno de la coalición. La regulación del mercado del alquiler fue la clave para el desbloqueo del desacuerdo. Ese pacto, junto a la Ley de Vivienda, siguen en un cajón. Es una de las múltiples carpetas que socialistas y podemitas tienen que resolver.

El techo de gasto, el 27 de julio

La voluntad del Ejecutivo es que la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, acuda el 27 de julio al Congreso de los Diputados para llevar a convalidación el techo de gasto. Con la suspensión de las reglas fiscales el año pasado, de forma extraordinaria, por culpa de la pandemia, el Gobierno podría obviar este paso. Pero de momento Montero quiere cumplir con este trámite que da inicio a la elaboración de las cuentas.

Ese mismo día, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, tiene previsto presentar una revisión de las previsiones económicas para lo que queda de año y el siguiente. Esa revisión, que seguramente empeorará las previsiones con las que hasta ahora trabajaba el Gobierno, dado el impacto que el coronavirus vuelve a tener sobre el sector turístico, será la excusa perfecta para Sánchez para cerrar la puerta a las exigencias de Podemos.

El año pasado la ministra de Hacienda logró aprobar el techo de gasto gracias al apoyo de sus socios separatistas y la abstención del PP, VOX. Únicamente el Foro Asturias votó en contra. Con el compromiso de reducir la deuda pública de forma urgente, nada hace prever que Montero encuentre muchas piedras en el camino, en el pleno monográfico que prepara para finales de este mes, para convalidar el límite de gasto no financiero.

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