El divorcio del espacio postconvergente debilita al PDeCAT y JXCat de cara a las próximas elecciones

El PDeCAT pierde todo su músculo institucional a nivel autonómico aunque mantiene la mayoría de las grandes alcaldías que tradicionalmente han sido convergentes.

Torra rompe con Puigdemont pero le guarda lealtad hasta las urnas radicalizando el Govern

detención Carles Puigdemont
El ex president Carles Puigdemont. (Foto. Flickr)
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Tras meses de negociaciones sobre cómo encajar a JXCat dentro del espacio postconvergente, cuyo máximo heredero es el PDeCAT, la salida abrupta de varios dirigentes del partido que preside David Bonvehí ha roto todos los puentes que quedaban tendidos. Nada volverá a ser como antes. Unos se han ido con Carles Puigdemont y otros se han quedado en lo que representa la antigua Convergencia y el nacionalismo catalán. La solución final, la de la ruptura, deja a ambos partidos en una situación delicada de cara a las próximas elecciones catalanas y al PDeCAT sin representación institucional en el Govern al expulsar Quim Torra a sus consellers.

Durante varias semanas, Bonvehí y el preso Jordi Sánchez, el hombre de Carles Puigdemont en Cataluña, han estado negociando un encaje que desde el primer momento se aventuró complicado. La dimisión de Marta Pascal, empujada por Puigdemont para tomar el control, era un aviso para navegantes. El PDeCAT no quería diluirse en las siglas de Junts y los de Puigdemont no querían estar supeditados a la moderación y el pragmatismo que representan los herederos de Convergencia. Pese a las múltiples reuniones en la cárcel y las gestiones del ex presidente fugado, con quien hay una vinculación más emocional a lo que representa el Partit Demòcrata, esta pasada semana se consumó el divorcio.

Aunque unos y otros querían hacer bien las cosas, por eso la negociación se ha alargado más de medio año, la ruptura ha sido en seco. Primero fue el ex conseller fugado Lluís Puig, luego varios cargos medios, Carles Puigdemont y la mayoría de los consellers del Govern los que anunciaron, por este orden, su baja en un lunes negro para el PDeCAT. Cada nombre era más difícil de asumir para la dirección de David Bonvehí. Y es que el partido que ha copado todo el poder en Cataluña, de golpe, se ha quedado prácticamente sin músculo institucional. Sin un solo miembro en el Ejecutivo regional, algo que no ocurría desde los dos tripartitos que, en un breve período de la historia democrática, han gobernado la Comunidad.

El detonante de esta cascada de bajas fue la denuncia del Partit Demòcrata contra la formación de Puigdemont por apropiarse de las siglas de JXCat, cuya propiedad era del PDeCAT desde que se presentaron en coalición en las últimas elecciones. Esta decisión, que tiene para finales de septiembre fijada la vista en los tribunales para dirimir quién es el legítimo propietario de las siglas, causó un profundo malestar entre las bases del partido. La mayoría de los afiliados aspiraban a que se completase la fusión tras haberse aprobado en el consejo nacional del Partit Demòcrata el pasado mes de diciembre.

Con esta denuncia, si los jueces dan la razón al partido de Bonvehí, el partido heredero de Convergencia asestará un fuerte golpe a los de Puigdemont. La marca electoral, junto a la figura del ex presidente catalán, es la gran baza electoral. Las inminentes elecciones que Torra convocará de cara a las próximas semanas para este otoño no dejarían demasiado margen de maniobra al eurodiputado y su equipo para rentabilizar una nueva marca antes del día de los comicios.

Pese al divorcio, por eso, la coalición que formaron en las últimas elecciones catalanas, municipales y generales obliga al PDeCAT y JXCat a entenderse hasta que expiren estos mandatos. Esto provoca que en varias instituciones, como en el Congreso o el Parlament, haya diputados en un mismo grupo que forman parte de dos partidos políticos distintos. En el caso de los senadores, sin embargo, todos se han dado de baja del PDeCAT y se han pasado a JXCat. La situación es más delicada en el Congreso, donde la ruptura podría provocar votaciones distintas entre los ocho diputados separatistas. Los cuatro que se quedan en el PDeCAT no descartan, incluso, aprobar los Presupuestos de Pedro Sánchez.

Más allá de las rencillas y las disputas internas, típicas de cualquier separación con vínculo emocional, este movimiento obligado del espacio postconvergente da alas a ERC. El partido de Oriol Junqueras, que viene liderando los sondeos electorales en Cataluña, podría aprovecharse de la división del voto que provocará la ruptura entre el PDeCAT y Junts per Catalunya para hacerse con la Presidencia de la Generalitat.

Se van a JXCat

Políticos presos y huidos: Josep RullJordi TurullJoaquim Forn y Lluís Puig.

Consellers del Govern: Meritxell Budó (Presidencia), Damià Calvet (Territorio), Jordi Puigneró (Políticas Digitales), Ángels Ponsa (Cultura), Ramon Tremosa (Empresa y Ocupación) y Miquel Sámper (Interior).

Diputados: Laura Borràs (portavoz de JxCat en el Congreso), Míriam NoguerasElsa Artadi (también líder de JxCat en el Ayuntamiento de Barcelona), Albert Batet (presidente del grupo de JxCat en el Parlament), Eduard Pujol (portavoz de JxCat en el Parlament), Imma Gallardo y Mònica Sales.

Senadores: Josep Lluís CleriesMayte RiveroJosep Maria CerveraJosep Maria Matamala y Assumpció Castellví.

Alcaldes: Marta Madrenas (Gerona, también diputada), Anna Erra (Vic, también diputada), Lluís Guinó (Besalú, también diputado), Jordi Munell (Ripoll, también diputado), Ferran Roquer (Borrassà, también diputado), Josep Berga (Olot), Dolors Farré (Valls), Josep Maria Cervera (Port de la Selva) e Isidre Sierra (Sant Climent de Llobregat).

Se quedan en el PDeCAT

Ex presidentes de la Generalitat: Artur Mas

Ex consellers del Govern: Àngels Chacón (Empresa) cesada este jueves.

Diputados: Ferran BelGenís BoadellaLluís Font y Sergi Miquel.

Alcaldes: Marc Solsona (Mollerussa, también diputado y portavoz del PDECat), Marc Castells (Igualada), Lluís Soler (Deltebre, también presidente de la Associació Catalana de Municipis), Josep Tarín (Talamanca), Meritxell Roigé (Tortosa), Montserrat Candini (Calella), Xavier Fonollosa (Martorell), David Font (Gironella), Carles Pellicer (Reus), Albert Piñeira (Puigcerdà), Xavier Boquete (Masquefa), Pere Regull (Vilafranca del Penedès), Joaquim Nin (Albinyana), Miquel Àngel Méndez (Premià de Mar) y Jaume Dulsat (Lloret de Mar).

Sin adscripción

Presidente de la Generalitat: Quim Torra

Ex consellers del Govern: Miquel Buch (Interior) y Mariangela Vilallonga (Cultura), cesados este jueves.

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