Irene Montero: «Errejón no conoce a mis hijos, ya no hay amistad porque a un amigo no se le engaña»

Evole
Inés Arrimadas e Irene Montero, en el programa de Jordi Évole.

Íñigo Errejón aún no ha dormido en la casita de invitados de Villa Tinaja y tampoco se le espera. Irene Montero se ha sincerado este domingo y ha reconocido que el antiguo número 2 de Podemos aún no conoce a Leo y Manuel, los gemelos nacidos el pasado verano, porque su amistad con Pablo Iglesias está completamente rota. Ni le han invitado al bautizo (o su equivalente podemita) ni le han nombrado padrino. El fin de una larguísima amistad.

«No, Íñigo no conoce a mis hijos. Bueno, hay mucha gente que no los conoce porque somos muy cuidadosos con esas cosas», se ha excusado Montero. Y luego lo ha aclarado todo: «Ahí ya no hay amistad, porque a un amigo no se le engaña. El propio Íñigo lo ha dicho: ha trazado un plan para montar otro partido y se lo contó a Pablo cinco minutos antes. Pero bueno, a veces el engaño es un operador político». Casi siempre.

Irene Montero ha hecho estas declaraciones en el programa Salvados de Jordi Évole, durante un cara a cara con la líder de Ciudadanos (C’s) en Cataluña, Inés Arrimadas. Durante algo más de una hora, ambas políticas han hablado sobre la maternidad, el feminismo, las «granjas de mujeres», la subida del recibo de la luz, el golpe de Estado en Cataluña y su gusto compartido por las canciones de Extremoduro.

La portavoz de Podemos ha asegurado que desde que vive en el casoplón ilegal de La Navata paga más de 100 euros al mes de factura de la luz y ha añadido que paga 900 euros de hipoteca. Sólo ha dicho una media verdad, claro: ella y Pablo Iglesias pagan 1.800 euros al mes de hipoteca, pero decirlo así queda poco proletario. Inés Arrimadas ha explicado que hasta ahora pagaba 900 euros de alquiler, pero su casero se lo ha subido a 1.350.

«Niños comprados en granjas de mujeres»

Durante el debate ha habido momentos de tensión y algún golpe bajo: «Seguro que a Inés le habrán dicho muchas veces que se le va a pasar el arroz para tener hijos», ha comentado la portavoz de Podemos. A cambio, ha reconocido que muchas veces la han llamado «mujer florero» por ser la novia del líder del partido. «A mí nunca me lo han dicho», ha replicado Arrimadas.

Al menos, ambas han estado de acuerdo en que la baja natalidad es uno de los problemas más graves de la sociedad española. Pero no en cómo resolverlo. Irene Montero se ha mostrado «radicalmente en contra» de regular los llamados vientres de alquiler: «Yo puedo empatizar mucho con el deseo de esas familias, pero un deseo no puede convertirse necesariamente en un derecho», ha argumentado, «hay países que tienen granjas de mujeres pobres gestando niños a cambio de dinero».

Inés Arrimadas ha encontrado brutal esa imagen: «¿Tú le dirías a un niño que fue comprado por sus padres en una granja de mujeres? Me parece brutal, aunque entiendo que todo lo nuevo os da miedo». Irene Montero se ha puesto nerviosa: «¿Por qué me habla con esa prepotencia, Inés? No hace falta que me hables así».

En otro momento, Arrimadas ha ironizado sobre las soluciones mágicas que propone Podemos, y que no hacen sino agravar los problemas: disparar cerca de un 30% el Salario Mínimo Interprofesional (lo que destruirá más de 125.000 empleos, según el Banco de España), limitar por Ley el precio de los alquileres (lo que restringirá aún más la oferta) o dar «una paguita», la renta básica universal, a todo el mundo. «Ojalá hubiera una solución mágica para pinchar la burbuja del alquiler», ha señalado la presidenta de Ciudadanos en Cataluña, «pero todas esas medidas que proponéis son la antítesis de cómo funciona el mundo».

«Junqueras es un preso político»

Irene Montero ha añadido otra solución mágica: vincular la subida de las pensiones al IPC, aunque eso implique tener que recortar un 20% la pensión a quien comience a cobrarla dentro de 10 años.

Tras decretar la «alerta fascista» contra Vox y criminalizar a Ciudadanos por su pacto en la Junta de Andalucía, Montero ha asegurado que está dispuesta a sentarse a negociar con Vox: «Claro, hablaré hasta con el mismísimo demonio si es necesario», ha afirmado, «hasta con un líder político que está en la cárcel tengo que hablar. En eso Pablo ha sido ejemplar».

«¿De verdad crees que hay que negociar los Presupuestos en la cárcel?», ha replicado Arrimadas, «los Presupuestos Generales del Estado no los puede decidir Junqueras desde la cárcel». La portavoz de Podemos ha insistido en calificar de «presos políticos» a los golpistas que cumplen prisión preventiva: «Junqueras está en la cárcel por hacer política, en España hay gente en la cárcel por haber defendido una idea política».

El conductor del programa, Jordi Évole, ha zanjado la cuestión de Cataluña para no incomodar a la portavoz de Podemos. Irene Montero ha argumentado que la victoria electoral de Bolsonaro en Brasil es «un golpe de Estado blando» y la proclamación de Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, reconocido por toda la comunidad internacional, también.

«Cataluña también es plurinacional»

En cambio, que Puigdemont se sirviera de un cuerpo de 17.000 agentes de los Mossos d’Esquadra para celebrar un referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional y a continuación declarara la independencia de Cataluña es, en opinión de Montero, «un problema político que debe resolverse por la vía política: votando». Es decir, con otro referéndum ilegal de independencia, como reclama Quim Torra.

Montero ha rematado su argumento con la siguiente reflexión: «España es un Estado plurinacional, y Cataluña también es plurinacional, porque hay gente que se siente española».

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