Los afiliados del PP podrán votar en la elección del presidente del partido
El Partido Popular abrirá por primera vez la elección de su presidente al voto directo de los afiliados. El sistema se extenderá además a los líderes autonómicos y provinciales.
Así figura en la ponencia de Estatutos que la dirección defenderá en el congreso de febrero y en la que se incluye un sistema de ‘doble vuelta’ con dos urnas para la elección de ese cargo: una para afiliados y otra para compromisarios, la figura que en la actualidad ostenta el derecho a participar en esas votaciones.
El vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, ha avanzado este martes las líneas maestras de esa ponencia con la que se pretende modificar el actual sistema de elección, aunque sin equipararlo a las primarias.
«No vamos a copiar el modelo que hacen los demás, el de primarias, que además hacen mal. Mantenemos el sistema de representación, pero lo abrimos a los afiliados», ha insistido Maíllo.
El sistema seguirá la fórmula «un afiliado, un voto», y permitirá a los afiliados votar a los precandidatos, previa inscripción. Quienes en este primer filtro superen el 10 por ciento de votos pasarán a la siguiente fase, en la que ya únicamente decidirán los compromisarios.
No obstante, existe también la posibilidad de que un aspirante logre ya en esta primera fase el aval necesario para ser candidato único: eso ocurrirá si en la primera vuelta consigue más de la mitad de los votos, lo logra en treinta de las sesenta circunscripciones en las que se divide el partido y lo hace con quince puntos por encima del segundo, será candidato único y no habrá segunda vuelta. Lo que se ha denominado como «mayoría reforzada».
De aprobarse en el congreso nacional de febrero este sistema, todos los líderes regionales y provinciales que sean elegidos en los congresos posteriores lo harán de esta forma, aunque no será el caso del líder nacional-al que únicamente opta Mariano Rajoy-que se regirá aún por los estatutos vigentes.
Maíllo ha explicado que el modelo se ha decidido tras «escuchar las opiniones de mucha gente», aunque ha advertido también de que se trata de la propuesta de la dirección, en referencia a si sería avalado por Madrid y Valencia, que han apostado por un sistema de primarias.
Oficina del Cargo Popular
Maíllo ha avanzado además las nuevas propuestas de regeneración que el partido quiere incorporar en sus reglamentos internos. Los cargos que aspiren a formar parte de las listas del PP habrán de superar «declaración de idoneidad», que declarará su «responsabilidad y compromiso» para representar al partido.
Asimismo, se creará una Oficina del Cargo Popular, un órgano- formado por entre 3 y 5 personas que no serán cargos internos- cuya misión será vigilar los comportamientos internos y prevenir la comisión de delitos.
“Evitemos que pase y si pasa seremos los primeros interesados en denunciarlo”, ha destacado el vicesecretario de Organización del PP.
No obstante, la tutela de esa Oficina sólo se aplicará a nivel interno, no a cargos públicos. Maíllo ha defendido que, en ese caso, la Administración ya dispone de herramientas para prevenir y sancionar los delitos.
Contraviene el pacto con C’s
La dirección del PP se mantiene además en fijar la apertura de juicio oral como el momento para la expulsión de los cargos imputados por corrupción, algo que contraviene el pacto firmado con Ciudadanos en el que se obliga al cese en el mismo momento de la imputación.
«Nuestro ideario lo hacemos nosotros y creemos que es lo mejor», ha defendido Maíllo. Eso sí, habrá excepciones. «Algún caso fragante de delito de corrupción para delitos dolosos, si alarma. Algún caso ‘granado’», ha ironizado.
El partido tampoco tiene previsto incorporar la limitación de mandatos a ocho años, o dos legislaturas, otra de las medidas incluidas en el acuerdo de investidura. Maíllo ha desligado, no obstante, el funcionamiento interno del partido de los compromisos firmados con Ciudadanos.