Bolaños ‘olvida’ ante el juez cómo contrató a la asesora de Begoña: «Tengo muchas personas a mi cargo»
El ministro se suma a los 50 socialistas que se han sentado ante un juez con Sánchez como presidente

«Tengo a muchas personas a mi cargo». Con estas palabras, Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, ha justificado ante el juez Juan Carlos Peinado que ha «olvidado» cómo contrató a Cristina Álvarez, la asesora que terminó ayudando a Begoña Gómez en su negocios particulares. Bolaños ha prestado declaración este miércoles en calidad de testigo en el caso Begoña en una comparecencia que ha durado tres horas y que se ha desarrollado en un despacho de La Moncloa.
Peinado había citado al ministro por la investigación sobre la contratación de Cristina Álvarez como asesora personal para la esposa del presidente del Gobierno. Fuentes presentes en el interrogatorio aseguran que se encontraba tenso y que ha respondido con evasivas.
Félix Bolaños ha defendido ante el juez que la contratación fue legal. Sin embargo, ha admitido que él estaba inmerso, cuando Cristina Álvarez fue contratada en 2018, en la formación de Gobierno tras la moción de censura. Ha asegurado ante el juez que tiene mucho personal adscrito a los tres ministerios que lidera y que Cristina Álvarez es una trabajadora más.
El magistrado Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, se ha trasladado al Complejo de La Moncloa para tomar declaración a Bolaños a las 10:30 horas, dentro del proceso judicial donde se investiga a Begoña Gómez por supuestos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo.
Lo ha hecho en un coche facilitado por presidencia del Gobierno que contaba con seguridad policial. La testifical de Bolaños ha comenzado unos minutos tarde debido a que las cámaras estaban mal colocadas.
Declaró otro alto cargo de Bolaños
El juez instructor ha convocado a Bolaños después de que Alfredo González, quien en julio de 2018 ejercía como vicesecretario general de la Presidencia del Gobierno y gestionó la propuesta de nombramiento de Álvarez como asesora de Gómez, lo identificara como su superior jerárquico en aquel momento.
En febrero pasado, González, ex secretario de Estado, explicó durante su testimonio que no conocía a Álvarez ni a la mayoría de personas cuyos nombramientos tramitó, y que no recordaba si había revisado o no el currículo de la actual asesora.
«Yo me limitaba a enviar al órgano competente para el nombramiento las propuestas de personal eventual que, como establece el Estatuto Básico del Empleado Público, al tratarse de personal eventual el nombramiento y el cese es libre», señaló.
Durante aquel interrogatorio, el juez le preguntó a quién reportaba en ese periodo y si había comentado con alguna persona la propuesta de nombramiento de la actual asesora de Begoña Gómez. El testigo afirmó no recordar haber tratado el asunto con ningún superior e insistió en que procesó «muchos» nombramientos porque «era un periodo de cambio de Gobierno, que es cuando se sustituye todo el personal eventual».
El magistrado mostró extrañeza: «Perdone que insista tanto, pero es que llama poderosamente la atención a quienes tenemos algún tipo de vinculación con la Administración Pública. Esto no es lo habitual, sino todo lo contrario, se exigen unos procesos bastante rígidos y bastante selectivos para nombrar a alguien que va a percibir cantidades con cargo a los presupuestos generales del Estado. Entonces, insisto, ¿usted hace esta propuesta sin conocer a nadie, con todos estos detalles?»
González confirmó que era lo habitual al tratarse de «personal eventual». «Esos requisitos que usted me menciona, en el caso concreto de este tipo de personal, no opera», manifestó.
A continuación, el juez le volvió a preguntar de quién dependía: «¿Quién era entonces la persona que desempeñaba este cargo». El testigo indicó que era «Félix Bolaños», a quien situó como su jefe directo, con el que mantenía reuniones «todos los días» para gestionar «multitud de asuntos» en La Moncloa.
Despacho en Moncloa
Si bien inicialmente el magistrado planteó interrogar a Bolaños en la sede ministerial de Justicia, en la calle San Bernardo de Madrid junto a las saunas del padre de Begoña Gómez, finalmente aceptó trasladarse al complejo de La Moncloa a solicitud del ministro. El responsable de Justicia argumentó que, por razones de «seguridad», su responsable de escoltas consideraba apropiado que la comparecencia se realizara en las instalaciones de la Presidencia del Gobierno.
«La sede del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de San Bernardo 45 se ubica en pleno centro de la capital madrileña y el acceso se encuentra a pie de calle, a escasos metros de una de las paradas de Metro más concurridas de Madrid, la de Noviciado», exponía el jefe de escoltas en un documento adjunto al escrito que remitió Bolaños al juzgado, al que tuvo acceso Europa Press.
Asimismo, subrayaba que «dada la hora fijada para la toma de declaración y que se trata de un día laborable en plena Semana Santa con una previsible afluencia de turistas en el centro de la ciudad, el resultado sería un flujo de personas considerable que podría afectar al buen desarrollo de la diligencia».
Bolaños también indicó al juez que tenía «derecho a declarar por escrito» por ser llamado a declarar en su condición de miembro del Ejecutivo, según establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim).
El instructor, sin embargo, rechazó su petición, alegando que no le citaba por su cargo actual como miembro del Gobierno, sino por su puesto anterior, el de secretario general de Presidencia, «no siendo este el que permite la aplicación del precepto».
Cabe recordar que en esta causa, aunque por otra de las líneas de investigación, ya compareció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 30 de julio. Aunque el jefe del Ejecutivo también solicitó declarar por escrito, el instructor optó por la comparecencia presencial y acudió a La Moncloa. Sánchez se amparó en un artículo legal, que establece que como cónyuge de Gómez estaba «dispensado de la obligación de declarar».
Para la declaración de Bolaños, el juez comunicó que no tenía «inconveniente» en desplazarse hasta la sede de la Presidencia, «siempre y cuando» se le proporcione «un vehículo del parque móvil ministerial para realizar el correspondiente traslado». Así, reprochó que la vez que acudió a interrogar a Sánchez le retuvieran «un periodo de tiempo sensiblemente superior al necesario para permitirle el acceso».
El ministro respondió al juez que enviaría un coche oficial para recogerle y trasladarle desde los Juzgados de Plaza de Castilla hasta La Moncloa para facilitarle el acceso y la salida a él y al resto de la comisión judicial. Peinado advirtió a Bolaños de que acudiría con un equipo de grabación compuesto por tres portátiles, siete micrófonos y dos altavoces, entre otros equipos.