Las dominicas del colegio concertado donde estudió Adriana Lastra cargan contra la Ley Celaá
La portavoz del PSOE en el Congreso recibió clase en el centro Nuestra Señora del Rosario de Ribadesella (Asturias)
Bronca en el Congreso: la oposición unida grita en pie "¡Libertad!" contra el Gobierno y su Ley Celaá
La portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Adriana Lastra, estudió en el colegio Nuestra Señora del Rosario de Ribadesella (Asturias), un centro gestionado por las Dominicas de la Anunciata que ha expresado su rechazo a la polémica Ley Celaá del Gobierno socialcomunista por el ataque de esta reforma a la educación concertada y a la especial.
Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes cercanas a la comunidad educativa, Lastra (Ribadesella, 30 de marzo de 1979) cursó la Educación General Básica (EGB) en el colegio Nuestra Señora del Rosario, de carácter religioso y con más de 110 años de historia, y luego pasó al Instituto público de Educación Secundaria (IES) Avelina Cerra. Posteriormente, se matriculó en la Licenciatura de Antropología Social en la Universidad de Oviedo pero no acabó sus estudios y optó por hacer carrera en la vida política.
Con 18 años se afilió a las Juventudes Socialistas de Ribadesella y fue su secretaria General desde 1999 a 2004. De ahí luego pasó a ser diputada autonómica , después obtuvo escaño en el Congreso y fue escalando a nivel interno hasta ser vicesecretaria general del PSOE, es decir, número dos de Pedro Sánchez en Ferraz.
El colegio donde Adriana Lastra recibió clase recoge en su página web su adhesión a la campaña contra la Ley Celaá y luce el lazo naranja en señal de protesta ante la polémica Lomloe que reforma la actual Lomce arrinconando la enseñanza concertada, la especial y eliminando el castellano como lengua vehicular y como «oficial del Estado» en el texto de la normativa, que sigue ahora su tramitación en el Senado.
«Stop Ley Celaá. Hacia una escuela realmente inclusiva, con todos y para todos», puede leerse en la web del Nuestra Señora del Rosario de Ribadesella. Además, este colegio concertado se adhirió a la Plataforma Más Plurales, que aglutina a asociaciones de padres y madres de alumnos, sindicatos, empresas y diferentes colectivos, y que ya ha reunido millón y medio de firmas contra la polémica ley de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, quien estudió en el colegio Sagrado Corazón de Bilbao, una escuela católica que pertenece igualmente a la red concertada.
Esta plataforma, que el pasado domingo convocó manifestaciones en coche en numerosas ciudades del país con una importante movilización, denuncia que «la Lomloe vulnera derechos reconocidos en la Constitución, reduce progresivamente el modelo de la enseñanza concertada y atenta contra la pluralidad educativa». Además, subraya que la Ley Celaá pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial y relega la Religión a asignatura de segunda, condenando al paro a su profesorado». Para este colectivo, la Lomloe «tramitada sin consenso, rechaza cualquier intento de alcanzar un Pacto de Estado por la Educación».
El manifiesto de Más Plurales suscrito también por el colegio de Adriana Lastra denuncia que la Lomloe es «fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática».
«Es una reforma -prosigue el texto- que conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias como primeras educadoras de sus hijos», enfatiza.
Junto a ello, advierte de que la «Lomloe permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres, un derecho avalado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos».
Además de defender la controvertida Ley Celaá, Adriana Lastra llegó a defender en la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados que las futuras ayudas por la crisis del coronavirus sólo fueran destinadas a la educación pública. Este hecho generó gran controversia y obligó a PSOE, Podemos y ERC a matizar el dictamen «dando prioridad a todos aquellos centros que atiendan a alumnado en situación de vulnerabilidad».
«Una sociedad más libre»
Según reza en la reseña historiográfica online del Nuestra Señora del Rosario, «a finales del siglo XIX y principio del XX, retornan a Ribadesella muchos emigrantes que habían hecho fortuna en América. Venían acompañados por sus familias y necesitaban un colegio para la educación de sus hijas», indica la web del centro.
Estos emigrantes «intentan por varias vías que se instalen colegios de niños y niñas en Ribadesella y fruto de sus gestiones el día 26 de febrero de 1907 abre sus puertas en una casa de la Plazuela del Progreso- hoy Plaza de María Cristina- un colegio de las Hermanas Dominicas de la Anunciata».
Este colegio, prosigue en su presentación, «ha ido respondiendo a los retos educativos que cada época le exigía y ha contribuido a lo largo de más de 110 años al progreso cultural y social de su entorno, con la certeza de que el alumnado que ha pasado por sus aulas lleva en sus recuerdos y en su corazón una impronta que les anima a comprometerse con la construcción de una sociedad más libre, más solidaria y más justa».
La titularidad del este centro ha correspondido desde el inicio de sus actividades a las Dominicas de la Anunciata. A partir del 1 de septiembre de 2009, año de la canonización de su fundador (el P. Francisco Coll), el colegio pasó de manera oficial a formar parte de la Fundación Educativa Francisco Coll (FEFC). Esta institución sin ánimo de lucro promovida por la propia congregación se constituyó con la finalidad de seguir manteniendo una «oferta educativa cristiana de futuro, desde el carisma de la Anunciata, dando una mayor importancia a la misión compartida entre laicos y religiosas, para continuar con la misión educativa evangelizadora».
En la actualidad, dieciséis colegios de diferentes comunidades autónomas (Aragón, Asturias, País Vasco, Castilla-León, Castilla La Mancha, Madrid, Comunidad Valenciana) integran la Fundación.