El juez del caso Villarejo archiva las investigaciones contra ‘Moncloa.com’ y ‘El Confidencial’
El juez Manuel García-Castellón ha archivado la investigación contra los medios Moncloa.com y El Confidencial porque "ejercían su derecho a la libertad de información"
El juez Manuel García-Castellón ha archivado la investigación abierta contra los medios Moncloa.com y El Confidencial porque «ejercían su derecho a la libertad de información», según ha explicado en el auto. Publicar audios grabados por el comisario jubilado José Manuel Villarejo no tiene por qué implicar una conducta delictiva, subraya en su resolución conocida este jueves.
En contra del criterio de la Fiscalía Anticorrupción, el juez instructor ha decidido archivar la pieza separada número 19 de la macrocausa Tándem –más conocida como caso Villarejo– al determinar que «ninguno de los informes aportados a la causa permite concluir un vínculo entre las grabaciones publicadas en los medios de comunicación y el comisario jubilado, más allá de intuir que este fue el autor de dichas grabaciones».
Además, se ampara en el artículo 20.1 de la Constitución al considerar que las informaciones referidas a Villarejo «despiertan un evidente interés informativo» y este tipo de noticias «pueden contribuir a la formación de una opinión pública libre». Por ello defiende que «el juicio de valoración que puede realizar un equipo de edición de un medio informativo a la hora de decidir publicar las grabaciones, quedaría amparado por el derecho a publicar la noticia y a comunicar libremente una información veraz con relevancia pública».
El magistrado no considera acreditado que exista una relación directa entre estos medios de comunicación y el comisario jubilado. Pese a ello, subraya que aun en el hipotético supuesto de que fuese el propio Villarejo –o personas cercanas a él– quienes hicieron llegar la grabación a un medio, «ello no impide» que éste pueda difundirla, pues «la decisión de hacerlo es legítima y está amparada por la Constitución».
Esta pieza se abrió en el mes de noviembre tras la publicación de unos audios que forman parte del material requisado a Villarejo. Pero «la investigación no ha permitido conocer de dónde provienen las grabaciones, puesto que los periodistas que las obtuvieron no están obligados a revelar su origen. El propio investigado Villarejo, en otras piezas instruidas en estas diligencias, llega a decir que dispone de varias copias de sus grabaciones, lo cual dificulta considerablemente la búsqueda del origen de las mismas», destaca el auto.