Entrevista al secretario de Organización del PSOE

José Luis Ábalos: «¿Aplicar el 155 en Cataluña? El PSOE estará con la legalidad, con toda, hasta el final”

José Luis Ábalos
José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, en la entrevista con OKDIARIO. (Foto y Vídeo: Francisco Toledo)

A José Luís Ábalos le ha llegado, tras 36 años de militancia socialista, su momento. Se ha convertido, de la mano de Pedro Sánchez, en el nuevo secretario de Organización del PSOE. Como portavoz provisional de su grupo parlamentario, fue la voz del sanchismo en su primer examen tras la reconquista de Ferraz. Pasó la prueba con nota. Es uno de los hombres fuertes de la nueva Ejecutiva, de los pocos que supieron tomarle el pulso a la militancia socialista. Sabe que les ha llegado la hora de la verdad y que, con una estructura a medio hacer, tendrán que ir definiendo un proyecto de izquierdas alejado del populismo. El coro desafinado que es, de momento, el PSOE no parece que esté ayudando. Atiende a OKDIARIO en la estación de Atocha, rumbo a Valencia. En su tierra se librará la primera batalla regional contra la vieja guardia.

P.- Usted fue de los pocos que creyeron en la resurrección de Pedro Sánchez. ¿Lo tuvo claro desde el principio?

R.- No fui de los pocos. Quizás fui, más bien, de los pocos con responsabilidad orgánica y de un grupo reducido de diputados. Pero era evidente que había miles de militantes y de españoles que aquello nos les pareció bien. Yo nunca pensé ni en la resurrección, ni en la victoria. Son de estas cosas que uno hace por convicción. Y, además, me reconfortó mucho poderme reconciliar con mi propio origen en el compromiso político.

P.- Bueno, es que usted siempre ha sido así…

R.- Un poco rebelde, sí. Pero es que, para ser socialista, hay que ser rebelde. ¿Se puede ser socialista y ser adocenado? Es difícil, contradictorio.

P.- ¿Cómo fue el Congreso? Hay compañeros suyos que dicen que han estado en entierros más animados.

R.- No sé quién ha dicho eso, seguramente alguien que sintió que se le moría algo. Yo no tengo esa percepción. Es verdad que en este congreso no pude estar, como me hubiera gustado, con los delegados y compañeros. He tenido otros congresos de poder compartir más, pero en este caso tuve que dedicarme a otras tareas. Pero tengo que decir que cada vez que me acerqué para estar con la gente, lo que vi fue mucha ilusión, mucho afecto. Ha sido el congreso con más emociones de los que yo puedo recordar. Y, sobre todo, algo muy importante en este congreso han sido los afectos, algo que a mí me parece esencial para generar proyectos de ilusión y de esperanza. A veces, decimos “hay que generar ilusión”, pero lo dicen como si extendieran una diligencia administrativa. Esto no es así, hay que armarlo de verdad. Ésta es la impresión que yo tengo del congreso. Es evidente que otras personas se sentirían muy incomodas, entre otras cosas, porque habían previsto otro final.

P.- Ahora toca gestionar la victoria. Óscar Puente ha dicho “los líderes regionales han caído en desuso” o que “la etapa de los barones ha sido un paréntesis en la historia del PSOE”. ¿No es muy fuerte decir esto en un partido federal?

R.- Si eso implica desterrar el concepto barón no me parece mal, porque creo que ni a los así llamados les gusta el término. Por tanto, si es un término que no convence ni gusta, cuando Óscar habla de desterrarlo, tiene razón. En el sentido del contenido, hay un mensaje que tiene que ver con que el Partido Socialista ha sido un partido federal, es cierto, pero es el Partido Socialista. Lo que quiero decir con esto es que no es la confederación de los partidos socialistas, aquella formación que hubo en los 70, la convergencia de partidos socialistas. Hay que tener una visión federal, una visión de España, y no un conjunto de liderazgos más preocupados por su territorio y menos en España. Y una cosa más. Se criticó mucho al PSC por hacer esto, pero hay mucho aspirante a superar al PSC.

P.- Ustedes han dicho que en los congresos regionales no van a proponer candidaturas alternativas. No obstante, sí parece que se hayan puesto en marcha algunas operaciones para desbancar a ciertos líderes regionales…

R.- Rotundamente, no.  Y, además, es muy ofensivo ese argumento.

P- Bueno, Ximo Puig ha dicho, incluso, que pueden estar poniendo en riesgo el Gobierno autonómico.

R.- Me parece muy ofensivo porque los compañeros que pueden ser candidatos, si realmente creen en las primarias, creen en las primarias. No puede haber primarias sin candidatos. O creemos o no creemos. Decir que alguien se presenta contra alguien, cuando hay concurrencia, es porque no estamos admitiendo el plano de igualdad desde el que deben plantearse unas primarias. La dirección federal no va a promover ni promueve a nadie por una cuestión elemental de neutralidad. Pero tampoco tenemos posibilidad. ¿Cuál es nuestra fuerza para lanzar a un candidato? ¿Qué control tenemos para poder condicionar? Es absurdo. Ahora bien, lo que no podemos hacer es vetar las aspiraciones de cualquier candidato. ¿Se nos está pidiendo eso, que no promovamos o que frenemos las aspiraciones de un candidato? Hay que ser claros. En todos estos procesos, son las propias direcciones regionales o nacionales, la federación, las que están convocando las primarias. Si era una broma, que no lo hubieran hecho. Tú no puedes invitar a participar en un proceso y, cuando a alguien le da por presentarse con mucho valor, decir que va contra alguien. Que directamente se carguen el procedimiento, no creemos en esto y ya está. Hay que recordar que éste es un procedimiento para elegir secretario general, al responsable del partido, no tiene nada que ver con el Gobierno autonómico, con la institución. Para eso, ya habrá otro proceso.

P.- Otro terremoto que han provocado ustedes tiene que ver con el concepto de la «plurinacionalidad». Es verdad que ustedes han dejado claro que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español. No obstante, desde el punto de visto del derecho político, todas las nacionalidades anhelan tener un gobierno propio. ¿No han abierto la caja de los truenos al introducir este concepto en el momento actual?

R.- Los conceptos siempre hay que matizarlos porque no siempre significan lo mismo. Nosotros entendemos que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español y no creemos en el derecho de autodeterminación. Por lo tanto, cualquier reconocimiento a la singularidad de una comunidad y el respeto al sentimiento nacional que pueden tener algunos pueblos, creemos que no debe implicar necesariamente una traslación al ámbito jurídico-político, pero sí significa avanzar en el autogobierno.

P.- Y el ejemplo de Bolivia…

R.- Yo imagino que fue por situar las diferentes acepciones del termino ‘plurinacional’.

P.- En Bolivia hay 36 nacionalidades, algunas de ellas con una treintena de miembros.

R.- Bueno, el termino ‘plurinacional’ en Bolivia tiene que ver con el indigenismo. Es el país, en América del Sur, con mayor indigenismo y, además, son culturas que han estado muy marginadas. En todo caso, es otra realidad. España tiene un acerbo institucional muy importante. Yo he estado predicando por América Latina, he sido consultor en fortalecimiento institucional y he desarrollado mucha capacitación paseando la experiencia española como exitosa: el modelo de transición política y el modelo de descentralización. Para nosotros ha sido un éxito, pero no por eso ya es la obra final. Para que siga constituyéndose como un éxito y una experiencia trasladable o admirable, tenemos que seguir desarrollándola. Buena parte de nuestro éxito fue no cerrar la cuestión. Nuestra Constitución no estableció un modelo de descentralización cerrado, ni siquiera los constituyentes pudieron adivinar dónde íbamos a llegar. Hemos llegado a ser uno de los países más descentralizados, pero no porque en principio lo pensáramos así. Ese modelo abierto tiene la gran ventaja de haber dejado al consenso, a la negociación política y a la participación el éxito de este proceso. Y yo planteo, ¿por qué no, ahora, arriesgar nuevamente con lo que fue un éxito?

P.- Pedro Sánchez llamó a Rajoy, en un gesto muy elogiado, y le ofreció su apoyo frente al órdago independentista. No obstante, estos días Núria Parlon ha dicho “haremos todos los esfuerzos necesarios, si hace falta apelando a la comunidad internacional, para evitar una suspensión de autonomía” o “no estamos de acuerdo con la suspensión de autonomía, queremos una solución política negociada”. Parece un apoyo muy condicionado. ¿Qué va a hacer el Partido Socialista si llegamos a ese escenario?

R.- Cuando decimos que vamos a estar con la ley en defensa del Estado de Derecho —que no es lo mismo que decir que vamos a estar con el Gobierno, estaremos con el Gobierno en la medida que el Gobierno esté también con la ley—, implica hasta el final. El compromiso con la legalidad es hasta el final, e incluye toda la aplicación de la ley. Ahora bien, yo creo que no hay que llegar a esa situación. Y además creo que el Gobierno piensa la mismo. Por lo tanto, no adelantemos dramatismos. Ahí, el Gobierno está siendo prudente.

P.- Más que Alfonso Guerra.

R.- Mire, si algo nos caracteriza, es que aquí todo el mundo tiene una opinión y la quiere dejar patente. Éste es un partido rico en opiniones personales [risas]. No es la primera vez que lo dice, lo dijo hace tiempo. Yo creo que, cuando el Gobierno tuvo conocimiento del anuncio de la fecha del referéndum, lo abordó con mucha prudencia. Y nosotros también. Ésa va a ser la línea porque no se trata de buscar el enfrentamiento ni caer en las provocaciones. Núria ha hecho esas declaraciones, yo las leí y me parecieron muy bien, pero lo que no acabé de entender es lo de la comunidad internacional. No tiene sentido, este país no necesita ninguna presencia internacional.

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