La startup Gus, segunda empresa española con certificación de Whatsapp para hacer comercio electrónico

Gus, una startup que promueve las transacciones entre marcas y clientes gracias a ser la segunda empresa española con la certificación oficial de Whatsapp para promover el comercio electrónico, prevé un crecimiento exponencial de sus ingresos en los próximos años con un mercado potencial clave en el radar: las pymes que quieran hacer negocios subiéndose al tren de la digitalización. En concreto, este año espera duplicar su facturación respecto a 2021, cuando ascendió a una cifra superior a los 2 millones de euros.

Según la consultora americana Gartner, el 95% de las empresas a escala mundial abandonarán las aplicaciones propias o de terceros en favor de las aplicaciones de mensajería porque es donde están los usuarios. En este sentido, España será un mercado fundamental en los próximos años, ya que las pymes representan casi el 100% del tejido productivo y casi todo el que tiene un smartphone ha instalado la aplicación de Whatsapp y la utilizan de manera recurrente. «Eso es un tesoro para las empresas para dirigirse a sus usuarios de una forma automatizada y masiva», afirma Jaime Navarro, consejero delegado de Gus, en una entrevista con este diario.

La idea es emular a la aplicación WeChat en China, donde se contratan taxis, se reservan billetes de avión y se pide comida a domicilio de forma sencilla y rápida a través de una interfaz conversacional. El propósito de Gus es «ayudar a las empresas a vender sus productos a través de estos canales y a tener una relación fluida con sus clientes», subraya Navarro.

La startup se sirve del canal de mensajería para empresas Business Solution Providers de Whatsapp y tiene entre sus clientes se encuentran compañías como Jobandtalent, Aquaservice, Bimbo o Juguettos, entre los 100 que posee en todas las geografías donde opera. Además, cuenta también con soluciones en Messenger e Instagram.

Gus ha creado un software por el que las empresas pueden gestionar todas sus estrategias de mensajería.  Estas mandan notificaciones personalizadas a los usuarios a través de una línea de Whatsapp por la que pagan una mensualidad. En el caso de las pymes, Gus ha fijado un paquete con un precio al mes que va desde los 500 euros a los 2.500 euros y que incluye una bolsa de conversaciones para hablar con los usuarios, así como funcionalidades acordes a cada tipo de empresas. En esa herramienta, Gus ha invertido más de tres millones de euros para integrar a los canales de mensajería instantánea, aunque también posee una solución humana para responder a cualquier problema mediante plataformas de atención al cliente.

Expansión a la vista

Si bien este es un fenómeno que en la Unión Europea está naciendo, en América y Asia ya se ha estado desarrollando en los últimos años. El 95% de los clientes de Gus en Latinoamérica cierran la venta de sus servicios a través de Whatsapp, señala Navarro. Precisamente, ese mercado fue donde creció la compañía, que se fundó en México en 2016. Hace dos años aterrizó en España, pero tienen oficinas en Ciudad de México, Bogotá y Madrid y la idea es abrir tres oficinas más en Europa y dos más en América Latina a lo largo de 2022, según anticipó el consejero delegado de la firma. Su objetivo es ser el mayor proveedor de soluciones conversacionales de Whatsapp de Europa y América Latina.

«Estamos en una piscina de tecnología donde hay gigantes con una capacidad financiera espectacular. Queremos hacernos fuertes en los mercados donde estamos actualmente y seguir creciendo al 100% en ingresos todos los años», asegura Navarro.

La compañía, que en 2021 incrementó sus ingresos un 60% frente a 2020, el año de la pandemia en el que su negocio vivió un periodo de luces y sombras por el florecimiento del comercio online y el desplome del sector turístico -ambos negocios en los que Gus tenía clientes-,  ha venido impulsando su crecimiento mediante rondas de financiación entre inversores, que han inyectado a la startup dos millones de euros en los últimos años. Su capital está constituido principalmente por fondos de inversión y actualmente tiene en plantilla a 42 empleados, todo un logro si se echa la vista atrás al momento de la creación de Gus echó gracias a una inversión conjunta de 50.000 euros de tres socios españoles del mundo de la tecnología.

«Si hay una oferta de un competidor o de un player de la industria, la estudiaremos», concluye Navarro, con la seguridad del valor que atesora su empresa.