El relato de Pérez de los Cobos ante el juez que retrata a los Mossos el 1-O
El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, responsable del dispositivo de coordinación para impedir el referéndum del 1 de octubre, relató el pasado jueves en el Tribunal Supremo el cúmulo de actuaciones de los Mossos d’Esquadra para «conducir al éxito» la jornada de votación suspendida por los tribunales, destacando que la policía catalana realizó contravigilancias y chivatazos.
En su relato, reflejado en el auto por el que el juez del Supremo Pablo Llarena rechaza la excarcelación del exconsejero del Interior Joaquim Forn, el coronel y alto cargo del Ministerio del Interior reveló que fue informado de que se dispusieron patrullas de la policía catalana para vigilar los movimientos y la actuación de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
Esto dio lugar a que «en muchos de los centros de votación a los que acudieron los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, estaban ya prevenidos de su llegada». También aludió a la «inhibición» de los mossos en aquellos centros de votación que cerraron al mediodía del 1 de octubre para que los integrantes de la mesa pudieran comer, «sin que los agentes hicieran nada para requisar el material ni para impedir la reapertura del centro en las horas de la tarde».
«Ineficacia del dispositivo» de los Mossos
La tesis de Pérez de los Cobos es que el entonces consejero de Interior Joaquim Forn ejerció su «poder político» con el fin de «aprovechar el dominio orgánico y funcional sobre el cuerpo de agentes para conducir las actuaciones policiales al éxito del referéndum del que dependía la declaración de independencia, en vez de al cumplimiento de las muchas resoluciones judiciales que se dictaron para salvaguardar el orden constitucional y legal».
«Como ejemplificación de la ineficacia del dispositivo de la policía autonómica», Pérez de los Cobos resumió que mientras que la Policía Nacional y la Guardia Civil lograron cerrar más de 200 centros de votación en la mañana del día 1 de octubre, los Mossos no cerraron ninguno en esa mañana, «limitándose su intervención a documentar algunos cierres una vez terminada la votación y el escrutinio».
Según la información de Pérez de los Cobos, coordinador del 1-O por mandato del TSJ de Cataluña, «la actuación del cuerpo autonómico estuvo siempre orientada a aparentar una voluntad de cumplimiento de las decisiones judiciales, pero poniendo en marcha un plan que impedía su observancia».