Unipost es insalvable: la administración concursal pide la liquidación de la compañía postal
La administración concursal del operador postal Unipost ha solicitado al juez la liquidación de la compañía al verla inviable, lo que deja en el aire el futuro de sus 2.200 empleados.
En un comunicado difundido hoy, la administración concursal, ejercida por el bufete Jausas, plantea el «cese parcial» de la actividad empresarial de Unipost dado que en sus parámetros actuales «no es viable y la única opción es su liquidación, bien a través de la unidad productiva dentro del plan de liquidación o mediante la enajenación individualizada de los bienes».
La administración concursal presentó el pasado viernes esta solicitud de liquidación al juzgado de lo mercantil número 7 de Barcelona. Unipost podrá hacer ahora alegaciones a la petición del administrador concursal, mientras que se prevé que el juez se pronuncie sobre ella a mediados de enero de 2018.
La compañía ponía en marcha hace unas semanas la primera fase de despidos tras entrar en concurso de acreedores en julio y aplicar un ERE a la totalidad de la plantilla. A finales de diciembre 469 empleados de la firma postal de los Raventós serán despedidos, el 21% de la plantilla de la firma naranja. Fuentes sindicales confirmaban a OKDIARIO que la reestructuración se ha hecho en dos fases para poder ganar tiempo y poder encontrar un comprador para esquivar la liquidación total. Si no hallan inversor, la segunda oleada de despidos se hará en mayo de 2018. Sin embargo, y a tenor de la petición de la administración concursal, la liquidación va a acelerarse sin posibilidad de encontrar compradores.
La deriva de Unipost era una agonía anunciada desde hace alrededor de un año. A finales del mes de octubre la empresa aplicó un ERE a los 2.500 trabajadores y antes de Navidad comenzarán los despidos. Los sindicatos creen que se trata de una empresa solvente, pero mal gestionada y «llevamos mucho tiempo avisando de que las cosas irían a peor».
Creen que la solución para evitar la liquidación es que Unipost encuentre un comprador, sin embargo, reconocen fuentes de los trabajadores que solo ha habido algunos contactos con posibles inversores sin cerrar ninguna operación. No obstante, no se muestran muy esperanzados y creen que la firma naranja acabará desapareciendo y con ellos miles de empleados en la calle. «La deuda es muy alta», reconocen los representantes de los trabajadores, «aunque algunos datos son positivos, pero ha habido «una mala gestión por parte de los Raventós».
La situación financiera de Unipost es «delicada», aseguran, de hecho, tras varios meses de pagos de nóminas al día «han tenido que fraccionarlas de nuevo en dos partes en el mes de octubre».