La Generalitat exigirá hablar sólo en catalán a los bebés «desde cero años» para que «lo usen cuanto antes»
La obsesión de la Generalitat por marginar el español en las aulas de Cataluña no tiene fin. El Gobierno independentista está dispuesto a aniquilar su presencia en los colegios, incluso para aquellos alumnos que tienen reconocido el derecho a recibir el 25% de las clases en castellano. Pero va más allá y, en su imposición del catalán, el Govern quiere que esta lengua se aprenda desde el primer contacto de los pequeños con el sistema educativo.
Para la aplicación de sus medidas, la Generalitat se apoya en el informe elaborado por el Consejo Lingüístico Asesor (CLA), un órgano creado por el departamento de Educación para reafirmar la vehicularidad del catalán en los centros escolares. Entre las propuestas se insiste en que la «lengua de acogida» en la «etapa de cero a seis años» debe ser el catalán «para iniciar, lo antes posible, a todo el alumnado en el conocimiento y el uso de la lengua catalana». Igualmente, se pide utilizar esta lengua para que los niños aprendan a leer y escribir. Toda una estrategia para fulminar el español ya desde el mismo jardín de infancia.
El consejero de Educación de la Generalitat, Josep González-Cambray, ya aseveró este miércoles que el próximo curso no habrá porcentajes para el uso de las lenguas en el aula, lo que implicará que no se respete ni siquiera el 25% de las clases en español en aquellos colegios que lo tienen reconocido por los tribunales, como el de Canet de Mar (Barcelona). En este centro, un niño sufrió el hostigamiento separatista por pelear en la Justicia su derecho a recibir parte de la enseñanza en castellano. En Cataluña hay 47 aulas en las que se imparte español gracias a la batalla judicial emprendida por las familias para defender sus derechos lingüísticos.
Los separatistas han ido maniobrando para eludir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a impartir un porcentaje de horas de clase en español. Para ello, el Govern aprobó hace unas semanas un decreto que fija explícitamente la «inaplicación» de porcentajes en el uso de lenguas en la enseñanza, lo que obliga a los centros a adaptar su proyecto lingüístico a la imposición del catalán.
Persecución
La Generalitat, como avanzó OKDIARIO, vigilará también el uso del catalán fuera de las aulas, en espacios como el patio, el comedor o las actividades extraescolares. Lo hará a través de un plan piloto que este año se ha estrenado en 200 centros para reforzar su uso en todos los ámbitos educativos, con la idea de que en los próximos tres cursos se extienda a 3.000 centros más. El plan se basa en «grupos impulsores» del catalán, integrados sobre todo por profesores, encargados de vigilar las actividades lectivas y lúdicas.
Y es que el Gobierno independentista quiere controlar al milímetro la aplicación de sus mandatos lingüísticos. Recientemente, ya remitió unas instrucciones a los colegios para conocer si su proyecto evitaba «la utilización de porcentajes en la enseñanza y el uso de las lenguas» o si contemplaba el catalán «como lengua normalmente utilizada como lengua vehicular y de aprendizaje».
En el informe del Consejo Asesor se lamenta también que «la situación del catalán fuera del ámbito educativo hace imposible que el sistema alcance los objetivos» de promoción del catalán.
Por ello, consideran que «es necesario un esfuerzo especial en la etapa obligatoria, porque es en la que participan todos los estudiantes, pero sin olvidar la etapa de 0 a 6 años».
El informe asevera asimismo que «la lengua docente no puede ser una elección personal», obligando a los profesores a ajustarse al proyecto lingüístico del centro en todas sus intervenciones, lo que, en la práctica, supondrá hablar siempre en catalán. Los docentes serán evaluados para conocer su formación lingüística.