Dirigentes del PP quieren poner límites a qué afiliados podrán votar en la elección del presidente

Rajoy-Cospedal-Cifuentes
Rajoy con Cospedal y Cifuentes celebrando el triunfo del PP (FOTO:EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El PP debate sus primeros límites al sistema de ‘doble vuelta’ para la elección de sus presidentes, que el partido recoge en la ponencia de Estatutos de su próximo congreso.

Este sistema consiste en una votación en dos urnas –los afiliados decidirán sobre los precandidatos aunque finalmente serán los compromisarios los que tengan la última palabra- y sin duda supone un avance sobre el actual mecanismo de elección representativa, en la que solo podían participar estos últimos.

Por ahora, la ponencia de Estatutos -que dirige Fernando Martínez-Maíllo- no contempla ningún filtro a los afiliados que puedan participar en esa votación, como sí, en cambio, para quienes quieran presentarse como aspirante, y a los que se les exigirá al menos  un año de antigüedad.

No obstante, varias voces en el PP reclaman ya que se aplique a los afiliados ese mismo criterio para participar en la votación, a fin de evitar «fraudes con inscripciones masivas» y a última hora que beneficien a algún candidato en concreto.

Quienes lo defienden se remiten a experiencias similares en otros partidos, como Podemos y sus distintas polémicas con el censo en varios procesos internos.

Esta cuestión se planteará en el debate de enmiendas, que tendrá lugar en el congreso que el partido celebrará en febrero, y con el que se tratará de afinar la fórmula que regirá los procesos de elección de dirigentes en los próximos años.

El cambio busca satisfacer a aquellos que reclaman la celebración de primarias, y, al mismo tiempo, a los partidarios de un sistema de elección por compromisarios. El mecanismo ha sido acogido con agrado por los primeros, entre ellos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, quien considera que la doble vuelta cumple con la idea de «un afiliado, un voto» y es «más garantista» que unas primarias.

Animar la participación

Según el sistema establecido en la ponencia, los militantes que deseen participar deberán inscribirse previamente. Los populares no disimulan que les preocupa cómo incentivar la participación de sus afiliados. De hecho, se basan en una elección reciente, la de los compromisarios que participarán en el congreso, para constatar que su militancia es reacia a acudir a la sede para elegir a sus representantes.

Algunos de los datos facilitados por el propio partido son alarmantes. Por ejemplo, en el distrito de Salamanca, en Madrid, sólo se movilizaron 147 afiliados, de un total de 5.000.

Ese ejemplo se repite en medios internos y se considera significativo del perfil del militante popular, aún hoy poco acostumbrado a participar de la vida interna del partido. Un asunto que requerirá de esfuerzos para que, en las próximas elecciones, la imagen de la votación no chirríe con el discurso de democracia interna que sostienen en el PP.

En el partido se teme así que la frase «habrá urnas», que los populares convirtieron en muletilla en los días previos a la elección de los compromisarios, se quede vacía si la militancia finalmente no responde. Para animar la participación, la instrucción era entonces que los distintos dirigentes se hiciesen la foto ante las urnas. Una anécdota inédita en la historia del partido.

Todo para demostrar que el sistema de elección es igualmente válido, o más, que unas primarias. En el PP se insiste en los ejemplos de otros partidos para deslegitimar un sistema del que desconfían profundamente, aunque ello no implican que la instrucción sea mostrar un partido más abierto.

 

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