El abogado de Junqueras contra la Guardia Civil y la Fiscalía: «No hubo violencia, ni rebelión»

«Se está produciendo una persecución judicial a una ideología», el independentismo catalán y al movimiento político que representa. El primer turno de palabra de las defensas es para André Van den Eynde, abogado del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y del exconsejero Raül Romeva.

En un amplio y extenso alegato de tinte político, el letrado sostiene ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, presidida por el juez Manuel Marchena, que el juicio al ‘procés’ es «una causa prospectiva en la que se aplica el Código Penal a la disidencia política». «Por eso se criminalizan» su difusión internacional y las resoluciones políticas aprobadas previa expresión de la voluntad popular «en votaciones», asegura el abogado en clara referencia al referéndum ilegal del 1-O.

Van den Eynde no ha dejado títere con cabeza del lado de las acusaciones, con especial énfasis en la Fiscalía. El letrado ha acusado al Ministerio Público de absoluta falta de imparcialidad «sesgo y exageración», en un procedimiento que comenzó hace más de cuatro años por orden de Fiscalía, a partir de unas «escuchas telefónicas» que califica de ilegales y sin que, a su juicio, la Policía supiese concretamente los delitos que estaba investigando.

Para el abogado, a las acusaciones «no les gusta la realidad» ni los hechos, «tenemos dos coches rotos» y «hablan del apocalipsis» con un vocabulario que hace referencia a la simbología: las «miradas de odio, el asedio, la devastación». «La acusación insiste en establecer un nuevo criterio de valoración de la prueba que consiste es que no pueda ser rebatida ni discutida por las defensas», espeta Van den Eynde.

«La única violencia de la que se habla son 3 casos reactivos, a una situación tensional concreta de un colegio determinado, por una persona asilada», asegura el abogado de Junqueras.

Quien, de inmediato, se refiere a la falta de «igualdad de armas» en el acceso a la información aportada por la acusación pública durante la causa: «No la conocemos, no está contradicha». Afea el letrado que los testigos-acusados, como el excomisario de los Mossos José Luis Trapero, hayan sido escuchados por la Sala cuando acuden a declarar no para dar cuenta de la verdad sino porque «se tienen que defender».

También ha repartido lo suyo a la Abogacía del Estado para calificar el papel de la letrada pública como «muy peligroso» tras haber sido «capaz de enfrentarse a la Fiscalía» para defender su tesis de sedición. Para Van den Eynde, con ello se metió en un «berenjenal monumental porque es quien defiende el Código Penal de la disidencia política y hace bandera de la respuesta penal a la gente, y a eso se dedica, se decanta por la represión penal».

Sobre Vox, se ha limitado a señalar que trata de imponer un «marco ultra» que a su juicio no influirá en la decisión final que el tribunal tendrá que adoptar en su futura sentencia.

Un tribunal al que ha invitado a aprovechar esta «bonita» ocasión para «devolver la pelota a la política». Van den Eynde cree que la política es «negociación multilateral» y cuando ésta se frustra «hay protesta e indignación» que es lo que se da en Cataluña. «Estamos ahí, con la mano tendida para solucionar este conflicto y eso es lo que creo que esta sentencia tiene que ser. Una forma de resolver un conflicto. Espero haberles ayudado con mis argumentos a tomar la sentencia más justa», concluye.

Contra la Policía y la Guardia Civil 

Van den Eynde ha cargado especialmente contra los investigadores de la Guardia Civil en la causa instruida en Barcelona por la organización del referéndum del 1-O, a los que acusa de hacer una «causa general» contra el independentismo. «Ha habido estridencias, exageraciones, alguna mentira, y ha faltado a veces a la melodía de los hechos», ha añadido mientras, sentado tras él, Junqueras asentía sin parar.

La investigación de la Fiscalía y los atestados confeccionados al hilo de la misma por el teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, contra quien se ha despachado especialmente Van den Eynde, dio lugar a unas diligencias de investigación a personas aforadas, «que eran los miembros del Govern», y que se mantuvo abierta durante año y medio, ha apuntado.

Esta investigación recayó posteriormente en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, del que proceden según el letrado el 90 por ciento de las que han llegado a este juicio y que parte de una investigación «sesgada» por revelación de secretos contra personas que no han sido procesadas, en clara referencia al juez Santiago Vidal, investigado tras realizar unas manifestaciones públicas sobre el uso de datos fiscales de ciudadanos para construir un censo . De allí partió la investigación por rebelión y otros delitos que se ha mantenido en Barcelona contra cargos de la Generalitat y que en el Supremo se dirigió contra las doce personas hoy sentadas en el banquillo.

Van den Eynde ha tratado, también, de desvirtuar la validez de una de las pruebas centrales presentada por las acusaciones y los informes policiales confeccionados sobre las mismas, como el documento denominado ‘Enfocats’ -incautado en el domicilio de Josep María Jové, mano derecha de Junqueras-, y al que ha calificado de «panfleto». «Me pondría a reír si no fuera porque el tema es tan grave», ironiza el letrado. «Enfocats es un compendio de lugares comunes, de fantasías y marketing. Se decomisa en un registro pero no está firmado por su autor, ni sus hojas selladas. Enfocats es nada, es humo. Su única fuerza radica en que ha sido repetido mil veces», ha añadido.