Críticos de Podemos acusan a Iglesias de limitar los plazos para favorecer su propuesta de Vistalegre
El enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón de cara a la Asamblea de Vistalegre cuenta con un tercer sector en discordia. El de los críticos no enmarcados en ninguna de las corrientes mayoritarias.
Aunque sin el eco mediático de los anteriores, desde distintos círculos se están promoviendo críticas por el diseño de este congreso, que habrá de definir el rumbo del partido en los próximos años. En concreto, el malestar ha empezado ya a evidenciarse con los plazos para la presentación y debate de propuestas, que, consideran, limita la posibilidad real de presentar una alternativa de peso a la que promueva el secretario general.
Esas primeras críticas apuntan al proceso para elegir las reglas de juego del congreso. La consulta, celebrada entre el pasado domingo y este martes, tiene como objetivo concreto fijar el formato que se utilizará para organizar los debates que se den en Vistalegre, además de modificar el sistema de votación vigente sustituyéndolo por otro más proporcional y democrático.
Los resultados de esta consulta se conocerán mañana, pero, básicamente, decidirán entre tres propuestas, de las 39 presentadas: la de Iglesias- el sistema ‘Podemos para todas’, diseñado por Pablo Echenique y basado en el sistema de votación ‘Borda’ de listas abiertas y desbloqueadas y que, según los ‘errejonistas’ supone un sistema mayoritario encubierto- el de Errejón- un modelo en el que todos los votos valen lo mismo para «garantizar la proporcionalidad pura y la pluralidad”- y el de los ‘Anticapitalistas’, que a su vez critican el sistema de Echenique por primar con fuerza la primera lista sin garantizar la incorporación de «otras voces”.
Los críticos de la formación señalan, no obstante, que los plazos para la elaboración, presentación y transacción de propuestas son tan ajustados que no permiten un debate sosegado para construir un proyecto fuerte.
Así, consideran que entre las 36 propuestas restantes se podrían haber buscado puntos de consenso para sintetizarlas en menos diez pero con posibilidades reales de hacer frente a la de Iglesias.
Una semana para el debate
En el caso del sistema de votación, los círculos disponían de apenas una semana- del 7 al 15 de diciembre- para intentar unir varias propuestas en una sola. Un plazo que consideran limitadísimo.
Lo mismo ocurre, denuncian, de cara a la elaboración de los documentos éticos, organizativos y políticos que se presentarán en Vistalegre. Los equipos dispondrán hasta el 11 de enero para elaborar sus propuestas, pero la fase de transacción durará de nuevo apenas una semana. El 25 de enero se harán públicas las distintas apuestas de cara al congreso, y se fijará el plazo de votaciones.
«Chapuza», «vergüenza»…
Los críticos sostienen que se trata de una maniobra encubierta de la dirección para limitar la competencia interna, evitando que varios proyectos se unan y puedan conseguir fuerza entre las bases. Con calificativos de “chapuza” o “vergüenza”, consideran que la estrategia ha sido “premeditada”. “Buscando la imposibilidad de transaccionar y tener un debate colectivo que en varios meses hubiera dado fruto a un documento consensuado cuyo potencial de arrastre sería extraordinario”, señalan. Una muestra más, afirman, del “bipartidismo interno” que domina el partido.