La sostenibilidad pide paso: un impulso que abre puertas a las empresas españolas en el extranjero

La sostenibilidad pide paso: un impulso que abre puertas a las empresas españolas en el extranjero

Un camino verde, limpio y sin emisiones es una ambición que está en el ADN de muchas compañías en este momento. Se trata, sin duda, de una ambición interna de compromiso internacional, ya que, además, también se trata de una de las exigencias que hacen agentes como los inversores, los proveedores, los clientes y las Administraciones internacionales y nacionales.

Por ello, consciente de esta realidad y siendo aliado financiero de miles de empresas de diversa naturaleza, Banco Sabadell organizó un foro dedicado a la sostenibilidad y la internacionalización –liderado por Carlos Dalmau, director de Internacional de la entidad financiera– donde se contó con la participación de Ricardo Santamaría, director de Riesgo País y Gestión de Deuda de Cesca, así como con Regina Pállas, subdirectora de Sostenibilidad de Cofides.

Fue Dalmau el primero en tomar la palabra y explicó que Banco Sabadell tiene, efectivamente, un compromiso con la internacionalización de las empresas españolas que buscan crecimiento en nuevos mercados más allá de nuestras fronteras. «Las empresas españolas están muy bien posicionadas en diversos sectores como, por ejemplo, el energético. Nosotros seguiremos ayudando a la financiación internacional, servicios internacionales y  operativa internacional, poniendo foco a digitalizar sus negocios cada día», detalló.

Acompañar y asesorar a las empresas españolas en el exterior

Y es que, como bien ha recordado Dalmau en su intervención, toda empresa que quiere crecer en el exterior y buscar oportunidades de negocio tiene que ir acompañado del personal y el asesoramiento adecuado con el fin de conocer con detalle las reglas de cada uno de los mercados a los que se dirige. Es decir, conocer bien las particularidades de cada uno de los países para alcanzar el éxito. «Nosotros ofrecemos personal experto que ayuda a las empresas a implantarse a nivel internacional. No sólo con las herramientas productos y servicios típicos del banco, sino acompañarlas con la asesoría necesaria», comentó.

Santamaría, por su parte, hizo una exposición más generalista centrada en la recuperación económica tras lo peor de la pandemia, el reto demográfico y la lucha contra el cambio climático. Afirmó que «la recuperación está en marcha, pero hay riesgos que la ralentizan como, por ejemplo, el Covid en sí mismo, ya que seguimos al albur de las nuevas variantes y el rebrote de la inflación que traerá un aumento de los precios, algo que no veíamos en décadas. También influye la deuda global y el riesgo por impagos, dos aspectos que lastran la confianza de recuperación».

O con China o con EEUU

Otra de las cosas a las que se refirió Santamaría en su intervención fue la relación geopolítica y comercial que en este momento tienen dos grandes potencias: EEUU y China. «Esta rivalidad sistémica marca las relaciones internacionales de todos los países del mundo, sobre todo porque cada día más van a tener que elegir dónde están y con quién están: o con China o con EEUU. Esto, además, obliga a la UE a buscar su propio lugar».

Y es que EEUU ve a China con un interés amenazante, ya que cree que ha accedido de forma injusta en el mapa comercial internacional. «Y, aunque ahora están en tregua, sigue habiendo una rivalidad en lo comercial, lo tecnológico, así como en materia de defensa, vacunación, computación, coches eléctricos, etc. Una amplitud de sectores en los que, además, China está invirtiendo de una forma muy competitiva y a lo que también debemos sumar la Nueva Ruta de la Seda, un exponente muy importante que habla del dominio del comercio internacional por parte del país asiático», añade.

Todo este mapa internacional basado en el dominio del comercio del mundo, obliga a los aliados del Viejo Continente a buscar un papel que, según Santamaría, no debería ser el de elegir banco, sino el de tener un papel con sentido propio. «Por ello, desde la UE están proponiendo nuevos conceptos donde prima una Europa más geopolítica y asertiva, se plantea un ejército común o la brújula digital que le brinde más independencia frente a China o EEUU. Y, además, debe buscar más liderazgo en materia de sostenibilidad, por ello, de hecho, el New Green Deal es el gran elemento que diferencia a la UE del resto del mundo en la lucha contra el cambio climático», añadía.

La transición energética y sostenibilidad 

El pacto de la Cumbre de París, así como los ODS de la ONU tienen el compromiso de que todos los países del mundo caminen hacia una economía más sostenible. Por ello, Santamaría puso el acento sobre el impulso de las compañías que luchan contra el cambio climático. «La energía debe ser limpia, de modo que las compañías que funcionan con energías fósiles tendrán que buscar nuevas alternativas. Y esto es un reto global que debe ser asumido por todos los países», comenta.

Sin duda, cree Santamaría, y así lo expuso, «el futuro que viene debe tener proyectos que contribuyan a luchar contra el calentamiento global, ya que son éstos los que van a tener facilidades de financiación, ya que toda la producción de petróleo y fósiles entrarán en decadencia y eso es algo que los agentes económicos deberán tener en cuenta para adaptarse».

Por su parte, en la misma línea, la responsable de área de sostenibilidad de Cofides, comentó que el papel de su compañía pasa por apoyar a todos los sectores, salvo el inmobiliario, que quieren implantarse en países en desarrollo, ya que pueden buscar financiación en los bancos locales, organizaciones internacionales como el Banco Mundial o financiación bilateral como la que da Cofides a través de fondeos nacionales o internacionales.

Pálla expuso que en este momento «la sostenibilidad es ya un movimiento mundial y, además, en materia de financiación ya no hablamos de la financiación comercial, sino que tenemos nuevos actores como gestores de activos con gran capacidad de movilización de recursos que invierten tanto en startups vinculadas a las últimas tecnologías como a empresas consolidadas donde se incluyen factores ambientales en su gestión diaria».

El gran papel del sector financiero

Es decir, los criterios de ESG relacionados con sostenibilidad, progreso social, impacto en la comunidad donde trabajan y buena gobernanza, están muy presentes. «Antes el sector financiero que no incluía estos factores, pero desde hace unos años hay todo un plan de finanzas sostenibles para que los criterios de financiación estén marcados por análisis de riesgos socioambientales e impulsa también que los flujos de capital vayan a productos y empresas con objetivos de sostenibilidad», comentó Pálla.

Afirmó también que, sin duda, «la sostenibilidad ha llegado para quedarse e implica cambios de conducta en inversores, consumidores y empresas. El escenario es así, por ello, como ha dicho Santamaría, la UE ha dado un mandato de sostenibilidad muy importante a todos los países que la conforman».

Ante este escenario, explicado con detalle por ambos expertos, recomiendan a las empresas que se familiaricen con las cuestiones relacionadas con los criterios ESG cuando decidan acudir a los mercados internacionales. Es decir, señaló Pálla, «si van a hacer inversiones en la UE deben familiarizarse con la taxonomía del ámbito europeo, así como saber qué actividades son sostenibles y cuáles no lo son, conviene que sepan cómo la UE está tipificando la actividad a la que se dedican o a la que se quieren dedicar».

Y apuntó, además, el gran papel del sector financiero a la hora de impulsar la actividad de compañías españolas a nivel internacional en materia de sostenibilidad. «Ha sido un suscriptor en este ámbito, se trata de un sector que genera oportunidades de negocio y, por ello, está en búsqueda activa de proyectos de sostenibilidad en los que invertir y contribuir».

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