Pablo Hasél

Una detenida en los disturbios por Hasél intenta ahora dar pena: «Soy madre e inmigrante irregular»

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Una detenida en los disturbios a favor de Pablo Hasél en Madrid rompe su silencio. A través de las redes sociales ha lanzado una campaña para recaudar dinero con el fin de sufragar el gasto en abogados con la estrategia de dar lástima. «Mi situación es compleja. Estoy en España en situación irregular. Trabajo en negro. Soy madre y tengo un hijo en Colombia», relata esta mujer que se define como antifascista.

En la charla organizada en Instagram, esta chica relata durante una hora cómo pasó varias noches en los calabozos tras ser detenida por la Policía en un momento en el que se alejó de sus amigos y comenzaron las cargas en la Puerta del Sol. Explica que ahora se enfrenta a una posible deportación. Según desvela, estaba pendiente de «una solicitud de protección internacional». De todas formas, lamenta que mientras estaba entre rejas fue notificada de que le «denegaban» esa solicitud.

«A causa de ello, el 8 de abril tengo nuevamente una citación de la Policía en Extranjería. Realmente eso me tiene nerviosa. Ahorita con los cargos que yo tengo, acusada de atentado al cuerpo de la Policía, no sé qué va a pasar. Es una situación muy complicada porque soy madre. Mi hijo está en Colombia. Yo trabajo en negro como niñera, es la manera para sobrevivir, no he podido conseguir contrato. Para comer, el alquiler, para enviar dinero a mi país, etc.», expone tratando de no mostrar su rostro.

«Los recursos que tengo no son los suficientes para cubrir todo lo que se me viene encima. Son muchas cosas. Se juntó todo. Agradezco a cada persona que ha colaborado, que ha estado pendiente… no me he sentido sola y no me he rendido. A pesar de que es una situación bastante complicada al estar en total estado de irregularidad acá en España», agrega.

382 euros

Sobre una posible extradición, indica que lo ha hablado con los abogados, y enfatiza: «No me van a deportar aún, pero esto no se arregla con dinero». En todo caso, apunta que ya ha recibido 382 euros a través de micro donaciones de los 1.500 euros que necesitan para abogado y procurador. «Si ellos llegaran a pedir una deportación para mí, no hay manera de arreglarlo. Ellos son la autoridad, como siempre nos dicen en todo momento, y no, no hay manera de arreglarlo, aunque yo espero que no sea mi caso. Llegué acá con sueños, metas, trabajo, etc. pero si se llega la deportación no hay manera de arreglarlo, compañeros», declara con pesar pese a haber participado en los disturbios.

En este contexto, relata que muchos policías cuando ella estaba detenida le decían que se había fastidiado su hoja de antecedentes penales. «¿Qué haces protestando por Pablo Hasél? Esta no es tu lucha», le comentaban los agentes siempre según la versión de la encausada.

Hasta 4 años de prisión

Esta detención se enmarcó en los altercados registrados en febrero. Entonces el juez acordó la libertad de 13 detenidos por los graves disturbios en la Puerta del Sol de Madrid. Los arrestados serán investigados por presuntos delitos de atentado contra la autoridad. Se enfrentan a penas de hasta 4 años de prisión. No obstante, una vez practicadas las correspondientes diligencias en el marco de la instrucción pueden surgir nuevos delitos. Igualmente será el momento de concretar el grado de responsabilidad individual de cada uno de ellos en los hechos.

Además de los 13 detenidos, otros seis arrestados eran ser menores de edad. En su caso, fueron puestos a disposición de la Fiscalía Menores.

55 heridos

De este modo, los graves episodios de violencia vividos en la capital dejaron un balance de 55 personas heridas. 35 de ellas, agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). Tras escasas horas en los calabozos, los agresores salieron a la calle sin que el magistrado haya acordado que pese sobre ellos ninguna medida cautelar y sin que la Fiscalía haya solicitado prisión provisional para ninguno de ellos.

Pablo Hasél
Manifestantes se enfrentaron a los agentes en la Puerta del Sol. (Foto: EFE)

Cabe recordar que se trataba de manifestación no autorizada por la Delegación del Gobierno de Madrid por la pandemia del coronavirus. Los manifestantes clamaban por la libertad del rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.

Agentes de la Policía Nacional encargados de mantener el orden durante la protesta fueron agredidos brutalmente con adoquines arrancados del suelo, piedras, papeleras y demás objetos.

Brecha en el Gobierno

Alentados apoyados por políticos como el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique. El portavoz del partido en el Congreso trasladó su aliento a los «jóvenes antifascistas que piden justicia». Es decir, los violentos se dedicaron a destrozar todo lo que encontraban a su paso como escaparates de comercios, kioskos y demás elementos del mobiliario urbano.

Los hechos fueron condenados tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida. Sin embargo evitaron pronunciarse el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

Por su parte, Podemos y Más Madrid rehusaron en la Asamblea de Madrid sumarse a una declaración institucional. El grupo parlamentario de Ciudadanos impulsó así una moción para condenar los altercados.

Ese posicionamiento abrió otra brecha en el Gobierno de coalición. La vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, sí condenó los disturbios y afeó a Echenique su posicionamiento. «Una cosa es lo que tu puedas pensar y otra cosa es la responsabilidad de tu cargo», trasladó la socialista.

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