Gota fría en Málaga

Estepona hace recuento de daños después de uno de los peores temporales de su historia

Es la peor gota fría vivida en la provincia de Málaga en 20 años

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Camión de Bomberos accidentado en Málaga (Foto: EFE)

Estepona intenta recomponerse hoy de uno de los peores temporales de su historia, dos jornadas trágicas en la provincia de Málaga, en las que las lluvias se cobraron la vida del bombero José Gil, desbordaron ríos y devastaron zonas de otros municipios como Campillos, Teba, Ronda, Alpandeire o Yunquera.

Desbordado el río padrón

En poco tiempo, el río Padrón se desbordó por completo y arrastró hacia el mar todo lo que encontraba su paso, como postes del tendido eléctrico, árboles, muros, marquesinas y lo más importante: la única carretera que da acceso a la urbanización Forest Hill.

Una urbanización construida en pleno boom inmobiliario, ubicada en la montaña y a más de 11 kilómetros del centro de la ciudad, en la que vivir en plena naturaleza era el reclamo de una zona que no ha terminado de captar a compradores y que se sustenta con alquileres a bajos precios.

Actualmente, viven en la zona unas 2.000 personas que ayer quedaban incomunicadas y sin suministro eléctrico, una complicada situación a la que el Ayuntamiento trató de poner solución habilitando un acceso alternativo por una finca privada.

Testimonios de la inundación

«Pasamos mucho miedo, yo tengo 70 años y nunca he visto esto, a veces el río ha crecido, pero no así, esto es una cosa inaudita. El agua ha arrasado con todo: casas, huertos, hasta la carretera. Esto es increíble», comenta a Efe Ildefonso Díaz, propietario de una finca junto al río Padrón, que asegura que su casa no ha sufrido daños porque es una construcción «muy antigua».

El agua devastó todo a su paso, y los operarios municipales, de la Junta de Andalucía y los propios vecinos tratan hoy de devolver la normalidad a las zonas afectadas, que en algunas ocasiones tardarán meses en recomponerse.

«Fue el diluvio universal, el agua llegaba a la copa de los árboles, en mi finca se inundó todo, hace unos años hubo una riada, pero nunca ha sido así, en mi parcela el muro de contención ha quedado destrozado y aún no tenemos luz en la vivienda», lamenta Antonio Macías, otro de los vecinos afectados.

El río Guadalmansa también se desbordó por completo y arrasó todo a su paso, y los trabajadores y clientes del vivero Agrojardín, ubicado a escasos metros de su caudal, pasaron momentos de tensión viendo como el agua se acercaba a las instalaciones y tratando de impedirlo colocando numerosos sacos de abono para plantas a modo de dique de contención.

El fuerza del agua era tal que arrastró a una familia que circulaba con su vehículo por la vía aledaña al río, y la rápida actuación de los servicios de emergencia hizo que salieran ilesos, pero del miedo aún no se han librado.

El puerto deportivo, las oficinas de la Policía Local, un centro de salud, las principales avenidas de la ciudad y los aparcamientos subterráneos, todo quedó cubierto de agua, en una mañana de intensas precipitaciones que dejó más de 140 litros por metro cuadrado en poco tiempo.

Hoy, 24 horas después del temporal, el municipio trabaja intensamente para retomar poco a poco la normalidad. Mientras los operarios retiran toneladas de lodo y maleza, los niños que por precaución no han ido a clase, juegan en las playas ajenos a la realidad con todo lo que los ríos han llevado hasta el mar, cambiando por completo la imagen idílica de la Costa del Sol.

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