Agresión a una policía

Un chaleco que se tuvo que comprar por 500 € salvó a la agente atacada con un machete en Madrid

chaleco
Una agente de Policía y un chaleco reglamentario.
Pelayo Barro

La agente de Policía en prácticas que estuvo a punto de ser acuchillada este martes en Madrid llevaba un chaleco antibalas que ella misma se compró por unos 500 euros. Sin él, dicen compañeros suyos, “igual no lo cuenta”. Un problema en la licitación del Ministerio del Interior ha obligado a 3.200 agentes ‘novatos’ a patrullar las calles españolas con chalecos pagados de su bolsillo.

“Menos mal que llevaba chaleco, que si no, si le pilla igual no lo cuenta” explica a OKDIARIO un veterano policía al ver las imágenes de la joven agente a la que casi acuchillan durante una actuación en Carabanchel.

El chaleco es una prenda de protección obligatoria para todos los servicios de calle y patrullas de seguridad ciudadana. Y fue el chaleco precisamente el que salvo la vida a su otro compañero. Él, más veterano, conducía el indicativo ‘C21’, el primero en llegar al lugar de los hechos. El cuchillo del agresor sí que llegó a impactar en su chaleco, pero la placa balística de su interior evitó que llegase a su cuerpo. Ahora la Policía Científica investiga en un laboratorio el alcance de las marcas para determinar si hay un posible delito de tentativa de homicidio.

En el caso de la joven agente, el cuchillo estuvo a escasos centímetros de su pecho. Ella también llevaba chaleco, pero a diferencia de su compañero, el suyo lo había tenido que comprar de su bolsillo.

A pocos días de finalizar el curso en la Escuela Nacional de Policía, a los alumnos se les comunicó que este verano no se les suministrarían chalecos antibala y anticorte. Un problema burocrático del Ministerio del Interior había provocado que la licitación para su compra fuese anulada. El problema afectaba a los 3.200 alumnos que se encuentran hoy día patrullando en prácticas las calles de toda España.

Chaleco por turno o comprado

A los alumnos se les plantearon dos opciones: o comprar los chalecos ellos mismos, pagándolos de su bolsillo, o recurrir a chalecos ‘por turnos’. Es decir, utilizar un chaleco que ha usado un compañero del turno anterior.

Esta última solución no se les antojaba demasiado apetecible. Pese a que estas prendas, como explican fuentes policiales a OKDIARIO, cuentan con un tejido especial para absorber el sudor y el calor corporal, sus efectos son limitados. Más aún tras una larga patrulla por las calles de Madrid en pleno verano. Así que la inmensa mayoría de los 3.200 alumnos optó por adquirir un chaleco de su bolsillo.

Muchos optaron por realizar un pedido conjunto y obtener así un importante descuento por parte de los distribuidores. Unos 500 euros aproximadamente dicen que costó cada chaleco. El de la agente de Carabanchel fue uno de estos. La compra de forma individual superaba los 700 euros. Poco menos de la mitad de un sueldo básico de Policía. Más el coste de la vida en la capital. “Una ruina para los chavales” explican estas voces.

Sin embargo, pese a las complicaciones, el chaleco se ha confirmado esta vez como esencial para salvar vidas de agentes. Ofrece protección total contra cuchillos y punzones, y tiene una protección balística de nivel IIIA. El suficiente para parar un disparo de calibre 9 mm o de un revolver calibre 44 Magnum. Eso sí, no alcanza para detener una bala de Kalashnikov, como el que utilizaron por ejemplo los atacantes de Charlie Hebdo para matar a un  policía francés con chaleco antibalas durante su huída.

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