Puigdemont gastó 1.000 millones en el entramado mediático de la «construcción nacional»
La obsesión de la Generalitat independentista por controlar el mensaje a favor de la secesión se traduce en el elevado gasto de dinero público destinado a la comunicación.
Los últimos Presupuestos, de 2017, incluyeron hasta cuatro partidas, por un importe total superior de 1.000 millones de euros, para ‘cuidar’ los contenidos, subvencionar a medios afines, desarrollar toda la estrategia comunicativa del Govern o controlar la gestión del espectro radioeléctrico para la concesión de licencias a medios privados según sus intereses. En las partidas se incluye el mantenimiento de toda la estructura mediática de la Generalitat y de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, en la que se integran TV3 y Catalunya Radio. Un conglomerado que sirvió para difundir las tesis en favor de la independencia.
Así, el programa presupuestario ‘Medios de Comunicación Social’ explica su fundamento en la necesidad de «garantizar el derecho a la información y a la libre expresión de la ciudadanía y fomentar el espacio catalán de información», mediante el fortalecimiento de sus «valores».
«El Govern apuesta porque Cataluña disponga de unos medios públicos muy potentes, que ya tenemos y que hay que preservar, ya que son uno de los símbolos más destacados por su papel principal en el proceso de construcción nacional», se justifica en otro momento. Todos estos gastos van a cargo del Departamento de Presidencia.
Desglosándolo por partidas, se observa una por valor de 315.172.636,84 euros destinada, entre otros, a «aumentar el conocimiento de la acción del Govern y las políticas públicas difundiendo noticias a través de la prensa y las redes sociales», «garantizar aportaciones económicas a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales», «definir el papel de RTVE con respecto al catalán», «racionalizar» el uso del espacio radioeléctrico teniendo en cuenta su consideración de «bien escaso», organizar los Premios Nacionales de Comunicación, «fortalecer el espacio catalán de comunicación» o garantizar una «oferta audiovisual en catalán que proyecte los referentes propios».
Otra, por 243.943.262,97 euros, se dedica a fomentar el «buen funcionamiento» de la Corporación de medios públicos, subvencionar a los privados o elaborar notas de prensa del Govern y otros productos informativos para su difusión entre la ciudadanía y las redes sociales.
La siguiente, de 236.250.075 euros, se reparte, entre otros, en «garantizar la cobertura de los grandes acontecimientos culturales, cívicos y sociales del país», «consolidar y fortalecer la cobertura informativa territorial», ofrecer programas «que fomenten un mayor conocimientos y mejora de la lengua catalana», «garantizar una programación habitual en aranés» o «estimular la industria audiovisual de país».
Y otra, de 306.910.011 euros, se destina a la gestión de canales de TV y radio para promocionar contenidos en catalán y aranés, espacios sobre la cultura y la lengua catalana, exportar productos audiovisuales a mercados exteriores, desarrollar innovaciones tecnológicas, fomentar la versión en catalán de la producción audiovisual o «establecer alianzas estratégicas con operadores y agentes para garantizar un acceso amplio a los contenidos». En este objetivo se enmarca, por ejemplo, el acuerdo con la Comunidad Valenciana y Baleares para compartir contenidos en lo que los independentistas denominan ‘Países Catalanes’.
Imprescindibles para la «catalanidad»
En sus propuestas para las elecciones catalanas, Puigdemont ya dejaba clara la importancia de crear un ‘espacio catalán de comunicación’ en el futuro Estado independiente, considerando que «los medios de comunicación conforman un espacio comunicativo de una fuerte densidad, que articula la sociedad, da solidez a la catalanidad y es un potente factor de integración».
En este sentido, el programa de Junts per Catalunya propone «convertir Cataluña en referencia internacional del mundo audiovisual» para «atraer inversiones» para el nuevo Estado catalán, fomentar medios «que velen por la lengua del país», «que sean atractivos para el conjunto de la sociedad catalana y participen de la construcción, difusión y consolidación de un universo nacional y referencial propio» , así como «impulsar las acciones precisas para que el servicio público de comunicación que desarrolla la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales refuerce sus vínculos con otros territorios de habla catalana, mediante la reciprocidad y la cooperación».
Los medios de comunicación se consideran también imprescindibles para la «proyección internacional». Asimismo, el Govern se reservaba la «oportunidad de equilibrar» la presencia de catalán y castellano en la radio y la televisión mediante la gestión del espacio radioeléctrico.