Ver para creer: los okupas le piden 15000 € para ‘devolverle’ su propia casa en Cádiz, pero la Guardia Civil lo impide

La okupación es uno de los grandes problemas de España, por lo que a los vecinos no les ha quedado otra que autoprotegerse. Y es que por nuestra geografía no paran de sucederse casos estrambóticos, el último en la provincia de Cádiz con unos okupas chantajistas.
Según ha informado la cadena COPE, los hechos ocurrieron en la localidad andaluza de Sanlúcar de Barrameda, donde un comprador recién estrenado se topó con una situación límite.
Los okupas que había en su nueva casa le exigieron 15.000 euros para marcharse. De hecho, hasta estaban asesorados legalmente para sacar el máximo partido posible a la situación.
Los okupas chantajean al nuevo dueño de una casa en Cádiz
Según la COPE, Carlos Caballero adquirió un chalet de 250 metros cuadrados con piscina en Sanlúcar, pero al poco de formalizar la compra descubrió que la vivienda estaba okupada por dos personas.
En lugar de abandonarla, estos individuos le exigieron 15.000€ como «compensación» para desalojar. Posteriormente, redujeron la cantidad a 11.000€, pero Carlos decidió no ceder ante la extorsión.
«Fue un chantaje descarado», declaró el afectado en el periódico El Debate. Por desgracia, no es un caso aislado, sino una práctica muy habitual entre okupas en España.
Entran ilegalmente en una vivienda y piden dinero a los legítimos propietarios para marcharse sin dañar la casa. Es decir, se aprovechan de los procedimientos judiciales eternos que sufrimos en España.
Pero una de las cosas más llamativas es que los okupas hasta contaban con asesoría legal e intentaron legitimar lo que estaban haciendo con argumentos jurídicos. «Me dijeron que tenían derechos, que el proceso de desahucio podía tardar años… Me sentí impotente», relató Carlos.
Los okupas intentan vender un chalet de forma ilegal
Pero el momento de máxima tensión llegó cuando unos vecinos de la zona alertaron a Carlos de que los okupas estaban sacando los muebles y electrodomésticos del chalet.
Podía parecer que se estaban marchando, pero lo que se encontró al ir a la propiedad fue increíble. Dos desconocidos aseguraban haber comprado la vivienda a los okupas.
Es decir, se trató de una venta paralela y de un intento de fraude, ya que querían transferir una propiedad que en ningún caso les había pertenecido.
Por suerte la historia tuvo final feliz gracias a la intervención inmediata de la Guardia Civil. El intento de venta fue abortado y la situación se resolvió sin que el propietario tuviera que pagar ni un céntimo.
El problema de la okupación: te destrozan la casa y se van impunes
Cuando finalmente pudo acceder a su vivienda, Carlos se encontró un panorama desolador. Según COPE, las paredes estaban destrozadas, había basura acumulada y varios electrodomésticos habían desaparecido, entre ellos el termo eléctrico y la vitrocerámica.
Pese a todo, Carlos subraya algo bueno: «Lo único positivo es que, al final, no tuve que pagarles ni un céntimo». La comunidad de vecinos, que había seguido el caso de cerca, recibió con aplausos la recuperación de la vivienda.
Esta es una nueva demostración de las carencias legales y los plazos judiciales a los que se enfrentan los propietarios con la okupación. En zonas turísticas como Cádiz ha habido un repunte unido a los fraudes inmobiliarios.