CASTILLA Y LEÓN

Malestar en el PP con el excesivo protagonismo de García-Gallardo: «Es el chico de los líos»

PP Vox Castilla y León
Juan García-Gallardo y Alfonso F. Mañueco.

La última divergencia del ‘muchacho del lío’ como se conoce a Juan García-Gallardo, vicepresidente designado por Vox para ocupar la vicepresidencia del gobierno autónomo de Castilla y León, siempre acompañado de escándalo mediático, llevará a la dirección popular a reconsiderar los acuerdos adoptados en su día en Castilla y León, primer lugar en el que tocó poder el partido de Santiago Abascal.

En efecto. La enorme escandalera provocada por el anuncio del citado vicepresidente de que los médicos tendrán obligación de someter a las mujeres embarazadas, que quieran abortar, a un scanner para contemplar los latidos del feto está siendo hábilmente utilizada (incluso de forma torticera y manipuladora) por la izquierda en su conjunto a nivel nacional.

«Podría haber dicho que el Gobierno de Castilla y León concede el derecho a las mujeres embarazadas que lo deseen a oír los latidos del hijo que llevan dentro, en lugar de subrayar la ‘obligación’ por parte de los médicos a someter a sus pacientes a dicha prueba. Llueve sobre mojado», sustancia una alta fuente de la dirección regional del PP. «Es el chico de los líos…».

Al parecer, García-Gallardo, según fuentes populares, tenía enorme interés en apuntarse el tanto cuando, por sorpresa y teniendo al lado al portavoz oficial de la Junta, se apresuró a realizar el anuncio. «Ahora, durante semanas, el Gobierno y el resto de partidos de izquierda se están cebando en ese error de comunicación cuando la precampaña electoral coge aire. A partir de ahí, es muy fácil acusar al Partido Popular y a Vox de intentar poner coto al derecho de las mujeres, cuando en realidad el debate tendría que estar centrado en otras cuestiones como la situación económica o la entrega de Sánchez a la extrema izquierda y a los separatistas…», continúa la fuente consultada.

Los dirigentes de Vox creen que el partido coaligado en aquella tierra podrá decir lo que estime conveniente, pero nunca se atreverá a denunciar el pacto alcanzado tras las elecciones anticipadas por el presidente Alfonso Fernández Mañueco ante la certeza de que Ciudadanos con el que formó el anterior gobierno estaría pensando en presentar una moción de censura con el Partido Socialista y el resto de las fuerzas de izquierda con escaños en las cortes regionales.

Tras el 28-M

No son pocos los dirigentes del Partido Popular, dentro y fuera de la Comunidad, que ven con preocupación la deriva tomada por el socio en el gobierno de coalición. «Si Abascal no pone firme al joven García-Gallardo mucho nos tememos que aquello descarrile porque no podemos estar de sobresalto en susto…», sostiene una alta fuente de Génova 13. «El vicepresidente tiene un perfil diametralmente opuesto al del presidente Fernández Mañueco, persona templada donde los haya…».

En cualquier caso, para los populares en estos momentos lo esencial es centrarse en la campaña, extender el ‘efecto Sánchez’ por todos los pueblos y ciudades de España y alcanzar un resultado inapelable en las urnas. «A partir de ahí, Vox tendrá que hacerse cargo de su vicepresidente y el Partido Popular tomar nota de todo ello…», prosigue.

En realidad, los grandes asuntos de gobierno en Castilla y León, el presidente de la Junta los trata directamente con el presidente nacional de Vox. Como es el primer precedente de gobierno PP-Vox en Génova 13 se toma buena nota de sus posibles aliados en un equipo gubernamental con vitola nacional.

«No podemos darle el menor resquicio a Sánchez y su poderosa máquina mediática…», finaliza. Sobre todo de forma tan estulta. En este contexto, no puede olvidarse que el presidente del gobierno autónomo sigue contando con la posibilidad de disolver las Cortes regionales y volver a convocar elecciones anticipadas.

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