Ayuso quiere dar entrada en su Gobierno a caras nuevas de la sociedad civil

Isabel Díaz Ayuso, nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, revelará el próximo lunes el nombre de sus consejeros. Hasta entonces, las quinielas sitúan ya a nombres fuertes como el de Javier Fernández-Lasquetty, actual jefe de gabinete de Pablo Casado, y David Pérez, número dos en las listas a la Asamblea, ex alcalde de Alcorcón y muy próximo a Ayuso. Pero la nueva presidenta madrileña quiere sorprender también en su apuesta final, incorporando, según fuentes de su entorno, a voces representativas de la sociedad civil. La idea es aunar «experiencia de gestión» con «caras nuevas», concuerdan estas fuentes.

Existe un blindaje total en torno a las carteras del futuro Ejecutivo y de ahí que las especulaciones se hayan disparado, en plena actividad en la Asamblea para investir a la candidata del PP. Ayuso recabó este miércoles los votos de Ciudadanos y de Vox para erigirse al frente de la Comunidad, en un mandato que dotará de un «perfil moderado y liberal», según su entorno.

Ayuso, según estas mismas fuentes, diseña de primera mano su futuro Gobierno, aunque con la complicidad de Pablo Casado. Fernández-Lasquetty, buen conocedor de la política regional -fue consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre- cumple con la apuesta por la tradición de partido y se haría cargo de Presidencia.

Pérez, por su parte, podría dirigir una cartera poderosa y de ‘nueva’ creación: Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo. Una apuesta especial de Ayuso y Casado con la que pretenden revitalizar el compromiso del partido con las víctimas de la barbarie terrorista. Al frente de Hacienda se colocará también a un peso específico, y con acreditada experiencia de gestión. No en vano, el departamento tiene a cargo más de 20.000 millones de Presupuesto.

Al PP, en virtud del reparto con Ciudadanos, le corresponderán además las competencias de Sanidad, Educación, Vivienda y Medio Ambiente. A los de Rivera les corresponde, entre otras, Transporte, para la que suena con insistencia Ángel Garrido, el ex presidente ‘popular’ que, en abril y por sorpresa, se incorporó a las listas de la formación naranja.

Ayuso fue investida este miércoles con 68 apoyos, frente a los 64 de la izquierda, y después de que el partido de Santiago Abascal renunciase a varias de sus medidas más polémicas -como la derogación de determinados artículos de las leyes LGTBI- para facilitar el acuerdo con Ciudadanos. Será el primer Gobierno de coalición en la Comunidad madrileña.

La dirigente del PP promete cumplir la totalidad del acuerdo de medidas firmado con Ciudadanos y también con Vox. Rocío Monasterio, líder de esta formación, había condicionado el apoyo a un compromiso más firme de Ayuso, que quería escuchar este miércoles.

Finalmente, y sobre el guión previsto, el partido dio sus votos, aunque avisó de que a partir de hoy comienza su trabajo de oposición. «No somos unos chantajistas, pero tampoco aceptamos chantajes», aseveró rotunda, en su intervención en la Asamblea madrileña. Como medidas urgentes, Vox reclama una «racionalización» de la Administración y una auditoría de las subvenciones para  «limpiar la ciénaga y desmontar chiringuitos». 

Por su parte, Ciudadanos ha rebajado también su inicial rechazo a los de Abascal. En su turno, el portavoz, Ignacio Aguado, consideró que «Vox presentó un documento para esta legislatura con propuestas que son perfectamente asumibles por el futuro Gobierno regional».  «Eso es lo que nos ha traído aquí», ha recordado.

Ayuso se pondrá en marcha cuanto antes para empezar a aplicar un ambicioso programa, que desgranó este martes en su discurso de candidata. Entre las medidas, promete la «mayor rebaja de impuestos de la historia de Madrid».