Cifuentes ya tiene el OK de C’s a sus presupuestos pero sigue en duda si su diputada votará
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, siempre se ha mostrado optimista a la hora de valorar el proceso de negociación con Ciudadanos para aprobar los presupuestos regionales.
Tanto es así que aunque el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, augurase un futuro muy negro para que el acuerdo PP-Ciudadanos en materia de presupuestos, Cristina Cifuentes desde el principio le ha quitado importancia a los comentarios de Aguado y ha apuntado que aunque «todo es difícil, al final se consigue».
En esta ocasión, la presidenta autonómica no se ha equivocado ya que el dirigente de Ciudadanos ha admitido por primera vez que están muy cerca de llegar a un acuerdo por los presupuestos. De esta forma, Cifuentes supera su primer bache para conseguir que los presupuestos regionales dejen de estar prorrogados.
En este sentido, Aguado ha reconocido que espera que mañana se reúnan por última vez con la consejera de Economía y Hacienda, Engracia Hidalgo, para llegar a un acuerdo definitivo.
Sin embargo, Cifuentes tiene otro serio problema a la vista para conseguir los votos suficientes para que se aprueben los presupuestos. Desde octubre la diputada popular Elena González-Moñux se encuentra de baja por depresión, según ella, a causa del acoso laboral que ha sufrido por parte del portavoz del PP en la Asamblea de Madrid.
Desde hace meses no ha acudido a votar a pesar de que el TSJM ha desestimado la demanda de Moñux a su compañero de partido porque según el tribunal no ha existido ningún delito de acoso laboral.
Este conflicto interno ha traído más cola de la que debería porque el voto de esta diputada es crucial para que cualquier votación conjunta del PP y Ciudadanos salga adelante, ya que los dos grupos juntos suman solo un voto más que el resto de formaciones.
De esta forma, aunque se alcance dentro de pocas horas el acuerdo entre Ciudadanos y el PP, si esta diputada no vota, aun habiéndose aprobado el voto telemático para que no tenga que acudir a la Asamblea de Madrid a votar, los presupuestos no saldrían adelante.
Cifuentes ha tratado desde el principio con delicadeza este conflicto interno de su grupo parlamentario, y aunque el TSJM haya rechazado la demanda por acoso de Moñux, la tensión sigue vigente y aún no tienen asegurado su voto.
Hace unos días, la presidenta madrileña deseaba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que Moñux se reincorporase pronto a la vida parlamentaria, y así lo comunicó a través de una de sus cuentas de Twitter.
Sin embargo, los deseos de la presidenta no tuvieron la acogida que probablemente esperaba, ya que Moñux le contestó un mensaje que dejaba claro su enfado y alejaba las esperanzas de que vote los presupuestos. «Cifuentes gracias por preocuparte por mi salud. Si me llamases estaría encantada de explicarte cómo me encuentro», escribía Moñux en su Twitter.