Grupos de radicales y negacionistas ‘incendian’ Bilbao en protesta contra el toque de queda
Grupos de radicales y negacionistas provocaron anoche graves disturbios en Bilbao en una protesta contra el toque de queda y las restricciones decretadas por el Gobierno de Iñigo Urkullu al amparo del estado de alarma para contener la expansión del coronavirus. Los incidentes se saldaron con seis detenidos.
Los manifestantes -entre 200 y 300- prendieron fuego a nada menos que 25 contenedores de basura en el centro de la ciudad y lanzaron objetos a la Policía. Los hechos comenzaron a las 21.30 horas en la Plaza Indautxu de la capital vizcaína, donde se congregaron varias decenas de personas bajo gritos de: ‘Libertad’. La convocatoria, no comunicada a la Ertzaintza, había sido organizada a través de las redes sociales.
En la protesta se mostraron pancartas contra la «represión» y el «toque de queda». Cuando los ertzainas procedieron a identificar a los asistentes se produjeron los disturbios, que se extendieron más allá del barrio de Indautxu de la ciudad.
Los enfrentamientos se han extendido desde la plaza de Indautxu hacia la Gran Vía y las calles Ercilla y Henao, en un recorrido en el que grupos de jóvenes encapuchados han prendido fuego a los contenedores que encontraban a su paso.
Ante estos incidentes y «la actitud violenta» de quienes participaban en la protesta negacionista, la Ertzaintza tuvo que intervenir con contundencia. Los agentes detuvieron a seis personas, según ha informado el Departamento de Seguridad del Ejecutivo vasco.
Atentado contra la autoridad
Según ha informado el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, los arrestados están acusados de desórdenes, atentado contra la autoridad e incumplimiento de las medidas de seguridad decretadas para evitar la propagación de la covid-19. Además, otras tres personas han sido imputadas, aunque no fueron conducidas a comisaría.
El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha admitido que las medidas que se han adoptado en esta comunidad «son bastante restrictivas» porque el toque de queda nocturno va a suponer que, de las 23.00 horas a las 6.00 horas, «no va a haber ninguna actividad en la calle», cuando en verano se produjeron «algunos brotes muy delicados» procedentes del ocio nocturno. También ha citado, entre otra de las medidas «importantes», la de no poder salir del término municipal.
Josu Erkoreka cree que en el Estado español «hay un tronco común» a la hora de hacer frente a la pandemia, pero la diferencia respecto al régimen que estuvo vigente entre los meses de marzo y junio pasados es que, entonces, era «uniformizante» porque «no había espacio» a que cada comunidad pudiera optar «por enfocar de manera autónoma la lucha contra la pandemia».
Sin embargo, ha señalado que ahora «hay un tronco común mínimo y el Estado pone a disposición de las comunidades autónomas una serie de instrumentos» como el estado de alarma para que las autonomías tomen las medidas que consideren en base a su realidad epidemiológica, sin que los tribunales se lo impidan, como ha sido el caso del País Vasco. «Eso es positivo», ha afirmado.
Sobre el hecho de que se haya procedido en el País Vasco al confinamiento de todos los municipios, ha recordado que la Comunidad Autónoma Vasca «es muy pequeña», y ha apuntado que el flujo cotidiano de personas «es inmenso entre territorios». «En un país tan pequeño, con una movilidad humana tan grande, se puede justificar perfectamente que las medidas que se adopten, por lo menos para los primeros quince días, sean uniformes», ha apuntado.