ESPIONAJE

Moncloa no acusará a Marruecos del espionaje a Sánchez para no deteriorar las relaciones con Rabat

Pedro Sánchez Marruecos
Pedro Sánchez hablando por su móvil.
Joan Guirado

Incomodidad en Moncloa con la decisión que deben tomar, en menos de dos semanas, sobre si culpabilizan o no a Marruecos del espionaje con Pegasus al móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Es el plazo que les ha dado Bruselas, que desde la primavera pasada investiga el uso ilegal del software para espiar a varios gobiernos europeos. Pasado ese tiempo ya no habrá mucho más que hacer, ya que el rechazar ir contra el gobierno marroquí ahora, deja sin sentido hacerlo en el futuro. El Gobierno, que hasta ahora se ha negado a señalar directamente a Rabat -para no enturbiar las relaciones diplomáticas restauradas tras la cesión con el Sáhara-, se inclina por no acusar al país vecino de espiar al jefe del Ejecutivo. Dejando el tema, que en su momento vendió como «un ataque muy importante e injustificado», en vía muerta. Aseguran, en el entorno de Sánchez, con el fin de «preservar las relaciones entre dos Estados que deben cooperar».

Fuentes del Gobierno, tras haber presentado una denuncia ante la Audiencia Nacional de la que no se ha sabido nada más, restan ahora importancia a lo sucedido, pese a que del móvil del líder socialista se extrajeron de forma ilícita hasta tres gigabytes de información privada y confidencial. También se robó información de los terminales de los ministros de Defensa, Margarita Robles y del Interior Fernando Grande-Marlaska. Da la casualidad que son las tres personas que más relación tuvieron, junto con la ex ministra de Exteriores Arancha González Laya -cuyo móvil también se dijo que había sido espiado un año antes-, durante la crisis diplomática con Marruecos. Defienden que «ya hay una investigación abierta en nuestro país» y «esperaremos a los resultados de la misma». El Ejecutivo desclasificó información del Centro Nacional de Inteligencia para entregársela al juez.

Pero dicha investigación, por la que han pasado a declarar la fulminada ex directora del CNI Paz Esteban López o el ministro de la Presidencia Félix Bolaños, apenas tiene avances. Los primeros trabajos de los investigadores apuntan a que va a ser muy difícil establecer el punto exacto desde el que se accedió a la documentación privada de los miembros del Ejecutivo. Una fórmula perfecta para evitar tener que señalar directamente a Marruecos. OKDIARIO, apenas dos días después de que Bolaños y la portavoz Isabel Rodríguez dieran a conocer lo sucedido en una rueda de prensa urgente a primera hora de la mañana, fue el primer medio en apuntar directamente a Marruecos como responsable del ataque. Un señalamiento que no gustó nada en el Palacio de La Moncloa que, como ahora, tratan de preservar las relaciones diplomáticas. Buena muestra de ello es la posición adoptada por España ante lo ocurrido en la valla de Melilla el pasado junio.

Tras hacer pública la intromisión a las comunicaciones de los principales miembros del Gobierno, este año, el informe del Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI, en el que se analizan las amenazas e incidentes del año anterior, no hace mención alguna al software Pegasus con el que Marruecos atacó los dispositivos del presidente y los ministros. El expediente, al que tuvo acceso OKDIARIO, no hace referencia alguna a este programa israelí, como sí la había en años anteriores. En 2019, por ejemplo, el mismo informe alertaba del «crecimiento de los ataques a dispositivos móviles» y avisaba expresamente de las «técnicas de phishing móvil» como «Dark Caracal y Pegasus» empleadas por «actores avanzados». Un año antes el Centro Nacional de Inteligencia aludía también al programa espía, perfeccionado para penetrar en los dispositivos y robar información sensible aprovechándose de las vulnerabilidades de los sistemas operativos.

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