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Yolanda Díaz, la ministra de Podemos, crea un ‘infierno laboral’ en el SEPE ante el caos de los ERTE

Coronavirus en España, noticias de última hora en directo: desescalada, estado de alarma y la nueva normalidad

Yolanda Díaz
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
Carlos Ribagorda

Mientras el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también de Podemos, insistían una y otra vez en la defensa de la ‘gente’ y en el mensaje de ‘no vamos a dejar a nadie atrás’, los trabajadores del Servicio de Empleo Público (SEPE) vivían una suerte de ‘infierno laboral’, abandonados por la titular de Trabajo ‘morada’.

Los insultos en las redes sociales y las amenazas de afectados por el coronavirus que no han cobrado tres meses después los ERTE prometidos por el Gobierno -denunciado este viernes en los juzgados de Plaza Castilla por el CSIF, primer sindicato del organismo-, son una parte de ese ‘infierno laboral’ que han vivido miles de empleados del SEPE. Según fuentes del CSIF, primer sindicato del organismo, en el SEPE trabajan 7.892 personas, de las que «unas 6.000» han estado dedicadas a la gestión de los ERTE.

El problema ha sido la carga de trabajo de forma repentina para una plantilla que no estaba dimensionada para afrontar un golpe como el producido por el coronavirus. El Gobierno decidió aprobar varias medidas para abonar distintas prestaciones a los ciudadanos que se quedaran sin trabajo o en situación de ERTE. «Se aprobaron hasta seis medidas diferentes, no sólo los ERTE. La carga de trabajo para los 6.000 empleados se multiplicó un 531% en unos días. Los expedientes que había que registrar afectaban a unos seis millones de personas, para 6.000 empleados», explican fuentes sindicales.

Además, el real decreto que daba cobertura a las ayudas se publicó el 17 de marzo. A partir de ahí, se demoró otra semana más el tener listos los procedimientos administrativos y las garantías jurídicas que permitían a los trabajadores del SEPE acometer «la gestión de la batería de medidas anunciadas de protección al desempleo». De esta forma, explican los empleados del organismo, «nos situamos a fecha 26 de marzo, solo cinco días para el cierre de las nóminas de los desempleados, y con un fin de semana de por medio, para gestionar los cientos de miles de ERTE».

Ese incremento en la carga de trabajo se produjo sin que desde el ministerio les dieran una solución. El incremento de plantilla repetido una y otra vez por parte de Díaz, 1.000 nuevos contratos, todavía hoy no se ha completado. Además, se trata de personas que desconocen el mecanismo de los expedientes, por lo que necesitan que alguien ocupe su tiempo en enseñarles.

A todo esto hay que añadir los continuos cambios en las instrucciones que recibían desde el ministerio. «Añade una normativa que cambia continuamente, la cantidad de instrucciones infumables  y eternas que nos envían, la unificación de criterios que nunca están unificados…», explica una empleada en una carta que enviaron cientos de trabajadores a la ministra a principios de junio.

Fines de semana

Debido a la carga de trabajo, los empleados del SEPE han tenido que trabajar los siete días de la semana en jornadas de doce horas, «con hijos a cargo». «Los trabajadores del SEPE estamos trabajando sábados y festivos de ocho de la mañana a ocho de la tarde; nosotros también tenemos hijos y personas mayores a las que cuidar y, a pesar de eso, estamos trabajando desde casa; tenemos familiares que están afectados por ERTE; tenemos familiares enfermos o fallecidos por coronavirus o por otras circunstancias, y que incluso alguno de nosotros ha caído enfermo», describe la misiva enviada a la ministra de Podemos.

Además, al trabajar desde casa por el estado de alarma y debido a la falta de medios materiales, los empleados han tenido que utilizar sus propios medios, como ordenadores y teléfonos. «En muchos casos se producen errores por parte de las empresas, datos erróneos que tenemos que llamar por teléfono y corregir. Un DNI, una dirección… lo que sea. Nos hemos encontrado con que muchos han superado lo que tenían contratado con la operadora de telefonía y les ha llegado una factura desorbitada», explican desde CSIF.

Todas estas horas extra que han realizado los trabajadores no han sido abonadas, de momento, por la ministra de Trabajo. En la última reunión que mantuvieron este martes los sindicatos con los dirigentes del SEPE no garantizaron el pago de esas jornadas, lo que ha provocado malestar en una parte de los empleados, que amenazan con huelga. La ministra de Podemos, que impulsa desde el Gobierno las inspecciones a las empresas, sin comprometerse a pagar horas extra.

¿Cuál ha sido la respuesta de Díaz? Las oficinas se reabren el 15 de junio, sin que hayan garantizado la seguridad de los trabajadores por el malestar de los que no han cobrado; sin que hayan contratado a más gente para aligerar la carga de trabajo y que no haya que hacer horas extra; y sin un compromiso de pagar esas horas extra.

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