La Generalitat ordenó a los Mossos echar a la Policía porque eran “agentes hostiles”
La Generalitat ordenó a los Mossos echar desde “el día uno de la independencia” a la Policía. Porque, según sus explicaciones, eran “agentes hostiles” dispuestos a aprovechar la “vulnerabilidad” del “proceso de transición”.
La descripción de la estrategia aparece recogida en un correo de Josep Lluís Salvadó Tenesa que fue remitido a la Vicepresidencia Económica y Secretaría de Hacienda de la Generalitat, el departamento bajo el mando de Oriol Junqueras. El correo, en manos ya de la Guardia Civil y al que ha tenido acceso OKDIARIO, está fechado el 6 de septiembre del pasado año, es decir, justo antes de la negativa de los Mossos a ayudar a los Guardias Civiles en el registro judicial al Departamento de Economía. Y justo antes de las reticencias a aceptar el mando coordinado del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos que impuso la Justicia.
El mail de Salvadó Tenesa puede ser decisivo a la hora de juzgar si los Mossos tuvieron una actitud de omisión de su deber por la falta de “coordinación” de los agentes nacionales –como acaba de asegurar el ex mayor de los Mossos Trapero– o si, por el contrario, es que contaban con órdenes para desafiar la legalidad porque se encontraban inmersos en el golpe separatista.
El mail fue enviado con un archivo adjunto. Un documento titulado ‘La seguridad de la república catalana: primeros planteamientos’. Bajo ese título se recogían una serie de indicaciones para la fase de “transición”. Y es ahí donde Salvadó Tenesa aclara el planteamiento estratégico con respecto a los Mossos.
“Riesgo y amenazas el proceso de transición”. Así se denomina ese apartado del documento. Y allí se puede leer –como destaca el documento que hoy muestra este diario– que “mientras que la República Catalana puede tener amenazas similares a las de sus vecinos, durante el proceso de transición nacional pueden surgir o intensificarse algunas”. Por ello, “durante la transición las fuerzas de seguridad asumirán las competencias que actualmente [en septiembre de 2017] recaen sobre el Estado español para garantizar que no haya problemas en este ámbito”, apunta el texto.
Y es en ese momento donde directamente califica a los agentes nacionales de “agentes hostiles”: “Es necesario que se haga un proceso conducido de manera correcta para que los agentes hostiles no puedan aprovecharse de las vulnerabilidad de la transición”, añade el documento. Una tarea que considera necesaria “desde el primer día de la independencia”. Es decir, desde la declaración unilateral de la independencia.
Salvadó Tenesa recuerda que el resto es dejar sin eficacia a los “7.000 agentes estatales entre Policía Nacional y Guardia Civil”.
Las indicaciones fueron trasladadas por mail en la primera semana de septiembre. Y hoy en día una de las preguntas a las que debe dar respuesta la Justicia es si los Mossos actuaron sin órdenes de desobedecer a la Justicia y a la ley, o, por el contrario, lo hicieron por indicaciones de sus superiores en la Generalitat.
Pues bien, otro de los párrafos del mail vuelve a recordar que “para poder hacer frente a las situaciones diversas relacionadas con la seguridad, la República habrá de llevar a cabo determinadas actuaciones” para asumir rápidamente las funciones y competencias que ostentan los agentes del “Estado español”.
A partir de ahí es historia. Historia plasmada en informes también en poder de la Guardia Civil, como ha adelantado OKDIARIO. Informes que revelan que el mayor Josep Lluís Trapero dio órdenes a los Mossos de espiar, informar y delatar cada movimiento que realizase la Policía Nacional y la Guardia Civil el 1-O. Que las consignas de los agentes autonómicos no eran estar atentos al referéndum ilegal pese a las exigencias del TSJC sino que su obsesión era controlar al milímetro cada paso que daban los agentes enviados desde el resto de España para poder informar a su cúpula y evitar la eficacia del operativo nacional que pretendía paralizar el golpe separatista.