⁠Nueva condena a la productora a la que Sánchez ha dado la tarde de TVE: 30.000 € al novio de Raquel Bollo

La Audiencia Provincial de Sevilla ha estimado parcialmente el recurso presentado por la pareja de la colaboradora televisiva Raquel Bollo contra el programa Sálvame. Tal como adelanta OKDIARIO, un tribunal de tres jueces condena a la cadena a pagar 30.000 euros por vulnerar su derecho a la imagen al emitir reportajes no autorizados en los programas Sálvame y Socialité, producidos por La Fábrica de la Tele, cuyos directivos ahora han conseguido adjudicarse el programa estrella de las tardes de Televisión Española (TVE).

La sentencia revoca el fallo del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Sanlúcar la Mayor, que había desestimado inicialmente la demanda. El tribunal considera probado que la cadena vulneró el derecho a la propia imagen del demandante, aunque descarta que se produjera una intromisión en su derecho a la intimidad.

Los hechos se remontan a 2018 y 2019, cuando Mediaset emitió tres reportajes televisivos en los que aparecía el demandante junto a Raquel Bollo sin haber obtenido su consentimiento. En uno de ellos, emitido en Sálvame el 27 de abril de 2018, se mostraban imágenes bajo el titular: «Raquel Bollo deja el famoso cortijo para mudarse con su chico a un chalet en una urbanización de lujo».

En otro reportaje que provoca la nueva condena a Sálvame, fue difundido en ese programa 6 de agosto de 2019, se emitieron imágenes del demandante en la playa junto a Raquel Bollo, con el título: «Besos y arrumacos: la pasional tarde de playa de Raquel y su novio». Durante la emisión, una voz en off narraba: «Tras dar rienda suelta a su pasión desbocada, tras hacer que recuperemos la confianza en el amor, tras tocarse, quererse, y amarse como si no hubiera un mañana…»

El tercer reportaje se emitió en Socialité el 1 de mayo de 2018, donde nuevamente se mostraron imágenes sin pixelar del demandante, identificándolo como el novio de Raquel Bollo.

En su sentencia, la Audiencia Provincial establece una importante distinción entre los derechos a la intimidad y a la propia imagen. Mientras descarta la vulneración del primero, al considerar que los reportajes no desvelaban hechos íntimos o reservados que no fueran ya conocidos, sí aprecia la vulneración del derecho a la propia imagen, que en el ordenamiento jurídico español «es un derecho autónomo, cuya infracción se produce sin necesidad de que vaya acompañado de la vulneración de los derechos al honor o a la intimidad».

Los magistrados reconocen que el demandante puede ser considerado un personaje público, pero matizan que «su fama no proviene de su propia actividad, sino que es consecuencia de su relación con un conocido presentador de televisión». Este factor ha sido tenido en cuenta por el tribunal a la hora de valorar la indemnización, establecida en 10.000 euros por cada uno de los tres programas.

La sentencia establece que, aunque las imágenes fueron tomadas en lugares públicos (una calle, una playa y un establecimiento), el hecho de que no prestara su consentimiento para la realización y emisión de los reportajes vulnera su derecho a decidir sobre la difusión de su propia imagen.

El tribunal ha valorado especialmente que en algunos de los reportajes el demandante aparecía en bañador, si bien «en circunstancias que en modo alguno se pueden considerar vergonzosas», y ha tenido en cuenta la audiencia acreditada de los programas televisivos para fijar la cuantía indemnizatoria.

La resolución judicial no impone el pago de las costas procesales en ninguna de las dos instancias y puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

La Fábrica de la Tele, constituida en 2007, facturaba al año unos 30 millones de euros y, entre 2008 y 2018, llegó a acumular unos beneficios que superaban los 50 millones. Tras el estallido del escándalo de la Operación Deluxe fue perdiendo peso en la cadena hasta ser cerrada. Otros programas que producían fueron asumidos por otras productoras. Ahora han creado Fabricantes que han renombrado como La Osa Producciones Audiovisuales, firma con la que Óscar Cornejo y Adrián Madrid han logrado hacerse con las tardes de La Primera y La 2 de RTVE.

Otras condenas

Las prácticas de Sálvame acumulan varapalos judiciales. La Fábrica de la Tele enfrenta una serie de reveses que suman más de un millón de euros en indemnizaciones por vulneración de derechos al honor e intimidad de diversos personajes públicos. La mayor indemnización fue la de 800.000 euros al periodista Alfonso Merlos por una «intromisión ilegítima continuada» en su derecho al honor e intimidad. El caso Merlos place, fue objeto de más de 20 programas que abordaron detalles íntimos de su vida personal durante el confinamiento.

Por otra parte, otros perjudicados fueron María del Monte (consiguió una indemnización de 200.000 euros por atribuirle un falso noviazgo en cuatro programas de 2021), María José Campanario (15.000 euros), Antonio David Flores (152.000 euros por despido nulo y daños morales) y, entre otros, José Antonio Avilés (5.000 euros por vulneración de su intimidad).