Condena histórica en el fútbol español. La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a un año de prisión por un delito de odio a cada uno de los cinco acusados de insultar a Vinicius en el partido que Real Valladolid y Real Madrid jugaron el 30 de diciembre de 2022 en el Estadio José Zorrilla. Los insultos, entre otros, fueron «hijo de puta», «puto mono», «negro» o «puto marica»
La condena es histórica porque, tal y como indica la Liga, que fue quien interpuso la denuncia, esta es la primera sentencia en España que condena los insultos racistas en los estadios como un delito de odio.
Los encausados han vuelto a ratificar este miércoles que asumen esa pena de un año de cárcel tras el acuerdo al que llegaron las partes, tras lo que el magistrado presidente de la Sala ha adelantado el fallo de la resolución judicial. Esta pena de prisión para cada uno de los cinco aficionados del Real Valladolid fue la petición que había hecho la Fiscalía.
Los cinco individuos han asumido la pena de un año de prisión por un delito de odio y el pago de una multa de 1.620 euros por persona. Los hechos ocurrieron durante el encuentro entre el Real Valladolid y el Real Madrid, en diciembre de 2022. En torno al minuto 88 de ese partido, cuando el jugador brasileño se dirigía al banquillo visitante por la zona exterior del terreno de juego (tras ser sustituido), los ya condenados profirieron las expresiones insultantes.
Esos insultos contra Vinicius, «proferidos con la indudable intención de humillar y lesionar la dignidad del jugador por evidentes motivos racistas, resultaron documentados por varias grabaciones efectuadas por aficionados que presenciaban el encuentro desde distintos puntos del graderío» y fueron publicadas en redes sociales.
Tales expresiones tuvieron gran repercusión pública a nivel nacional e internacional y dieron lugar a la apertura frente a los acusados de expedientes administrativos de sanción actualmente suspendidos por la Comisión Estatal Contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.
Vinicius ha renunciado a ser indemnizado, mientras que los acusados han presentado un escrito reconociendo los hechos con el componente racista de sus expresiones y disculpándose. Por acuerdo con las acusaciones, han asumido no acudir a partidos de fútbol en estadios públicos durante el periodo de suspensión de la condena.
Los hechos constituyen cinco delitos de odio y contra la discriminación, por lo que cada encausado ha sido condenado a un año de prisión. Además, cuatro de los cinco procesados deberán abonar una multa de nueve meses a razón de seis euros diarios -1.620 euros-, y el quinto una multa de nueve meses a razón de cuatro euros -1.080 euros-.
La Audiencia impone también la inhabilitación especial para profesión u oficio educativos, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo superior a tres años a la duración de la pena de privación de libertad. El tribunal ha suspendido la ejecución de la pena de cárcel a petición de las partes durante tres años, periodo en el que los encausados no podrán volver a delinquir, deberán estar a disposición del tribunal y comunicar cualquier cambio de domicilio.
Esta es la primera sentencia en España que condena los insultos racistas en los estadios como un delito de odio, algo que celebra la Liga, que fue quien denunció estos insultos. «Esta resolución judicial representa un hito sin precedentes en la lucha contra el racismo en el deporte en España, que hasta ahora había conocido sentencias por conductas contra la integridad moral, con la agravante de racismo. El hecho de que la resolución mencione expresamente el delito de odio asociado a los insultos racistas refuerza el mensaje de que la intolerancia no tiene cabida en el fútbol», señala la Liga.
Cabe recordar que esta no es la primera sentencia por insultos racistas en un estadio -ya fueron condenados tres aficionados del Valencia también por insultar a Vinicius-, pero sí es la primera vez que se recoge el delito de odio.