Escándalo en Sumar

2021, el año ‘horribilis’ de Errejón: agredió a un jubilado en mayo y acosó a Mouliaá en septiembre

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Paula M. Gonzálvez

Íñigo Errejón encerró a Elisa Mouliaá en una habitación, la tiró sobre la cama y «se sacó el miembro viril», según recoge la denuncia interpuesta por la actriz por acoso sexual, una escena que se produjo en septiembre de 2021, justo el mismo año en el que el fundador de Podemos agredió en plena calle a un jubilado que padecía cáncer de colon. El hasta ahora diputado anunció este jueves su dimisión como portavoz parlamentario de Sumar, tras la publicación de varias denuncias en redes sociales que apuntaban a un «político muy conocido» por violencia machista. Él mismo lo reconoció al partido.

La dimisión de Errejón ha destapado un escándalo mediático que ha precipitado los acontecimientos: apenas unas horas después de su anuncio, la actriz y presentadora Elisa Mouliaá dio el primer paso del Me Too contra Íñigo Errejón. «Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejón y quiero denunciarlo», escribió en su cuenta de X. Este jueves, también interpuso una denuncia en comisaría, ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional. Mouliaá afirma que existen pruebas y testigos que pueden corroborar todo.

El episodio de acoso sexual de Íñigo a Errejón a Elisa Mouliaá que denuncia la actriz coincide en el tiempo con la otra gran polémica del ciclo político del fundador de Podemos: la agresión a un septuagenario que estaba en tratamiento por cáncer de colon y que tuvo que interrumpir su tratamiento de quimioterapia para ser operado de una hernia agravada por la patada.

Ocurrió en el barrio de Lavapiés (Madrid), en mayo de 2021, la noche del cierre de campaña del 4M cerca de las 23:00 horas. Tras participar en un mitin con Rita Maestre y Mónica García, Errejón se dirigió al céntrico barrio de la capital para dar una vuelta con otros compañeros de partido, momento en el que el denunciante de 67 años se le acercó para pedirle un selfie.

El vídeo del momento, publicado en exclusiva por OKDIARIO, sirvió para llevar al ex parlamentario al banquillo de los acusados, desde el que culpó a la víctima por dirigirse a él «de manera ofensiva y con insultos». La versión del jubilado era bien distinta: cuando le pidió la foto a Errejón, éste le dijo que no trabajaba a esas horas. Entonces, el septuagenario le afeó su antipatía, momento en el que el político le propinó una patada en el estómago. El golpe le alcanzó una hernia que empeoró en cuestión de horas.

«Ese hombre me dio una patada en la barriga como si quisiera apartarme porque le estuviese molestando (…) Me quedé tan sorprendido que no pude reaccionar (…) Me lanzó una patada despectiva, me trató como a un gusano, y eso es lo que me dolió y me sorprendió», relató la víctima en sede judicial. «Todo sucedió muy rápido. Cuando Alberto me dijo que usara su móvil para llamar a la Policía, escuché cómo alguien dijo ‘Íñigo, vete, corre’», reveló un testigo. Errejón y su partido tacharon la acusación de «falsa», aunque después puntualizaron que el jubilado se dirigió a él de malas formas.

En el vídeo publicado por OKDIARIO, se aprecia cómo dos hombres que acompañan al fundador de Podemos lo retienen hasta tres veces, cogiéndolo por el brazo, para evitar que regresara después de que amagara varias veces con hacerlo al retar al septuagenario con un gesto de «¡ven aquí!». Sin embargo, finalmente, Errejón fue exonerado porque las imágenes no fueron determinantes. El líder de Más País recibió el apoyo de algunos compañeros que también declararon, como la del diputado de Más Madrid Alberto Oliver, el mismo al que Mónica García fichó recientemente para el Ministerio de Sanidad.

El relato de Elisa Mouliaá

Pocos meses después del escándalo de Lavapiés, Errejón invitó a Elisa Mouliaá a la presentación de un libro tras la que tomaron unas cervezas para, después, dirigirse juntos a una fiesta con amigos de ella.

«Una vez en el interior del coche, Íñigo cambia de actitud y torna en una actitud dominante indicándole que le iba a imponer tres reglas», asegura la actriz. «La primera, que no se alejase mucho de él esa noche; la segunda, que si lo hacía no se fuese a más de veinte metros de él y regresase en un minuto; y la tercera, que esa noche le diese un beso», puntualiza la denuncia sobre la noche de septiembre de 2021. «La declarante se sintió violentada y cortada, si bien decidió guardar silencio por ser quien era», confiesa la en el escrito policial.

«La tercera regla la voy a romper ahora mismo», le espetó: «Acto seguido, agarró a la denunciante fuertemente de la cintura y la comenzó a besar, introduciéndole su lengua en el interior de su boca, dejándola sin respiración y de una forma violenta».

Intimidada, entró con él a la fiesta, donde los amigos de ella estaban presentes, y estuvieron bailando con los demás. De hecho, ella «comenzó a bailar con un amigo suyo una canción de Los Secretos, hecho que la denunciante opina que debió producir un ataque de celos» a Errejón, dado que «éste la agarró fuertemente del brazo y la llevó por la fuerza durante unos seis metros, por un pasillo, hasta introducirla en el interior de una habitación de la casa», narra la actriz en la denuncia.

«El denunciado cerró con pestillo la puerta, para impedir que pudiese escapar, comenzando a besarla y a tocarla por distintas partes de su cuerpo, sobre todo la zona de los pechos y de los glúteos (…) Le llegó a quitar el sujetador al tiempo que le decía frases lascivas del tipo cómo me pones, y todos estos hechos ocurrieron sin el consentimiento de la declarante (…) Acto seguido, la empujó sobre la cama y el denunciado se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos de la declarante».

«Paralizada» y sin «consentir nada», la actriz se dirigió a Errejón para decirle «sólo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo». Además, le preguntó «si no sabía lo que era la seducción, los tiempos y la escucha».

Los dos grandes escándalos del ciclo político de Errejón tuvieron lugar el mismo año, pero ha sido el segundo el que ha acabado con su vida política. Sin embargo, en el comunicado que publicó para anunciar su dimisión, Errejón relaciona su retirada con el «patriarcado» y su «vida neoliberal». 

Así, indica que la exposición mediática «genera una subjetividad crónica que, en el caso de los hombres, el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo». A continuación, ha hecho alusión a su «forma de vida neoliberal» que, junto al hecho de «ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo», ha fomentado su desgaste «físico» y «mental». Reconoce que está en tratamiento psicológico.

Aun así, expone que «tras un ciclo político intenso y acelerado» ha llegado «al límite de la contradicción entre el personaje y la persona» y reconoce «errores» que espera «reparar con esta decisión».

La carta completa de Errejón

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