La Generalitat engorda un 26% el gasto para imponer el catalán mientras hunde un 38% las ayudas al empleo
El Gobierno independentista dedica un millón a la semana a promocionar la lengua catalana
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Los independentistas que controlan la Generalitat ya se gastan cada semana un millón de euros de dinero público para imponer el uso del catalán. En el primer semestre de este año la factura ha alcanzado los 24 millones de euros, de nuevo una cifra de récord, fruto de la continua escalada del gasto público que dedica Cataluña a sus políticas identitarias ligadas a su particular deriva secesionista. El independentismo que gobierna la Generalitat deja a las claras cuáles son sus prioridades de gestión: ha disparado un 26% el gasto para promocionar el catalán al mismo tiempo que hunde un 38% los fondos destinados al fomento del empleo en esta comunidad autónoma.
Los datos los reconoce el propio Ejecutivo de Pere Aragonés en sus informes periódicos de contabilidad, a los que ha tenido acceso OKDIARIO. Según estos registros, durante el primer semestre de este año la Generalitat ha engrasado la maquinaria lingüística al servicio del separatismo con 5 millones de euros más de gasto que en el mismo período de 2022 para imponer el catalán. Sin embargo, el dinero que el Gobierno de Cataluña dedica a incentivos para el fomento del empleo lo ha recortado en 91,3 millones de euros, lo que supone un recorte del 38,5%.
Entre tanto, el Gobierno catalán dirigido por la ERC de Pere Aragonés continúa alimentando sus arcas con las privilegiadas inyecciones de capital que le llegan desde La Moncloa. Sus pactos con Pedro Sánchez le garantizan un flujo continuo de fondos públicos estatales, por la vía de las transferencias y de los créditos del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica), sin los que le resultaría imposible mantenerse a flote. La Generalitat, tras décadas de gasto disparatado, vio cerrado su acceso a los mercados de deuda pública. Incapaz de financiarse por sus propios medios, su déficit creciente cae de lleno sobre las espaldas del conjunto de los españoles.
ERC y Junts centran ahora su atención en su sueño independentista, mientras quedan relegadas las políticas socioeconómicas del Gobierno catalán. El hundimiento del gasto en fomento del empleo es un notorio botón de muestra, mientras los secesionistas sacan pecho marcando como prioridad doblegar al Estado a través de un pacto con Pedro Sánchez que les garantice una ley de amnistía para los golpistas del separatismo y un referéndum secesionista.
336.800 catalanes en el paro
Mientras tanto, la creación de empleo queda relegada en la agenda de la Generalitat. Las cuentas oficiales del propio Gobierno catalán son elocuentes: de los 1.425 millones que consignó en sus Presupuestos para el presente ejercicio para incentivar la ocupación en Cataluña, en seis meses sólo gastó el 10%, apenas 146 millones de euros. Todo ello en una comunidad autónoma que tiene 336.800 ciudadanos en el paro, lo que supone una tasa de desempleo de más del 8%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el INE.
El escuálido grado de ejecución de las partidas presupuestarias reservadas a fomento del empleo contrastan con la agilidad y puntualidad con la que la Generalitat gasta el dinero que consignó en sus cuentas de este año para seguir expandiendo e imponiendo el uso del catalán. De 52,4 millones que reservó para este concepto en los Presupuestos de Cataluña de 2023, a 30 de junio ya había gastado 24 millones. Es decir, prácticamente la mitad en medio año, lo que supone un grado de cumplimiento presupuestario que difícilmente se encuentra en otras partidas gestionadas por el Gobierno independentista.