Puigdemont presenta este sábado la Crida Nacional en el aniversario del 27-O

Carles Puigdemont
Quim Torra y Carles Puigdemont, en Bruselas. (TW)

La Crida Nacional per la República, el movimiento político impulsado por el ex president fugado en Bélgica Carles Puigdemont, el presidente del Govern Quim Torra y el diputado de JxCat Jordi Sànchez, celebrará su convención fundacional este sábado a las 18.30 en Manresa (Barcelona).

Para este acto han elegido una fecha simbólica para el independentismo: el primer aniversario desde que el Parlament declaró la república catalana, lo que motivó la aplicación por parte del Gobierno del artículo 155 para intervenir la autonomía.

Carles Puigdemont lleva ya unos meses articulando la Crida como un movimiento transversal de partidarios de la independencia, pensado precisamente para afrontar un nuevo intento de conseguir la república con más garantías y mejores resultados -para el soberanismo- que el anterior.

El acto de la Crida servirá para que se presenten la ponencia organizativa y la ponencia política de la organización, los documentos que empezarán a definir cómo se estructura orgánicamente el movimiento y cómo plantea lograr sus objetivos.

Fuentes del partido han explicado que los documentos se presentarán a los asistentes para que conozcan con profundidad su contenido, pero no se someterán a votación, algo que se hará más adelante.

La convención, en el Pabellón Nou Congost, contará con las intervenciones de los tres promotores: Puigdemont, desde Bélgica; Jordi Sànchez, encarcelado desde hace un año, y el presidente Torra, que acudirá al acto.

DIFERENCIAS CON EL PDECAT

La Crida Nacional se anunció a principios de verano con la aspiración de convertirse en una plataforma transversal del independentismo que aglutinara a todas las fuerzas partidarias de un Estado catalán: partidos como el PDeCAT, ERC, CUP, Demòcrates y Mes.

Pasados los primeros días, todas las formaciones invitadas a participar se desmarcaron de la iniciativa excepto el PDeCAT, el partido originario de Carles Puigdemont, formación que ahora ve con recelos ciertos movimientos de la Crida.

El líder del PDeCAT, David Bonvehí, se preguntó el lunes qué sentido tendría que la Crida se fundara como un partido normal, reivindicando que para el mismo espacio ya existe el suyo, que tiene poco más de dos años de vida.

Rechazó de plano que la irrupción de la Crida suponga el fin del PDeCAT y concluyó: «Si la Crida es un partido político y el PDeCAT es un partido político y la misma gente está en la Crida y en el PDeCAT, tendremos que encontrar el encaje por la fuerza».

Para tender puentes entre el PDeCAT y la Crida, los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Lluís Puig han asumido el papel de trabajar para hacer «posible» la implicación de los asociados del PDeCAT a la Crida Nacional sin que esto genere tensiones internas.

¿Partido o movimiento?

Así, en el acto de este sábado, el foco estará puesto en la ponencia organizativa, donde deberá aclararse si la Crida será un partido al uso o no, y si ya plantea presentarse con listas en las próximas contiendas electorales: las europeas y las municipales -si no hay antes unas catalanas o unas generales-.

Sobre la ponencia política, también deberá aclarar hasta qué punto el movimiento apuesta por la unilateralidad para lograr la república, y si relega el diálogo con el Estado que la Generalitat ha establecido en los últimos meses.

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