Susan Fowler: la mujer que puso en jaque a Uber elegida ‘Persona del año’ por Financial Times
Susan Fowler, una antigua empleada de Uber, denunció a través de un relato en su blog el acoso sexual que había sufrido dentro de la empresa. Los cimientos de la reputación de la tecnológica de San Francisco se tambalearon, tanto es así, que el CEO y fundador de la compañía, Travis Kalanick, tuvo que presentar su dimisión de manera forzosa por la presión de los accionistas. Fowler ha sido elegida ‘Persona del año’ por Financial Times.
Una sola persona relatando un escándalo de manera pública que ha puesto en jaque a una gran compañía. Uber se estaba expandiendo por todo el globo de manera imparable, sin embargo, la declaración de Fowler lo frenó en seco y Uber se vio envuelva en una gran crisis reputacional.
Fowler llegó a la compañía en 2015, se convertía en una de las afortunadas en acceder a una compañía que estaba revolucionando la manera de transporte en el mundo. Los empleados de Uber llevaban la sudadera de la compañía como si se tratara casi de una hermandad. Pero nada es perfecto y, por supuesto, en Uber tampoco.
Dos años más tarde Uber ha protagonizado varios escándalos, aunque se trata solo de una de las compañías que ha sido señalada por casos de acoso sexual. En pleno verano un elevado número de mujeres empleadas en Silicon Valley decidieron manifestarse y hacer públicas la discriminación en las grandes plataformas tecnológicas. Susan Fowler, de alguna manera, se convirtió en una abanderada de la causa al decidir contar su experiencia.
Contaba la exempleada de Uber en su blog que su jefe le propuso sexo el primer día que puso un pie en la empresa, una queja que trasladó al departamento de Recursos Humanos, aunque éste, según Fowler, hizo oídos sordos alegando que se trataba de un “alto directivo”.
La tormenta se desató en cuando el relato de la joven corría como la pólvora por todas las redes sociales y los medios de todo el mundo. Su testimonio ha sido uno de los más importantes del 2017, incluso, fue capaz de hacer una descripción del trabajo dentro de Uber que ha generado dudas sobre la viabilidad de la sociedad.
“Las mujeres han hablado muchas veces y durante años sobre el acoso sexual dentro de las compañías, pero casi nunca ha habido consecuencias reales para los culpables”, ha comentado Fowler a FT.
La historia de la exempleada de Uber golpeó en el centro de la gestión de la empresa, no podía dejarse de lado que el caso de acoso había sido incluso tapado por el departamento que debe velar supuestamente por el bienestar de la plantilla. Se comenzó una investigación por parte de la cúpula directiva y se despidieron alrededor de una veintena de empleados.
Kalanick perdió la confianza de los inversores
Aunque lo extraño es que no la perdiera antes teniendo en cuenta la manera en la que se refería a Uber: llamada a la empresa ‘Boog-er’ porque decía que le ayudaba a conocer a nuevas mujeres. En el mes de junio los accionistas pidieron la cabeza de Kalanick. “La carta de Susan Fowler fue un punto de inflexión para nosotros. Cruzó la línea y tuvimos que tomar decisiones drásticas”, comenta Freada Kapor Klein, accionista de Uber.
La exempleada de la tecnológica creció en un pequeño pueblo de Arizona, su padre era capellán y profesor de secundaria. Ahora trabaja en la compañía Stripe, tras salir de Uber ahora hace un año, es la editora de una revista orientada para expertos en software.
El potencial de Uber sigue ahí, sin embargo, este episodio ha provocado que la valoración de la tecnológica haya bajado y la cuota de mercado también haya disminuido en EEUU. Pero, claro, las consecuencias negativas no se reducen a las cifras de las compañías, también hay costes personales y profesionales para las empleadas que denuncian.
Fowler explica a la publicación internacional que “te desplaza de todas tus aspiraciones y todos tus logros. Ya no eres la físico o la ingeniera, eres la persona que ha denunciado una situación como esta”.