Gobierno de España

Bolaños quería más poder aún: intentó absorber el CNI pero Robles frustró su plan

Bolaños peleó en Moncloa la idoneidad de que el CNI estuviese bajo su manga, pero Robles ganó el pulso

El plan despertó la alerta en el propio servicio secreto, ante la previsión de una legislatura muy tensa en lo político para La Casa

Félix Bolaños, Margarita Robles, Félix Bolaños CNI,
Pelayo Barro

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha acaparado competencias sin precedentes en el reparto del nuevo Ejecutivo. Además de gestionar la pata ejecutiva de los tres poderes del Estado, Bolaños intentó conseguir mayor cuota de poder con el control de los servicios de inteligencia. Sus argumentos para que el CNI quedase englobado bajo su ministerio eran puramente políticos: un mayor control del servicio secreto en un momento en el que los socios de legislatura ponen la lupa sobre sus operaciones. La ministra de Defensa, Margarita Robles, consiguió frustrar ese plan.

Bolaños, como antaño ya intentó el ex vicepresidente Pablo Iglesias, se lanzó en los últimos meses a una carrera de presiones internas a Moncloa para que la definición del nuevo Gobierno incluyese el cambio de jurisdicción del CNI. El salto de Defensa a Presidencia. Algo que hace ya 12 años consiguió hacer la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, pero que se revirtió con la llegada de Robles.

Fuentes bien situadas en la de seguridad del Estado explican a OKDIARIO los detalles precisos de este movimiento, impulsado desde Presidencia, y cuyo objetivo era la creación de una estructura de inteligencia con el CNI y el Departamento de Seguridad Nacional (DNS) que despachase directamente con el presidente del Gobierno, pero que dependiese orgánicamente -al ser una secretaría de Estado- de su Ministerio. Su superministerio con ojos puestos en los tres poderes del Estado.

Durante el proceso de definición del nuevo Gobierno, tarea en la que Bolaños dejó su impronta, la mano derecha de Sánchez intentó convencer a Moncloa de los beneficios que supondría tener al CNI bajo el control de Presidencia. Y uno de los argumentos que planteó, según las fuentes que ha podido consultar OKDIARIO, fue que bajo Presidencia los socios catalanes y vascos de Sánchez no tendrían tantas reticencias hacia el trabajo del CNI, comparado con que los servicios de inteligencia siguiesen bajo la tutela militar de Defensa.

Alertado el CNI de esos movimientos, y sobre todo de esos argumentos, desde la cúpula de los servicios secretos y desde la del Ministerio de Defensa se inició la tarea de convencer a Moncloa de que dejase las cosas como están. Bolaños, además, planteó el hecho de que el departamento de Robles ya disponía de su propio servicio de inteligencia, el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Cifas).

Plan frustrado por Robles

Las fuentes consultadas indican que en las semanas previas a definirse la configuración final del Gobierno hubo «intensas conversaciones en persona» entre Robles y Sánchez a este respecto. Se desconoce los detalles que se plasmaron en ellas, pero sí se constata que finalmente, y tras el pulso, la moneda cayó del lado de Robles: el CNI se mantiene bajo la tutela de Defensa.

Es más, a ojos expertos se ve el nombramiento de la nueva directora del Departamento de Seguridad Nacional (DNS), la general de Brigada Loreto Gutiérrez Hurtado, como un símbolo más de la victoria de Robles. El plan de Bolaños pasaba por incluir al DNS en esa megaestructura de inteligencia bajo su mando, dándole un carácter civil. El nombramiento de una militar, la cuarta mujer en llegar al generalato con la firma de Robles, es significativo.

En el pasado, Bolaños ya intentó esta maniobra para hacerse con el control del CNI. Por ejemplo, en 2022 tras explotar el escándalo de Pegasus y el espionaje al móvil de Pedro Sánchez, con el robo de 3 gigabytes de información personal. Por aquel suceso, que se cerró sin conocer las implicaciones de lo revelado a un tercer país, Bolaños acusó veladamente al CNI y, con ello, a Robles.

Más tarde se demostraría que, en realidad, el error que permitió la brecha de seguridad por la que se coló Pegasus se originó en una unidad bajo mando directo de Bolaños. Y que el CNI le había avisado en multitud de ocasiones de este riesgo con anterioridad.

CNI y lawfare

Fuentes de la inteligencia española destacan que el CNI «ha esquivado una bala» al no caer bajo el control de Presidencia, precisamente en una legislatura en la que sus investigaciones de la última década van a ser puestas bajo lupa. El PSOE ha logrado la investidura de Pedro Sánchez abriendo la puerta a comisiones de investigación en el Congreso sobre el lawfare y el papel que los servicios de inteligencia han jugado en la defensa del Estado ante el procés.

En los servicios de inteligencia se asume que esta será una legislatura «complicada» para su actual directora, Esperanza Casteleiro, de total confianza de Robles pero de acceso reducido. Y lo será en parte por esa caza de brujas que el separatismo ha desplegado sobre el CNI. Por ella, el Gobierno de Pedro Sánchez podría estar dispuesto a obligar al CNI a desclasificar documentos sobre investigaciones y procedimientos para alimentar las ansias de los diputados de Junts, ERC y EH Bildu por conocer en qué ha estado metido el CNI. Para esa revelación de secretos, disfrazada de «medidas de control», sólo hace falta la firma del presidente. En ese sentido, Robles puede ser un «cortafuegos» político llegado el momento.

Superministro

Félix Bolaños, que en la pasada legislatura era el ministro de Presidencia con las competencias de Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, ha asumido también el ministerio de Justicia tras el reparto de Sánchez. Tendrá que lidiar con la tarea de sacar adelante la Ley de Amnistía, superar todos los recursos contra ella y defender su constitucionalidad. Además, en su horizonte estará conseguir la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Al asumir todas las competencias de Justicia y sumarlas a las propias de Presidencia y de Relaciones con las Cortes, el de Bolaños se convierte en un superministerio que toca todas las ramas de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.

Lo último en España

Últimas noticias