Vietnam quiere poderío y en 2018 abre sus puertas ‘de par en par’ a la inversión europea
Vietnam ya no es un oasis comercial virgen al que llegar a estrenarse, pero sí que es uno de los países del mundo con mayor proyección económica del globo, su PIB ha crecido en los últimos años al ritmo de un 10%. Este 2018 ha entrado en vigor el acuerdo bilateral entre la región asiática y la Unión Europea (UE) que permitirá a las compañías de Viejo Continente la inversión y la exportación en Vietnam.
Mientras Donald Trump se empeña en acabar con los tratados de comercio internacional y poner ‘puertas al campo’, los países asiáticos comienzan a llegar a acuerdos con Europa para suprimir parte de los aranceles.
Sin ir más lejos, en el mes de noviembre de 2017 se rubricó extraoficialmente un acuerdo entre Europa y Japón para trabajar conjuntamente en la promoción de un comercio libre y justo. Ambas regiones representan el 30% del PIB mundial y ahorrará muchos costes estructurales a las compañías europeas.
Gracias a este acuerdo Europa suprime el 85% de los aranceles y hasta un 99% de los aranceles en un periodo de siete años. Y Vietnam, por su parte, elimina el 65% de los mismos y el porcentaje restante durante una década.
Se facilitará, además, a las empresas de la UE a la contratación pública y poder ofertar a las licitaciones de los ministerios, las ciudades de Hanoi y Ho Chi Minh, así como a más de 30 hospitales.
El compromiso al que se ha llegado también contempla la protección de la Propiedad Intelectual, evitando la entrada de copias y falsificaciones de los productos manufacturados.
La economía de Vietnam presenta varios puntos fuertes entre los que cabe destacar la seguridad jurídica y la protección que brindan al extranjero. Además, la nueva Ley de Vivienda permite la compra de propiedades.
El país vietnamita está interesado en atraer inversiones de alto valor añadido, en estos momentos cuenta con 300 parques industriales, tres de ellos especializados en alta tecnología.
Débil presencia de la inversión española
España, por su parte, es un gran país exportador que apuesta por la internacionalización. De hecho, durante este 2018 uno de los objetivos del ICEX es fomentar la llegada a Asia y América. Las exportaciones de nuestro país en 2017 cerraron con un nuevo récord hasta los 272.000 millones de euros.
Sin embargo, la llegada a Vietnam aún está un poco en ‘pañales’. En junio de 2015 un total de 27 compañías españolas estaban establecidas en el país asiático. Con respecto a las exportaciones, la actividad se ha incrementado: de 152 millones de euros en 2010 a 373 millones de euros en 2015.
Destacan los sectores de manufacturas, alimentación, bebidas y tabaco, así como los productos de telefonía, tejidos y equipos informáticos. En definitiva, de momento la presencia inversora en Vietnam es baja, aunque se ha incrementado más de un 200% de 2011 a 2014.
Se tiene previsión de firmar un MOU de cooperación económica con Vietnam para establecer una comisión mixta con la que supervisar temporalmente las relaciones comerciales entre ambos países.
España tiene varios sectores en los que tendría la oportunidad de ser líder: la alimentación y las infraestructuras. Este este último, el país asiático pretende llevar a cabo una inversión de 48.000 millones de dólares hasta 2020 y el FMI le brinda un crecimiento económico por encima del 6%.