Militantes de Podemos critican a Pablo Iglesias y a la dirección: «Rayan el fascismo»
Militantes de Podemos agrupados en torno al espacio ‘Podemos desde abajo’ muestran su malestar con la dirección liderada por Pablo Iglesias. En una charla telemática explican sus diferentes experiencias negativas trabajando para la formación desde las bases. «Es un hooliganismo que raya al fascismo», explica el militante andaluz Miguel Aguilera en relación con el ‘ordeno y mando’ del aparato a la hora de nombrar candidatos a dedo.
Bajo la premisa de construir desde la base, un grupo de una decena de militantes se está organizando para tratar de revertir la situación y volver al espíritu del 15-M. En todo caso, en sus intervenciones se muestran pesimistas. «Recuperar la ilusión de los inicios va a costar mucho, porque el desencanto es tal que volver a encantar va a costar mucho más que al principio», explica José Honorio, de Podemos País Vasco. En la misma línea desde Cataluña, Pilar Biarge, representante de los círculos en la dirección municipal de Podemos Barcelona, que considera que la situación «va a ser muy difícil de arreglar».
Así, la falta de democracia interna es el gran caballo de batalla de estos inscritos. Miguel Aguilera mantiene la apuesta por la horizontalidad y la transparencia del 15-M y considera positivo tratar los trapos sucios con luz y taquígrafos. Apunta que la izquierda ha hecho lo contrario desde el comienzo de la democracia y los resultados electorales son cada vez peores.
Este militante de base de Jaén, junto a la mayor parte de los participantes en la charla «no oficial» emitida en YouTube, critica que en las últimas primarias Pablo Iglesias no se haya mantenido neutral y haya prestado su nombre para señalar las candidaturas que quería colocar al frente de las direcciones regionales. «Cuando usan un nombre de un dirigente, me da igual si es legal, entre compañeros es absolutamente inmoral. Crean una división en un espacio en el que no debiera haber campos de división. Es marcar con el dedo a supuestos ganadores con afinidades que nos conduce a un proceso de monolitismo y uniformidad, que acaba con el pluralismo y la diversidad», afea.
Preguntado sobre el porqué de esta deriva, Miguel Aguilar lo explica con claridad: «Esto lo ha permitido un aparato que no tiene capacidad de trabajar por abajo, pero que tampoco quiere ser sustituido. Esta es la cuestión. Hemos llenado nuestras listas (para las direcciones del partido) de cargos. Hoy en Andalucía hay 10 compañeros con cargos, ¿cómo van a hacer su trabajo de reconstrucción en barrios?, ¿habéis visto a algún intelectual trabajando en barrios en cuatro años de partido?».
«En el partido de la transparencia, el oficialismo es un invento para hacernos monolíticos. Para decir: tú eres malo y tú eres bueno. El pluralismo y la diversidad son malos. Todo lo pegado a Pablo Iglesias nos sirve, el resto es malo. Eso es un hooliganismo que raya al fascismo», censura este militante.
«Mesianismo»
Por su parte, José Honorio comenta que es «muy triste arroparse en el nombre del secretario general del partido para impulsar una candidatura de primarias. Eso se llama mesianismo y un partido que sigue a un único líder está destinado a acabar consigo mismo».
Este militante vasco cita la foto de Vistalegre 1 de la que sólo queda Pablo Iglesias. «El problema estriba en que los impulsores de este movimiento, que ha acabado siendo un partido político, se han ido automarginando o les han excluido. De la foto de los promotores de Podemos sólo queda Pablo Iglesias. Ese es el problema. La diversidad de pensamientos e ideologías se ha sustituido por el pensamiento único y eso provoca que Podemos vaya en caída libre. Eso se traslada a la sociedad y son votos que van a otros partidos políticos».
Ascienden los «lameculos»
Otro problema detectado por este miembro de Podemos es quiénes ascienden en el escalafón. «Gente que trabaja, que deja horas de su vida en hacer crecer este partido, les han mandado al ostracismo. A los trepas y los lameculos han subido a puestos de dirección. Gente que tenía que estar expedientada y expulsada por tener agresiones constatadas por la Policía, como es próxima a algunos líderes de Madrid, ni se abre la investigación», lamenta.
Sobre las acusaciones de pucherazo en las últimas primarias, este militante recuerda que «un analista informático en el programa que hacía el recuento encontró una aplicación que generaba DNI falsos. Eso quedó en el limbo judicial. Eso está verificado».
También lamenta que «Podemos nació como un partido confederal, pasó a ser federal y ahora ni eso. Se imposibilita federarse porque la marca se la queda Podemos. Madrid domina todos los territorios. Primero colocó gestoras y ahora controla todas las autonomías».
«Están a pillar un sillón, pegarse como una lapa a él y a hacer nada más. A los que trabajamos no nos dejan nada»
En la misma charla, otra inscrita de Podemos llamada Marisa reconoce su decepción con la lucha cainita entre las diferentes familias moradas. «Antes estaba en una de esas corrientes pero veo que no se saca nada. Es como una secta, ‘estos son malos, los otros también…’ Yo he venido a este partido a mejorar la sociedad, pero no nos están dejando», afirma. «Están a pillar un sillón, pegarse como una lapa a él y a hacer nada más. A los que trabajamos no nos dejan nada», lamenta esta militante.
Por su parte, Pilar Biarge comenta que desde Madrid se impuso una lista de candidatos para liderar Podemos Cataluña completamente desconocidos en las bases. «Los compañeros de Barcelona nos conocemos todos. Raro es cuando hay alguno que no conocía. Cuando vimos la lista de Cataluña estábamos anonadados. Vimos una endogamia que preocupa. Mi preocupación es cómo nos podemos desconocer entre nosotros y el nivel de agresividad tan grande entre las candidaturas más grandes. No lo he podido entender y por eso he dejado de votar a alguno de los que se presentaban», zanja esta activa militante morada.