PARTIDO SOCIALISTA

Las distancias que Feijóo marca con Vox desconciertan a Sánchez: «Nos está comiendo»

La buena valoración de Feijóo en las encuestas, superando ya al propio Pedro Sánchez, preocupan en Moncloa

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Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo
Joan Guirado

Alerta máxima en el cuartel general del Partido Socialista. La moderación y la experiencia de gestión de Alberto Núñez Feijóo preocupan mucho a Pedro Sánchez. Primero porque, en los últimos años, el PSOE se ha arrimado demasiado a la izquierda radical y a los separatistas para mantener el poder. Segundo, porque la profunda crisis económica amenaza con dejar en muy mal lugar la capacidad gestora y resolutiva del Ejecutivo. El auge del popular en las encuestas -cabe recordar la última del CIS-  ha encendido todas las alarmas: «Nos está comiendo», expresaba este lunes el presidente a sus colaboradores más cercanos. La campaña del miedo contra Vox, con el nuevo presidente de los populares, no funciona. Él mismo ha puesto una especie de cordón sanitario contra los de Santiago Abascal evitando la foto a toda costa. «¿Y ahora cómo les podemos atacar?», se preguntaba otro dirigente cercano a Sánchez.

Feijóo es el rival a batir y los socialistas están dispuestos a todo para desacreditarlo. La máquina del barro ya ha empezado a funcionar por expreso deseo de Sánchez en una precampaña que será larga. Esa pujanza en las encuestas -dónde ya supera al líder del PSOE en valoración-, empujado por la solvencia que ven en él los electores y que no tenía su antecesor y ex rival de Sánchez Pablo Casado, es la obsesión de los socialistas en estos momentos. Y el jefe del Ejecutivo ha dado una orden clara y específica de armar una campaña de acoso y derribo contra el líder de los populares: «Hay que asociarle a la ultraderecha y a Vox como sea». Pese a los esfuerzos del propio Feijóo para distanciarse de los de Abascal.

Cabe recordar que, desde su elección como líder del PP, ya se ha reunido con Pedro Sánchez pero no con Santiago Abascal. De hecho ha evitado acudir al debate de investidura y a la toma de posesión del presidente de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, para no coincidir con el líder de Vox. Ese desmarque parece ser la estrategia adoptada por Feijóo y que Sánchez no logró que le explicase hace unos días en el encuentro que mantuvieron. El propio presidente, en el avión de camino a Rabat, explicaba que había intentado conocer sus planes para hacer frente a los de Abascal. «He intentado que me explicase su plan, pero si lo tiene no me lo ha contado», resumía.

En el PSOE aseguran que, de momento, «no hay signos de que vaya a facilitar la gobernabilidad» y descartan que antes del verano puedan renovar el Consejo General del Poder Judicial por las elecciones andaluzas. De ahí que hayan decidido pasar al ataque. Erosionar esa buena reputación que posee Núñez Feijóo es el objetivo final de los duros mensajes que ya se han empezado a lanzar desde el Gobierno y el Partido Socialista contra el presidente popular. Ponerle «al mismo nivel de torpedear el día a día del país» de su antecesor. Cuestionar la moderación que ha caracterizado toda la carrera política del gallego, por el pacto en Castilla y León con Vox y el compromiso con la regeneración por los casos de las mascarillas en el Ayuntamiento de Madrid, como si fuera culpa suya.

En el Partido Socialista se aprovecharán de las polémicas que algunos han creado entorno al PP para su propio beneficio, como en el caso de los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño que engañaron al alcalde José Luis Martínez Almeida, para hacerle responsable de estos presuntos casos de corrupción. Aunque este contrato con el que estafaron al consistorio de Madrid y el pacto de Mañueco con Vox son previos a la llegada de Feijóo a la planta noble de Génova 13. Pero al PSOE le da igual. Todo sirve para embarrar a su principal amenaza para revalidar la presidencia.

“Estrategia contra Vox”

En la primera reunión que mantuvieron en el Palacio de La Moncloa, hace poco más de una semana, Pedro Sánchez intentó conocer, sin éxito, si el líder de los populares tenía una estrategia para aislar a Vox y recuperar terreno electoral por ese lado. “Pero si la tiene, no me la explicó” aseguró horas después, en una conversión informal con los periodistas, en el avión de camino a Rabat. Fue ante eso cuando, el jefe del Ejecutivo, ordenó a su equipo orquestar una campaña para atacar directamente al presidente del PP. Erosionar a Feijóo con la mirada puesta en las andaluzas de este año, dónde Juanma Moreno seguramente necesite a Vox para gobernar, y las generales del año que viene como objetivo final.

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