Los trabajadores de Seat en guerra por Martorell: exigen que se vincule la ayuda del PERTE al empleo
Los sindicatos de Seat advierten de que los planes del grupo Volkswagen de convertir Martorell (Barcelona) en una planta dedicada a coches eléctricos pequeños afectará al empleo porque sobrará mano de obra, y exigen al Gobierno que condicione las ayudas del PERTE al mantenimiento de la plantilla. La reivindicación llega después de que el consorcio alemán confirmase el pasado jueves su planes de fabricar compactos en la planta barcelonesa y SUV eléctricos en Pamplona en 2025.
Aunque Volkswagen insistió en que la decisión final dependerá de las condiciones generales y los incentivos del Gobierno, el grupo pretende ensamblar tres modelos eléctricos de las marcas Cupra, Skoda y Volkswagen en Martorell, con una previsión ya anunciada hace meses de llegar a los 500.000 vehículos al año. Un volumen global que alcanzará los 900.000 si se suman las unidades que se ensamblarán en Pamplona.
El coche de combustión exige entre 17 y 23 horas de trabajo por unidad en función del modelo, mientras que el eléctrico compacto que se fabricará en Martorell implicará entre 12 y 13 horas, casi la mitad en algunos casos. Por eso, los sindicatos mayoritarios de Seat, han alertado de la existencia de «incógnitas» y «sombras» en el empleo necesario para producir los coches previstos, según recoge la agencia Efe.
Vincular el PERTE al empleo
El riesgo para el empleo de los planes del Grupo Volkswagen hace que los sindicatos de Seat levanten la voz para reclamar al Gobierno que vincule la concesión de las ayudas del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica -PERTE- del coche eléctrico al mantenimiento del empleo. «Tiene que haber un compromiso de estabilidad del empleo. Si hay dinero público para electrificar Seat tiene que ser así, no se puede utilizar para echar a trabajadores. Tienen que haber medidas no traumáticas y garantizar una transición ordenada del coche de combustión al eléctrico», afirma el presidente del comité de empresa de Seat y dirigente de UGT de Cataluña, Matías Carnero.
Carnero destaca la importancia de que Seat continúe siendo «una marca integral» y conviva con Cupra, la enseña situada bajo el paraguas de Seat que está adquiriendo más protagonismo y a la que se le están asignando los modelos eléctricos de la firma. Carnero, que es miembro también del consejo de supervisión del Grupo Volkswagen, el máximo órgano de gobierno de la multinacional, insiste en la necesidad de que las plantas de Martorell y de Navarra se coordinen para «trabajar en equipo», con la misma productividad y flexibilidad.
Los sindicatos temen que las relaciones laborales se puedan tensar si las dos fábricas entran en competencia en la nueva etapa que se abrirá con la electrificación de sus plantas.