Moncloa frena la campaña de Sánchez en la calle por el rechazo de varios barones a acompañarle
Varios barones han pedido que el presidente tenga "la mínima participación" en sus campañas
Sánchez pide al PSOE «empatizar con la mayoría social» para evitar el ascenso del PP y Vox
Gritos de «¡fuera, fuera!» a Sánchez en La Coruña mientras esperaba al canciller Scholz
En el PSOE ya no hay codazos para conseguir la presencia del líder, Pedro Sánchez, en los distintos municipios de España. Es más, de cara a las próximas elecciones autonómicas, son varios los barones que ya han trasladado a Ferraz su deseo de que el presidente «tenga la mínima participación posible» en sus campañas. Es el caso del valenciano Ximo Puig, del castellanomanchego Emiliano García-Page y del aragonés Javier Lambán. Como ya ocurrió en Castilla y León en febrero. Algo que tiene las primeras consecuencias en la campaña ‘piel con piel’ del partido. El rechazo que genera Sánchez, está frenando su gira por España. Este sábado se quedará en Getafe, feudo socialista, cuando la idea inicial era viajar a Bilbao.
Con las encuestas en contra, y viendo peligrar hasta cinco de los ocho gobiernos autonómicos, los líderes de estos territorios que se juegan la reelección no quieren muchas fotos con el presidente. Pues acusan a Sánchez de su declive por sus pactos con Podemos, ERC y Bildu. También le achacan, en los últimos días, su «voluntad recaudatoria» con la política fiscal de la que se han desmarcado precisamente dos de estos tres barones -Puig y Page-. En las autonomías en las que gobierna el PSOE le recuerdan al jefe del Gobierno que «nadie gana elecciones subiendo impuestos». Y «con un discurso distinto en un tema tan esencial, no podemos compartir escenario y cartel en un acto», subrayan.
La sensación de división en un PSOE que hizo gala de estar «más unido que nunca», en el último congreso de Valencia, empieza a ser cada vez más compartida por los dirigentes socialistas. Los esfuerzos realizados por parte de Sánchez para acercarse a los críticos, con el fichaje por ejemplo de Óscar López, Antonio Hernando, Pilar Alegría o Patxi López, no han calmado las aguas en Ferraz. Tampoco la renovación orgánica que acometió el pasado mes de julio. Cada vez hay más nerviosismo y «nadie que lleve el timón» según denuncian algunos barones. La «falta de un proyecto a corto y medio plazo y de caras visibles» que puedan reemplazar al secretario general, en caso de que sufra un fracaso electoral, preocupan cada vez más.
Paseíllos
Los servicios de seguridad de La Moncloa recomendaron al gabinete de Presidencia evitar los paseíllos de Pedro Sánchez por las calles. Es decir, limitar al máximo lo que en Moncloa se conoce como política de proximidad. Este aviso, incumplido hasta ahora, persigue un doble objetivo. Por un lado se pretenden evitar los abucheos que persiguen al jefe del Ejecutivo a cada ciudad que visita -los últimos ayer mismo en La Coruña-, y alejar posibles alteraciones del orden público e incluso agresiones físicas como la que sufrió en Pontevedra hace años Mariano Rajoy.
Campaña
Pese a esas advertencias, en agosto, Ferraz lanzó una campaña de acercamiento a la ciudadanía. Una operación ‘piel con piel’. Se trata de una iniciativa ordenada por el propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para «empatizar más» con los españoles. Pese al evidente malestar en la calle, el presidente socialista quiere salir de «las paredes de Moncloa», remarcando que, debido a la pandemia, el volcán o la guerra de Ucrania, Sánchez no ha podido tener una «relación más directa» con la ciudadanía. Un formato, pese a los abucheos que ha recibido y que ha tratado de capear con más chulería, en el que se encuentra verdaderamente cómodo.