La asesina de Gabriel: «Tengo un ángel que me guía desde el cielo»

Ana Julia Quezada
Ana Julia Quezada en una imagen antes de ser detenida.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Ana Julia Quezada, asesina del pequeño Gabriel Cruz, mostraba en las redes sociales un perfil distinto al que ahora ha desmontado la investigación de la Guardia Civil.

Los investigadores revisan ahora la muerte de una hija de la mujer, que, supuestamente, se precipitó por una ventana, en Burgos, en 1996. El caso fue archivado como muerte accidental, aunque siempre levantó las suspicacias de los vecinos. Su implicación en el crimen del pequeño Gabriel ha avivado esas sospechas, veinte años después.

Quezada colgaba en sus redes numerosos de superación en momentos difíciles. «No quiero regalos, solo quiero una escalera lo bastante alta para poder ir a abrazar a los que se fueron demasiado pronto. Tampoco necesito poner un ángel en mi árbol de Navidad, porque ya tengo uno que me guía desde el cielo», compartió en diciembre de 2013, bajo la palabra «Siempre».

La detenida tenía otra hija, fruto de una relación con un burgalés, que ahora tiene 24 años. La joven reside en Burgos con su padre, aunque en los últimos días se había desplazado a Las Hortichuelas (Almería) para apoyar a su madre y a los padres de Gabriel.

 

«Ya nadie tiene sentimientos»

El 23 de abril de 2014, la mujer subió un vídeo que ahora adquiere un especial significado. Se trataba de varias imágenes en las que, con frases superpuestas, se denunciaba la falta de gestos de humanidad de las personas. «Ya nadie tiene sentimientos», «A nadie le importa lo que sienten los demás», «Nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde», «Nadie dice eso está mal», «Nadie tiene conciencia», «Nadie ama a sus padres», etc…. Frases que compartía la ahora detenida: «Impresionante el ser humano», escribió en su perfil de Facebook.

De su vida con el padre de Gabriel, con quien se relacionaba desde más de un año, solo hay constancia en una fotografía, que colgó el pasado diciembre, de sus ratos con amigos, de su amor por los animales o incluso de su rechazo a asesinos de niños, como Miguel Ricart- condenado por el crimen de Alcásser- o José Bretón, asesino de sus dos hijos.

«Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros, aprender a tener coraje», compartía unos meses antes, en un texto de José Saramago. «Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse  todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre del miedo a perder algo tan amado». 

Ese año, Ana Julia difundía por las redes distintas frases motivadoras: «Sé que desde el cielo me cuidas pero aquí me haces mucha falta», «La envidia existe solo en aquellas personas que no saben aceptar la felicidad de los demás», «La vida me ha arrancado lágrimas, más no logrará arrancarme la sonrisa…».

En otro momento, sus mensajes apuntaban a sus relaciones sentimentales. «Una mujer no se cansa de amar, solo se cansa de ser lastimada».

Ana Julia Quezada, de origen dominicano, fue detenida este domingo cuando llevaba en su coche el cuerpo del pequeño Gabriel Cruz. Lo había trasladado desde un pozo ubicado en una finca familiar, por temor a que la Guardia Civil lo descubriese.

La mujer se convirtió en la principal sospechosa de la investigación después de que localizase una camiseta interior del pequeño en un barranco. El hallazgo centró el foco sobre ella, ya que la prenda estaba completamente seca, pese a las intensas lluvias que habían caído aquellos días en la zona.

La ahora detenida llegó a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana. Allí estuvo residiendo con quien entonces era su pareja hasta que los dos se desplazaron en 2014 a la localidad de Las Negras, en Níjar. Actualmente reside en la capital burgalesa una hija de la presunta asesina de Gabriel Cruz.

Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil investigan ahora la estancia de esta mujer en Burgos por si pudiera aportar algún dato que ayude a esclarecer los hechos o, incluso, si estuvo relacionada con algún otro suceso ocurrido en esta ciudad.

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