Bronca en el Congreso: la oposición unida grita en pie «¡Libertad!» contra el Gobierno y su Ley Celaá
Las protestas de PP, Vox y Cs han sido contrarrestadas por los socialcomunistas con aplausos en un duelo de varios minutos
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Diputados de PP, Vox y Ciudadanos han gritado este jueves «libertad, libertad» en el hemiciclo para protestar por el atropello a la educación concertada, a la especial y al castellano que supone la Ley Celaá, que se debatía hoy en el Congreso de los Diputados antes de pasar al Senado para seguir con su tramitación parlamentaria.
Tras la intervención de la diputada socialista Luz Martínez Seijo, que ha defendido la Lomloe, y en presencia de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, parlamentarios de las bancadas de PP, Vox y Ciudadanos se han puesto en pie y han reclamado «libertad, libertad», unas palabras que han sido contrarrestadas por los socialcomunistas con aplausos en un duelo que ha durado varios minutos.
La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, no ha interrumpido la escena y sólo cuando los diputados de la oposición han terminado su larga protesta y se han sentado, las bancadas de PSOE y Podemos han cesado sus aplausos. Como ha sido el caso también, del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que se encontraba en el hemiciclo para intervención a continuación en la defensa de un real decreto de ayudas a plataformas sociales afines.
El dictamen debatido este jueves en el Pleno recoge algunas de las enmiendas aprobadas en las últimas semanas y que han generado fuertes críticas desde la oposición y la opinión pública, como es el caso de la supresión de la referencia al castellano como lengua oficial del Estado en la enseñanza, así como la consideración del castellano y las lenguas cooficiales como lenguas vehiculares, cuestión que ha suscitado una gran polémica. De hecho, PP, Cs y Vox ya han anunciado que llevarán esta Ley al Tribunal Constitucional (TC) en caso de que resulte aprobada por las Cortes Generales. El texto de la Ley Celaá también arrincona a la educación concertada, a la especial e incluye que la asignatura de Religión no cuente para las notas medias, entre otras actuaciones.
«Pensamiento único»
Por parte del PP, la portavoz de Educación, Sandra Moneo, ha calificado la norma como «un proyecto profundamente ideologizado que asfixia a aquel que no se somete al pensamiento único y suprime la cultura del esfuerzo». «Un proyecto que despoja de toda autoridad al profesorado y destierra el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos», ha denunciado Moneo.
Desde Vox, el diputado Joaquín Robles ha criticado que la Lomloe sea la «culminación de la degeneración», siendo «aprobada con prisas, sin haber escuchado en comisión o en ponencia a nadie, de espaldas a sindicatos, asociaciones profesionales…», ha cuestionado. «Es una ley que certifica el final del papel de ascensor social de la enseñanza, ejecutado por los verdaderos enemigos de las clases sociales más desfavorecidas», ha advertido.
En nombre del grupo de Ciudadanos, la parlamentaria Marta Martín ha subrayado que la Ley Celaá es «una atrocidad de estilo estalinista que atenta contra los niños que necesitan una educación especial. Ustedes confunden la inclusión con la educación ordinaria», ha remarcado. Así, Martín ha enfatizado que el texto se trata de «un parcheado que atropella los derechos fundamentales de todos los españoles y que se ha tramitado de forma arbitraria».
En relación a la supresión de la referencia al castellano, la diputada del PSOE Martínez Seijo ha replicado a la oposición que «para nosotros, las lenguas son motivo de unión», mientras que «para vosotros, de división». Por su parte, el parlamentario de Unidas Podemos y secretario tercero de la Mesa del Congreso, Javier Sánchez Serna, ha señalado que la controvertida ley «apuesta por la educación pública como eje vertebral del sistema educativo porque es la que garantiza la igualdad de oportunidades y la cohesión social».